Frank Fernández ama a Putin
El pianista es de los nostálgicos de la era soviética que no han logrado consolarse por la pérdida del abrazo protector del oso Misha
martes, octubre 28, 2014 | Luis Cino Álvarez | 5 Comentarios
LA HABANA, Cuba -No hay dudas: Frank Fernández ama a Putin. Es incondicional del mandatario ruso. Tanto o incluso más que su mismísimo canchanchán Dimitri Medvedev.
La noche del pasado martes 21 de octubre, Frank Fernández creyó necesario patentizar ante los espectadores del programa televisivo Piso 6 su devoción por Putin al referirse a una condecoración que le impuso el presidente ruso en Moscú. Más que la condecoración por su arte, lo enorgullece quien lo condecoró, dijo. Y ahí mismo se explayó en ditirambos sobre Putin.
Frank Fernández, parece estar por encima del bien y del mal, escogió mal el espacio para su rapto de guataquería putinista: Piso 6 es un programa bastante frívolo y chusmón que promueve a músicos jóvenes, mayoritariamente reguetoneros y timberos. Si invitaron al afamado pianista, fue con motivo de la Jornada de la Cultura Nacional. Se esperaba que hablase de música. Podía confesar su amor por Litz o Beethoven, cuyas sonatas interpreta como nadie; si quería hablar de Rusia, podía referirse a la pianística rusa, a Tchaicovsky o Rachmaninov, pero, ¿a Putin, en estos momentos y en esos términos?
Esa perorata putinesca mejor la hubiese reservado para la Mesa Redonda o la próxima entrevista que le hiciera el periódico Granma. Ahí, como si quería ensalzar, por aquello de las conquistas, a Tamerlán. Pero, ¿en Piso 6?
Sin pestañar ni ruborizarse, parado al lado de su piano Steinway, el artista dijo: “Putin es un hombre que tiene los pantalones bien puestos”.
Poco faltó para que en su éxtasis machista-feminoide, más propio de una descocada solterona moscovita que de un pianista excepcional, agregara: “¡Y la camisa bien quitada!” Porque Frank Fernández debe ser de los que, luego de tanto tiempo sin un Padrecito de todas las Rusias que valga la pena, se estremecen al ver las imágenes del rudo Putin que desafía a Occidente, cuando va de cacería, a caballo, con su fusil automático y el atlético torso al aire.
“¡Y que sepa Putin que no está solo!”, agregó el pianista, tan embullado que parecía a punto de alistarse en las milicias pro-rusas del sudeste de Ucrania. Solo que en vez del uniforme de camuflaje, seguramente usaría una remera enguantada con el rostro del zar Vladimir.
¿Para qué podrá servir a Putin la compañía de Frank Fernández? Sospecho que el presidente ruso no debe ser muy aficionado a las sonatas de Beethoven. Y guatacones debe tener bastantes…
Da pena que un músico excepcional como Frank Fernández se dedique a hacer la apología del genocida de Chechenia y sospechoso del asesinato de varios periodistas, entre ellos, Ana Politkovskaya.
Parece que Frank Fernández es de los nostálgicos de la era soviética que no han logrado consolarse por la pérdida del abrazo protector del oso Misha. Pero no debe exagerar.
Si de adular se trata, ¿no le bastará a Frank Fernández con todo lo que le guataqueó a Fidel Castro?
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