jueves, 30 de octubre de 2014

Hablar de lo que nadie habla o de lo que no se debe hablar, editorial 348

Hablar de lo que nadie habla o de lo que no se debe hablar, editorial 348

Cuba actualidad, La Habana, (PD) Es curioso como en un lugar como Cuba, en que nadie elije cosa alguna y por demás, no se elige a un presidente desde 1948, nos disguste que en el mejor estilo del gobierno militar de los caporales de Birán, alguien desde algún sitio, en armonía o no con el régimen militar, elija a los representantes de lo que se da en llamar oposición pacífica o sociedad civil. Esos que hacen tertulias y giras internacionales donde hablan, hablan y hablan cualquier cantidad de tonterías políticamente correctas.
Por supuesto que no es políticamente correcto decir algo de este estilo, pero sucede como en la clásica dicotomía entre lo justo y lo legal: los verdaderamente inteligentes optan por lo legal, una ínfima minoría por lo justo. Con la mentira, pasa exactamente lo mismo. Las verdades incómodas suelen transitar con más comodidad por los seguros y adecuados trillos legales que por las poco concurridas, autopistas de la justicia. Entonces, para continuar en caminos de abrojos, seguimos en el ejercicio espinoso aunque gratificante de hablar de lo que nadie habla y de lo que no se debe hablar.
La última tertulia internacional de disidentes tuvo lugar en Polonia. Asistieron los convidados de moda y dijeron lo que se suele decir en estos encuentros.
Coincidentemente estaba en las ondas el editorial del no anticastrista y prestigioso rotativo The New York Times en que este abogó por el levantamiento del embargo. Otro editorial, pero del Washington Post, no tuvo igual resonancia. Los medios oficiales no han tocado este tema y casi ningún medio definido o autodefinido como no anticastrista, se ha referido con detenimiento sobre algo poco conveniente o políticamente correcto.
Para concluir, todo parece indicar que abogar por el levantamiento unilateral del embargo por parte de los Estados Unidos parece ser lo políticamente correcto. Entonces, solo falta por definir quién establece los parámetros de lo que se impone y hay que aceptar como políticamente correcto. Saber con exactitud si es el gobierno cubano, el gobierno demócrata norteamericano, o el Espíritu Santo ya previamente definido como autor intelectual de la UMAP en Cuba, por parte del cardenal Ortega Alamino, una autoridad indiscutida del tema.
Otro tópico de interés fue el informe sobre Cuba elaborado por la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Este documento será discutido en la 70ma asamblea general, que se celebra en Santiago de Chile. Sobre el mismo se han referido informaciones aparecidas en diversos medios radicados en los Estados Unidos. Curiosamente, medios de prensa norteamericanos como Martinoticias, El Nuevo Herald y otros se refieren a que la bloguera Yoani Sánchez, vicepresidenta regional por Cuba de la SIP, lanzó un periódico digital llamado ‘14ymedio.com’, que representa “la primera publicación digital independiente en la isla”. Lo más significativo y edificante es como entrecomillaron, porque el pudor a duras penas, sobrevive en “tiempos de reforma” y esto es ciertamente edificante.
Otro aspecto a resaltar es un trabajo de Miguel Iturria Savón publicado en ‘14ymedio.com’, titulado “20 de octubre en Cuba, ¿guerra y cultura?”. En su trabajo Iturria Savón, –que partió recientemente al exilio en España- nos dice sobre el himno nacional cubano cuyo aniversario se conmemoró el pasado 20 de octubre, que (lo cito) “…las estrofas del Himno de Bayamo, convertido en himno nacional, invoca una disyuntiva de nuestra realidad, pero nadie llama al combate ni piensa en las armas. ¿Será que tememos a “una muerte gloriosa” o que nos acostumbramos a ‘vivir en afrenta y oprobio sumido’?”
Se trata que desde lejos se vea con más claridad y las muertes gloriosas en tanto ajenas, mejor. No se trata de que nos acostumbramos a ‘vivir en afrenta sumidos’, solo que algunos se acostumbraron a hacerlo en España o los Estados Unidos. En esos lugares, existe la opción de elegir, para bien o para mal. Como dijimos anteriormente, muchos en Cuba nunca han elegido cosa alguna y muchísimo menos morir por la patria, que no es exactamente vivir.
Cada cual opta por sus iguales, entonces los que eligen desde lejos a nuestros representantes de la sociedad civil y la oposición interna, así lo hicieron: santo y bueno, y ya está.
Los médicos que partieron a combatir al ébola, -entre otros objetivos- si enferman, no regresarán. Surge otra verdad: los cubanos fuera de Cuba valemos poco, en Cuba menos que nada. Así es aceptado, hasta por algunos entre nuestra propia gente.
Incorrectos como de costumbre, elegimos otra vez hablar de los que nadie habla y de lo que no se debe hablar.
Para Cuba actualidad: primaveradigital2011@gmail.com ; primaveradigital2013@gmail.com ; @primaveradigita

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