jueves, 30 de octubre de 2014

Marcos, el Super Agente

Marcos, el Super Agente

Se autotituló “Agente de Telecomunicaciones”. Tan pomposo nombrete esconde su real ocupación y las vicisitudes que pasa al ejercer su oficio. 

Marcos el Super Agente (foto del autor)
Marcos el Super Agente (foto del autor)
LA HABANA, Cuba -Marcos es graduado de artesanía, ha trabajado de custodio y ahora es, según él, Agente de Telecomunicaciones. Con ese nombre tan rimbombante nadie se imaginará que es solo un trabajador del sector privado y que desarrolla una actividad comercial referida a servicios y productos, tales como tarjetas telefónicas, cobros de facturas, o accesorios para celulares.
El negocio de Marcos radica en que la gente no tiene que trasladarse largas distancias para adquirir las tarjetas, ni hacer colas, y el producto es libre de costo adicional para el cliente. Él va a donde esté el cliente.
Me cuenta con sus palabras:
“Lo primero que tuve que hacer fue la solicitud para el permiso de trabajo particular, en la Oficina de Trabajadores por Cuenta Propia, después me hicieron un contrato en la Empresa de Telecomunicaciones S.A. (ETECSA) y posteriormente me inscribí en la ONAT para comenzar a tributar impuestos. 
“Existe la posibilidad de adquirir una variedad de tarjetas, en dólares y en pesos, excepto la de Nauta (servicio internet).
“En dólares están las de 5 y 10 para recarga del celular y las tarjetas Propias de 5 para teléfono fijo (incluye el público y el personal). En pesos existen las tarjetas de recarga de la tarjeta Propia, y las tarjetas para hacer llamadas del teléfono público.”
Para los vendedores, el mínimo de tarjetas a invertir son 15 tarjetas de cada tipo. Marcos tuvo que pedir prestados a un amigo los 75 dólares, pues carecía del dinero. Sin sospechar que este sería un préstamo a pagar a largo plazo.
En su barrio ha crecido el número de los que se dedican a este trabajo, por lo que se mantiene una feroz competencia entre ellos. Siendo la promoción el principal enemigo, pues casi todos vendedores, tienen en su casa un cartel donde anuncian la recarga de tarjetas.
Cartel brindado servicio de agente de teléfonos (foto del autor)
Cartel brindado servicio de agente de teléfonos (foto del autor)
A Marcos le ha sido imposible colocar su cartel, pues adolece del trámite burocrático correspondiente, que está sujeto a la corrupción y al soborno de inspectores.
En el trámite ordinario de la solicitud del cartel, primero se pagan 100 pesos por el mismo, se espera un mes por los inspectores que aprueban la ubicación del letrero, y si es aprobado, entonces otro mes para que entreguen la autorización.
Marcos ha cumplido con todos estos requisitos, y ya van a ser cuatro meses desde que hizo la solicitud. Me ha dicho que él no va a sobornar a ningún inspector corrupto para que le certifiquen la publicidad, que dicho sea de paso, debe tener la firma del director de ETECSA de su municipio, para la obligatoria pesquisa del inspector asignado. Se cansa de llamar por teléfono y le dicen lo mismo: falta la firma del director…
¿Una simple firma de un funcionario puede tardar cuatro meses?
Por otro lado, a veces se le dificulta la venta de tarjetas de recarga, debido a las promociones de recarga que la misma ETECSA promueve para que familiares y amigos desde el extranjero, abonen determinada suma de dinero, que luego se duplicará en el saldo de los clientes. Así que pasan dos o tres días, sin que logre vender ni una tarjeta.
Marcos apenas ha visto los resultados de su trabajo, vive estresado y con la puerta abierta de su casa, gritando desde allí su promoción, porque si no lo hace, no venderá, y los inteligentes del barrio le arrebatarán los pocos clientes que pudiesen llegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario