Santiago de Cuba: El 60 por ciento de las casas sigue en ruinas
Es penosa la situación de los barrios marginales como Van Van, Venceremos, Chicharrones. Las esperanzas de los vecinos se ha perdido. En las oficinas que asignan materiales constructivos, siempre les dicen: ya están anotados, tienen que esperar
A 2 AÑOS DE SANDY
lunes, octubre 27, 2014 | Yusmila Reyna Ferrer | 0 Comentarios
SANTIAGO DE CUBA, Cuba.– A dos años del paso del huracán Sandy por Santiago de Cuba (madrugada del 25 de octubre del 2012), muchas familias viven en viviendas ruinosas o en albergues. Y le echan la culpa al desinterés del gobierno.
La reconstrucción, en las zonas más afectadas por el huracán, está a un 60 por ciento, reconocen las autoridades.
En Litoral Cayo Granma y en La Socapa, muchas familias continúan en albergues. Un señor (que no quizo que lo identificaran), duerme en una camita en un consultorio médico de la familia y plantea que no se va de ahí hasta que no le den casa.
Las quejas de la mayoría de los interrogados coinciden que la venta de materiales de construcción ha sido incompleta para la reparación de los daños: al que le vendieron el techo, no le dieron el cemento, o el piso, o los bloques, y a muchos no le han dado nada, o solo una bolsa de cemento o unos clavos.
Se quejan de la poca calidad de las tejas (irónicamente llamadas infinitas), que no son más que de una especie de cartón negro que apenas aguanta las lluvias.
Las que han podido, han arreglado sus hogares con tejas, carton, zinc, madera, comprando los materiales en el mercado negro. Pero muchos permanecen mojándose, hacinados en la parte de su casa que quedó en pie, luego de perder los pocos equipos electrodomésticos y muebles que tenían, sin tener ingresos para recuperarlos en años o nunca.
Es penosa la situación de los barrios marginales de Santiago de Cuba. En barrios como Van Van, Venceremos, Chicharrones, las esperanzas de los vecinos se ha perdido. No confían en el gobierno. Están cansados de acudir a las oficinas que asignan materiales constructivos, porque siempre les dicen: ya están anotados, tienen que esperar.
Este desastre se extiende hasta Palmarito de Cauto y los municipios Songo-La Maya, Palma Soriano.
Vale recordar que fue escándaloso lo que hizo el gobierno con las donaciones. Se repartió muy poco entre la población, la mayoría de los abastecimientos fueron vendidos por funcionarios corruptos, situación denunciada por la población y por la prensa independiente.
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