miércoles, 29 de octubre de 2014

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: CONSTITUCIONES DE JIMAGUAYU Y DE LA YAYA.

POR: GUIJE CUBA


El 29 de Octubre en la Historia de Cuba
• 1897 -
-
Constituciones de Jimaguayú y de La Yaya.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 611-612 nos describe los acontecimientos del 29 de Octubre de 1897 en la Historia de Cuba:
   “Por el artículo veinticuatro de la constitución de la República firmada en Jimaguayú el 16 de septiembre de 1895, se estatuyó que la misma regiría hasta transcurridos dos años, si antes no terminaba la guerra contra España, y que al cabo de aquel plazo se convocaría la Asamblea de Representantes, con el triple fin de modificar el código fundamental, elegir nuevo Consejo de Gobierno y determinar sobre la conducta del saliente. La previsión estuvo acertada. Los convencionales de Jimaguayú no quisieron crear instituciones para mientras se mantuviese la contienda, pues, nutriéndose de continuo la Revolución con elementos valiosos, justo había de ser que más adelante todos, en cuerpo deliberativo que los representase, discurrieran alrededor de la principal de las leyes del Estado.
   “El precepto ideado por los hombres de Jimaguayú se cumplió fielmente. Camagüey, gloriosa cuna del derecho constitucional de Cuba, vio de nuevo reunidos a los patriotas encargados de la reforma de la carta fundamental. En La Yaya celebró sus sesiones la nueva Asamblea Constituyente. Todos sus miembros, representantes genuinos del pueblo cubano, tuvieron especial cuidado en ratificar el propósito firme e inquebrantable de obtener la independencia absoluta e inmediata de la Isla para afirmar en ella una república democrática. La declaración, necesaria y oportuna, era el lazo de unión de los constituyentes de Jimaguayú y de La Yaya. El ideal sumo de los libertadores seguía mantenido con entereza y dignidad.
   “Los componentes de la Asamblea de La Yaya, en su mayoría, no habían figurado en la de Jimaguayú. Presidente, vicepresidente y secretarios de la Asamblea de La Yaya fueron, respectivamente, Domingo Méndez Capote, José Lacret Morlot, Carlos Manuel de Céspedes y Aurelio Hevia. Integraron con estos el cuerpo deliberativo ciudadanos de no menor prestigio: Cosme de la Torriente, José Fernández Rondán, Tomás Padró Griñán, José Fernández de Castro, Lope Recio Loynaz, Manuel Rodríguez Fuentes, Manuel Ramón Silva, Nicolás Alberdi, Salvador Cisneros y Betancourt, Lucas Alvarez Cerice, Manuel Despaigne, Pedro Mendoza Guerra, Andrés Moreno de la Torre, Fernando Freyre de Andrade, Ernesto Fonts Sterling, Manuel F. Alfonso, José B. Alemán y Enrique Collazo.
   “La constitución firmada en La Yaya el 29 de octubre de 1897 fue elaborada con más detenimiento que las de Guáimaro y Jimaguayú, que la precedieron cronológicamente. En los cuarenta y ocho artículos que la formaron, algunos de ellos con numerosos incisos, procuraron los convencionales dejar bien organizada la marcha del Estado. Después de definir el territorio y la ciudadanía y de consagrar los derechos individuales y políticos, se ocuparon en determinar las funciones de los rectores de la República. Como la constitución de Jimaguayú, la dé La Yaya estatuyó que el Consejo de Gobierno -en el que seguiría residiendo el Poder Ejecutivo, con la facultad de dictar leyes y demás disposiciones de carácter general- estuviese compuesto de un presidente, un vicepresidente y cuatro secretarios de Estado para el despacho de los asuntos de guerra, hacienda, exterior e interior. La Constitución fijó también el papel que tocaba desempeñar a la Asamblea de Representantes, consistente en reunirse a lo sumo dos años después, componer otro código político o modificar el acordado, censurar la gestión del Consejo de Gobierno, proveer a las necesidades fundamentales de la República y ratificar el tratado de paz con España.”

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