domingo, 30 de noviembre de 2014

¡A su salud, camarada!

OPINIÓN

¡A su salud, camarada!

Contemplo estupefacto que por primera vez un ministro de Exteriores del Partido Popular acude a Cuba y no se reúne con la disidencia democrática. Va a darle la mano al dictador Castro, no sé si a Raúl o a Fidel, quizá a los dos, pero no estrechará la de ningún opositor a la dictadura comunista que durante 57 años ha machacado al pueblo cubano.
Dice Margallo que «las circunstancias han cambiado y hay que cambiar las relaciones». Al escuchar estas palabras, viene a mi cabeza la política de apaciguamiento de la Europa del siglo XX. Todos sabemos el fracaso y el horror al que nos llevó. Consentir y justificar las acciones de las dictaduras, lejos de amainarlas, lo que hace es engrandecerlas y contribuir a legitimarlas.
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En Cuba no hay más partido político que el Comunista. La realidad es que los cubanos siguen muriendo en balsas intentado huir de su isla y a los disidentes se les sigue haciendo desaparecer en simulados accidentes. Las palizas a las Damas de Blanco, y a todos los que reclaman libertad, se suceden a diario mientras siguen las cartillas de racionamiento y la pobreza absoluta de su pueblo. 
Sin embargo, algo ha cambiado para el ministro: España es el principal socio comercial de Cuba. El relativismo toma sentido. Lo que antes estaba mal y era duramente condenado, ahora se consiente mientras sigan comprando nuestros productos. Han olvidado los compromisos que adquirimos con el pueblo cubano y los defensores de su libertad cuando estábamos en la oposición. Ahora que el Partido Popular está en el Gobierno, deberían ser respetados.
Mientras jugamos al buenismo con los Castro, lo peor de su revolución se extiende por Latinoamérica y por España. El castrismo creó las bases del chavismo que ha destruido Venezuela: jóvenes estudiantes son asesinados y apaleados por reclamar libertad. Opositores, como Leopoldo López, son encarcelados o son golpeados, como Corina Machado, a quien le rompieron la nariz cuando se dirigía a la Asamblea Nacional. Y en España, ya tenemos a los populistas de Podemos, que beben de su ideología comunista y autoritaria. 
Debemos ser coherentes. Si apoyamos la libertad de los pueblos y la democracia como única forma de gobierno, no podemos fabricar excusas para ayudar a dictaduras comunistas. La Posición Común Europea establece que las relaciones diplomáticas de la Unión Europea con la isla estarán supeditadas a que se produzcan avances democráticos en Cuba, cosa que aún no ha ocurrido. Sorpresivamente, está siendo cambiada por Margallo. No recuerda que eso ya lo intentó el ex ministro socialista Moratinos, que por cierto, está muy satisfecho con esta visita. En aquel entonces, el Partido Popular lo denunció y se lo impidió. Sin embargo, hoy fomentamos y vendemos como un éxito diplomático las nuevas relaciones con Cuba mientras ellos siguen condenando a su pueblo al yugo comunista.
Sin duda, con esta actitud son muchos los que se sienten defraudados. Y, lo que es peor, con esta visita chavistas, castristas, antisistema y demás elenco revolucionario brindarán: ¡a su salud, camarada!

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