¿Cuba en el Sistema Interamericano?: Manuel Castro Rodríguez
MANUEL CASTRO RODRÍGUEZ
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06/11/2014 - En enero se cumplirán 56 años de que los hermanos Castro están en el poder. Las consecuencias de la dictadura militar que implantaron han sido devastadoras. En mi página (http://profesorcastro.jimdo.com) pueden verse los videos que muestran cómo era Cuba, así como la destrucción física y el daño antropológico causados por el castrismo.
Como bien dice Juanita, hermana de Fidel y Raúl Castro, “la gran tragedia de Cuba empezó con Batista y siguió con Fidel”. Canek Sánchez Guevara, el nieto mayor de Ernesto Che Guevara, señala: “La primera traición es que no se quería hacer tanto una revolución como recuperar la Constitución de 1940 y llegar a unas elecciones”.
En el Manifiesto de la Sierra Maestra, firmado por Raúl Chibás, Felipe Pazos y Fidel Castro el 12 de julio de 1957 y publicado dos semanas después, el 28 de julio, en la revista Bohemia, se promete restaurar la Constitución de 1940 y celebrar elecciones generales “en el término de un año”.
Sin embargo, los hermanos Castro pasaron de liberadores a opresores. A su régimen se le ha documentado casi el triple de muertes y desapariciones que a la dictadura de Pinochet. En innumerables ocasiones la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha condenado al Estado cubano. El filósofo socialista argentino Óscar del Barco reconoció que “los llamados revolucionarios se convirtieron en asesinos seriales, desde Lenin, Trotzky, Stalin y Mao, hasta Fidel Castro y Ernesto Guevara”.
Los hermanos Castro quieren dar la impresión de que están cambiando su régimen totalitario a uno con rostro humano. Aunque el castrismo es un régimen en conteo regresivo, hay poderosos intereses políticos y económicos que pretenden darle aire, una vez más, para lo que le están haciendo el juego a las supuestas reformas democráticas cubanas. Por ejemplo, en Brasil han puesto a circular rumores de que Lula, el máximo dirigente del corrupto Partido de los Trabajadores, le habría sugerido a Raúl Castro celebrar elecciones democráticas.
El Partido Socialista de Chile (PS) también participa de esta componenda; hace tres meses el PS retomó los contactos bilaterales de más alto nivel con la dictadura cubana, después de 19 años de no realizarlos: una delegación oficial del PS integrada por Osvaldo Andrade –su presidente–, Carlos Parker y la diputada Maya Fernández, nieta del derrocado presidente Salvador Allende, se reunieron con Raúl Castro en La Habana. De regreso a Chile, la diputada Fernández declaró: “Yo creo que Cuba es un sistema que está haciendo grandes reformas a la asamblea”.
Desde hace dos años les he enviado correos a los socialistas chilenos, demostrándoles que las supuestas señales de cambio de la tiranía castrista pretenden engañarlos, como lo demuestran las 6 mil 424 detenciones arbitrarias por motivos políticos realizadas en los primeros nueve meses de este año. El Archivo Cuba ha documentado 166 muertes y desapariciones desde el 31 de julio de 2006 al 15 de diciembre de 2013, o sea, desde que Raúl Castro asumió el poder heredado de su hermano.
Invito a leer los artículos 5, 39, 53 y 62 de la Constitución de Cuba. ¿Algún panameño aceptaría que la Constitución de Panamá tuviese artículos similares? Lo mismo le he preguntado a los socialistas chilenos.
José Miguel Insulza, un destacado socialista chileno que es secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), declaró el pasado 26 de octubre: “Posiblemente en la próxima Cumbre de las Américas se dé un paso nuevo y es que, aunque no retorne Cuba a la OEA, sí retorne al Sistema Interamericano asistiendo a la cumbre de Panamá”.
El Sr. Insulza sabe que la resolución aprobada el 3 de junio de 2009 en San Pedro Sula, Honduras, le ofrece al régimen cubano retornar a la OEA “de conformidad con las prácticas, propósitos y principios de la OEA”. O sea, que los hermanos Castro no podrán evadir la Carta Democrática Interamericana, aprobada por la Asamblea General de la OEA el 11 de septiembre de 2001. Ellos han dicho reiteradamente que Cuba no regresará a la OEA, porque saben que el aceptar la Carta acabaría con su dictadura.
El secretario general de la OEA también sabe que el 9 de diciembre de 2002, hace 12 años, los países miembro de la Comunidad del Caribe respaldaron a Cuba para su “pronta entrada” en el Pacto de Cotonú, convenio entre el Grupo de África-Caribe-Pacífico y la Unión Europea. A pesar de las ventajas económicas que obtendría el régimen cubano, la “pronta entrada” no se ha realizado porque ese pacto tiene mecanismos para la protección de los derechos humanos.
De acuerdo con Samuel Farber, académico marxista cubano, “entre 1960 y 1990, Cuba recibió cerca de 65 mil millones de dólares de la Unión Soviética”. Sin embargo, Cuba confronta graves problemas económicos. A los hermanos Castro les convendría recibir ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo, una de las instituciones que integra el Sistema Interamericano, de ahí el gran interés del secretario general de la OEA de que Cuba asista a la Cumbre de las Américas que se realizará en Panamá, lo que es ilegal, dado que la Carta Democrática Interamericana y la Declaración de Québec establecen explícitamente que los Estados no democráticos no pueden participar en la Cumbre de las Américas.
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