Se bebieron la piscina del CIMEX
Agua salada salía de la llave. Nadie imaginaba que lo que llenaba los recipientes de los hogares era agua de la piscina del CIMEX.
jueves, noviembre 6, 2014 | Marcia Cairo | 4 Comentarios
Sistema perteneciente a piscina (foto del autor)
LA HABANA, Cuba. -Los residentes del barrio capitalino La Puntilla se inquietaron por el sabor inusual del agua que llegaba a sus casas: era salobre.
Hicieron llamadas para reclamar a la empresa Aguas de La Habana. Éstos, después de múltiples quejas, enviaron a un inspector a realizar las pesquisas correspondientes. Pero nada pasó.
Algunos comenzaron a comprar agua en botellas, lacerándose el bolsillo pues una botella de 4 litros cuesta más de 2 dólares, más del 10% del salario medio (20 dólares) en el país.
Otras personas mezclaron el agua con cítricos y frutas para poderla beber. Sólo los de más bajos ingresos, y los ancianos de exiguas jubilaciones, debían pedir de favor pomos y cubos del preciado líquido a vecinos cercanos.
Hasta que se descubrió. El mal sabor se debía a un escape de una tubería dañada de la piscina del edificio del grupo empresarial CIMEX (que solo usan sus trabajadores y familias en vacaciones), y que colinda con otras tuberías del barrio. El empate envejecido no se cambió en su momento, provocando la contaminación en toda la zona.
Al detectar el hecho, los administradores de la piscina, quisieron mantener en total discreción lo sucedido, sin embargo, un trabajador del lugar que pidió anonimato reveló a Cubanet lo sucedido.
Irónicamente, en los bajos de esta misma empresa (CIMEX), empezaron a venderse recipientes con filtros para el agua. Los de mayor nivel adquisitivo compraban los aparatos, en contraste con los menos favorecidos, que debían agenciárselas para ir a buscar el agua a la distancia de varias cuadras.
Luego de ser resuelto el problema, han quedado edificios como el Riomar, donde aún se consume agua salada, debido a la imposibilidad de limpiar y renovar el agua de la enorme cisterna, que se abastece de forma irregular.
La vecina de este edificio, Nelda Suárez comenta: “Este ha sido un octubre salado, ahora vamos a tener contratar a gente que limpie la cisterna y luego pedir una pipa de agua, que cuesta bastante dinero…”
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