Terrorismo psicológico
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Quieren pudrir a Maduro. Convertirlo en salcocho revolucionario. No aceptan los escuálidos opositores que un hombre con cerebro de arepas pulverizadas y contacto visual con un pajarito fantasma, guie su destino hacia el nada por aquí, nada por allá y nada por ninguna parte, sueño de todo líder comunista que se respete, y nirvana del socialismo responsable.
Decir que las maniobras del estadista ex guagüero al timón de la patria venezolana frenan la economía, aceleran el desastre, pitan el descontento en los cerros, atropellan la tranquilidad en las calles, y meten la marchatrás sin frenos, las luces apagadas y el motor social fundido por el desabastecimiento, es una canallada, una puñalá trapera, un no lo salva ni la madre de los tomates.
Y eso hay que evitarlo. Un hombre que ha logrado convertir el petróleo en limonada, las fértiles llanuras en corrales baldíos donde pastan consignas los militantes del Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV), y los mercados en centro de entrenamiento para el latrocinio revolucionario, merece respeto.
Puede que no haya papel higiénico para los traseros ciudadanos, les falte huevos conque alimentarse y luchar por la patria, la carne haya perdido su alma llanera y ande joropeando por otra parte, pero tienen banderas, proclamas, edictos y leyes habilitantes suficientes para comer y limpiarse.
Aguanten firmes, hermanos bolivarianos. Recuerden que Cuba está presente, como digno baluarte de la desesperación ciudadana a nivel internacional. Comparados con nosotros, los espartanos eran niños de teta con chupete de alambre. Acá si le roncan los cordones al socialismo. Somos felices aquí. ¡Uf!
Recuerden que en más de medio siglo de felicidad navegable (por el Estrecho de La Florida y otros mares), hemos sido víctimas del terrorismo psicológico americano, que no cesa en su manía de agredirnos, aunque ya queden pocos cubanos que no hayan ido y quedado en ese país para in situ reclamarles.
Nadie sabe cómo hemos sufrido y aguantado a pie y estómago firme el terrorismo psicológico lanzado por los norteamericanos. Esas bombas de destrucción masiva camufladas en un paquete de carne, es verdad que nos causan estremecimientos, ansias, babeos, pero no han logrado doblegarnos.
Tampoco los misiles de muslo y contramuslo de pollo, las granadas de pavo, los cohetes de jugos de manzana, ni las ametralladoras de autos o los fusiles de mira telescópica en una cama como Dios manda, y las pistolas de zapatos conque nos apuntan a la cabeza desde la pequeña pantalla, hoy nos amilanan.
Todo lo contrario. Les partimos arriba con lo que encontremos. No importa que nuestra trinchera esté a 90 millas del enemigo. Contraatacamos con la mesa redonda. Les abrimos fuegos graneados con el noticiero. Lanzamos cocteles molotov educativos, bombas sanitarias y misiles de utopía.
Además, si el general cartaginés Aníbal Barca atravesó los Alpes montado en elefantes para llegar a Roma ¿por qué los cubanos no íbamos a salir en masa de la isla, en balsas, y vadear el rio Zambeze, el Po, el canal de Panamá, las aguas del Napo, o bojear Honduras, Belice y México para arribar a Miami?
Así que no se arredren ni dejen confundir por el canto de sirena de los pitiyanquis. Cuiden a Maduro. No lo dejen pudrir más de lo que está, pues no lo comerían ni los zopilotes de las sabanas por temor a vomitarlo. Esa sapiencia e instinto de burro al borde del desfiladero, debe de ser salvada.
Eso, si como los felices cubanos, desean convertirse en expertos navegantes, trapecistas del lenguaje y multifacéticos casamenteros para salir adelante.
Eso se los aseguro yo, Nefasto El Psicoanalista.
Para Cuba actualidad: vicmadomingues55@gmail.com
Para Cuba actualidad: vicmadomingues55@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario