Una Mesa Redonda inusual
Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Desde hace unos meses, Mesa Redonda, el más oficialista de los programas de la TV cubana, el último de los rezagos que va quedando de la felizmente extinta Batalla de Ideas, dedica los viernes a tratar con más o menos tino, determinados problemas de la sociedad cubana.
El pasado viernes 31 de octubre, Sobre la mesa abordó el tema del maltrato a los animales. Y fue la primera vez en que coincidí de pé a pá con todo lo expuesto en una Mesa Redonda. Los argumentos fueron honestos, convincentes. Particularmente los de la periodista Ana María Domínguez, del periódico Juventud Rebelde. Hasta la moderadora, la dulce Arleen Rodríguez, parecía sincera, más humana, no una mera repetidora del discurso oficial.
Mesa Redonda se pronunció en duros términos y exigió castigo contra los degenerados que lucran con las bárbaras peleas de perros y de paso dan clases magistrales de crueldad, avaricia y vicio a los pequeños de hoy que serán los monstruos del mañana.
Muy bien que la mesa Redonda se haya hecho eco de todos los cubanos que exigimos una ley de protección de los animales.
Y es que el problema del maltrato a los animales ha alcanzado niveles realmente chocantes en nuestro país.
En Cuba, los perros viven como tales y peor aún. Los caballos mal alimentados, aunque sus dueños no puedan sacarlos de una provincia a otra (pero sí azotarlos) tiran de pesados carretones metálicos, sobrecargados de pasajeros y hasta de materiales de construcción, hasta reventar…Gallinas prietas, palomas y chivos son sacrificados por los santeros… Y hay desaprensivos que arponean gatos en las azoteas para comérselos o venderlos convertidos en croquetas o hamburguesas.
Datos del Departamento de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública dan cuenta de centenares de miles de perros callejeros, muchos de ellos enfermos, que deambulan por todo el país. La mayoría nacieron en la calle o fueron abandonados por sus dueños porque no tenían con qué alimentarlos o medicamentos para curarlos si enfermaban. ¿Qué iban a tener para los animales si apenas tienen dinero para mantenerse ellos?
Ante nuestra indiferencia (¡son tantos los problemas!) ya forman parte del paisaje deprimente de cada día los perros y gatos atropellados por los carros, destripados en mitad de las avenidas, sus cuerpos putrefactos, quemados en las cunetas en el mejor de los casos…Dan envidia a los que sobreviven. Canes rengos, mutilados, hambrientos, mugrientos, sarnosos, rebosantes de pulgas y garrapatas, diestros escarbadores de la basura acumulada…
A falta de otras soluciones más humanas para el saneamiento canino, la Dirección de Salud en algunos sitios del país recurre al exterminio masivo e indiscriminado de los animales callejeros.
Funcionarios de Salud han hablado de “hacer coordinaciones para llevar a vías de hecho” la esterilización quirúrgica de las perras callejeras. Pero nunca se materializan esos planes.
Al respecto, el periodista José Alejandro Rodríguez, de Juventud Rebelde, advertía hace años: “De no aplicarse integralmente medidas de ese tipo y ante la ausencia de una ley sobre protección de animales, continuarán reproduciéndose los perros callejeros para peligro de la salud humana y también continuarán reproduciéndose crueles prácticas masivas de exterminio”.
Ojala la Mesa Redonda del 31 de octubre pasado sirva de algo y que la ley que prepara la Sociedad para el Bienestar Animal no se quede en el fondo de alguna gaveta del Ministerio de Agricultura y llegue a la Asamblea Nacional. Ojalá…
Para Cuba actualidad: luicino2012@gmail.com
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