lunes, 9 de marzo de 2015

Béisbol: ¿Qué le pasa a Pinar del Río?


La clasificación del equipo a la postemporada, cuando apenas faltan unos 11 juegos por celebrar, anda más negra que la noche en que se extravió el cochero

foto tomada de Internet
foto tomada de Internet
LA HABANA, Cuba. – La selección de béisbol de la provincia de Pinar del Río, bajo el mando de Alfonso Urquiola, ganó en el pasado año la serie 53 que otorga el boleto a participar en la Serie del Caribe en San Juan, Puerto Rico, de donde regresaron victoriosos. Sin embargo, desde la reaparición del equipo de Pinar del Río en su estadio, la reacción de su público no ha sido la esperada. Lo anunciado por algunos cronistas oficialistas en aquel entonces de que este equipo “campeón” sería aclamado en su estadio Capitán San Luis no se ha cumplido. Hasta ahora la afición beisbolera no muestra el mismo fervor por ir a ver los juegos de su equipo.
Y lo más preocupante es que en estos momentos la clasificación del equipo pinareño a la postemporada de esta serie 54, cuando apenas faltan unos once juegos por celebrar, anda más negra que la noche en que se extravió el cochero. Téngase en cuenta que Pinar perdió la serie 2 a 1 en su primera aparición ante el equipo de Ciego de Ávila, e inmediatamente logró sobreponerse de la derrota en el primer desafío contra el débil Artemisa, a quien le ganó el cotejo particular, para luego perder sucesivamente sus compromisos contra la Isla, Industriales y el sotanero Holguín.
¿Entonces qué le ha sucedido al multi-campeón vueltabajero? En opinión de los entendidos ha sido víctima de la funesta desmotivación. “Todos saben que el boleto a la Serie del Caribe fue ganado por este aguerrido equipo en la serie 53, y muchos todavía no comprendemos cómo asistieron solamente nueve pinareños a Puerto Rico”, nos dijo Raúl Aronte, un licenciado en Cultura Física que ha colaborado con el entrenamiento de jóvenes promesas pinareñas.
Las dificultades actuales del Tsunami verde comenzaron con las ausencias, por bajas solicitadas, del cátcher titular Lorenzo Quintana, y el astro del box, el zurdo Julio Alfredo Martínez. La calidad del equipo se ha visto mermada con las posteriores fugas de Osniel Madera y la del prometedor Lázaro Alonso, ambos salieron del país al conocer su exclusión del equipo conformado para la serie caribeña. Poco después, el supersónico Vladimir Gutiérrez (novato del año en la serie anterior) dejó el equipo para buscar nuevos horizontes en las Ligas Mayores. Y para colmo de males, se añadió la suspensión del campo corto, Luis Alberto Valdés, de excelente desempeño en Puerto Rico con el “Cubapinar”, que al regresar a la Isla emprendió una frustrada salida ilegal.
Está claro que el máximo responsable de este cúmulo de malestares e injusticias reiteradas, que agobian desde hace tiempo a los peloteros y directores, amén de la falta del incentivo monetario, y que apunta como la causa principal del síndrome de la apatía, presente en nuestro béisbol, son las autoridades controlan el deporte a nivel nacional.
Urquiola en la Feria del Libro
Mientras tanto, otra vez el escritor pinareño Juan A. Martínez de Osaba le escribe a un grande del béisbol vueltabajero. Esta vez le tocó el turno a Alfonso Urquiola. “Caballero del Diamante” es el título del libro lanzado en el pabellón Cuba, durante la 24 Feria Internacional del Libro 2015.
Resulta muy significativo que en una parte de este libro, el autor refiriéndose a la Serie Nacional número 50 (2011), donde el equipo de Pinar del Río ganó, con gran brillo de sus jugadores, y después no escogieron ni a un solo pinareño para el Equipo Cuba que participó en aquellos Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, aparezca escrito: “En Vueltabajo hubo sorpresa por la ausencias de pinareños en ese equipo, hubo reacciones fuertes sobre el manager”. Luego el autor pregunta: ¿Sería capaz Alfonso de ir contra la corriente? ¿Asimilaría la afrenta con espíritu deportivo? La respuesta de Urquiola fue: “Quizás haya sido la decisión más polémica de mi vida. Yo no podía aparecerme con que tal o más cual debía estar por ser vueltabajero, me dejé llevar por mis convicciones y sé que los perjudiqué y, lo que es peor, sin quererlo le hice daño a la pelota pinareña“.
Sin dudas, el estelar Alfonzo Urquiola se enfrenta este año a nuevos desafíos. Y como él mismo cuenta al autor del libro: “Me hubiera gustado jugar en Grandes Ligas… En 1999 dirigí en los Panamericanos de Winnipeg, para mí la competencia más difícil de todas, clasifiqué a Cuba para los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y me pagaron quitándome el equipo que tenía conformado… Quizás fue porque allí mandé a sacar del dogout a todo el que no estuviera en la dirección del equipo, ni fuera pelotero, donde se incluían a varios federativos y el Comisionado Nacional.”
A pesar de la crisis generada en el corazón del multi-campeón Pinar del Río, esperamos que a la provincia pinareña, la que más campeonatos ha ganado desde el 78 a la fecha, encuentre de nuevo la motivación por el triunfo.
leonpadron10@gmail.com

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