Por: Pedro Antonio Alonso Pérez Email: alonsopa63@yahoo.com
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WILMINGTON, Carolina del Norte, 27 de mayo de 2015 - Cuando Fidel Castro firmó la primera Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1959 en la Plata, Sierra Maestra al Oriente de Cuba la gran mayoría del pueblo cubano no tenía la menor idea de repercusión devastadora que traería para el futuro de nuestro país. Y mucho menos que esta ley no era más que el primer paso de la radicalización del llamado proceso Revolucionario. Los supuestamente beneficiarios del momento serían precisamente las víctimas del futuro inmediato. Los campesinos cubanos fueron obligados por Fidel Castro a desaparecer como clase social: de propietarios pasaron a ser esclavos del poder.
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WILMINGTON, Carolina del Norte, 27 de mayo de 2015 - Cuando Fidel Castro firmó la primera Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1959 en la Plata, Sierra Maestra al Oriente de Cuba la gran mayoría del pueblo cubano no tenía la menor idea de repercusión devastadora que traería para el futuro de nuestro país. Y mucho menos que esta ley no era más que el primer paso de la radicalización del llamado proceso Revolucionario. Los supuestamente beneficiarios del momento serían precisamente las víctimas del futuro inmediato. Los campesinos cubanos fueron obligados por Fidel Castro a desaparecer como clase social: de propietarios pasaron a ser esclavos del poder.
La Ley de Reforma Agraria no fue más que una “Patente de Corso” con la cual Fidel Castro ponía en práctica su oculta y macabra agenda política. Cuyo principal objetivo consistía en la eliminación de la propiedad privada en Cuba.
Las promesas, el positivismo y el triunfalismo que envolvió esta ley eran metas inalcanzables. Solo formaba parte de una estrategia basada en la demagogia y el populismo para ganar adeptos.
Sin embargo, 57 años después los supuestos problemas de aquel momento se han multiplicados y otros que nunca existieron hoy no encuentran solución. Entre los supuestos propósitos que se trazaron con la ley estaban:
1-Eliminación del latifundismo.
2-Diversificacion de la agricultura.
3-Fin al monocultivo
4-Redistribuición las tierras, convirtiendo en dueño a todo aquel que la trabajaba.
5-Logro de la autonomía alimentaria.
Hoy la realidad es espantosa, y la crisis no puede ser peor, una de las mejores maneras de ilustrarla es precisamente comparando el período republicano desde 1902 hasta 1959 y de 1959 hasta hoy, en renglones como la agroindustria azucarera. la ganadería, el cultivo de café, tabaco etc.
En 1901 se produjeron en Cuba 309 195 TM azúcar, resultados muy bajos ocasionados por los devastadores efectos de la guerra de independencia. En lo adelante, el sector azucarero no dejó de crecer y para 1952 se alcanzaron 7 046 554 TM de azúcar. Sin embargo, dentro de la nueva política agraria promovida por Fidel Castro en el llamado periodo revolucionario los niveles de producción no ha dejado de bajar. En la última década la producción no han rebasado los 2 millones de TM de azúcar.
En la parte agrícola, los resultados también son desastrosos. En el período 2003- 2008 los rendimientos agrícolas no rebasan como promedio las 33 toneladas por hectáreas. Sin embargo, otros productores internacionalmente, en el mismo período se alcanzaban 67 ton/ha.
En mayo 2013, el periodista Jorge R. Matos Cabrales, en la prensa oficial reconoce que el rendimiento industrial está por debajo de 10 % y con tendencia a bajar. Cuba alcanzaba como promedio en los 10 años precedentes al de 1959 rendimientos industriales de 12.83%. También en la parte agrícola. la prensa oficial reconoce que de unas 600.000 hectáreas de caña en el país, 400.000 tienen una población inferior al 50%.
En el año de 1901 existían en Cuba 689 mil cabezas de ganado, el 85 % de la masa ganadera desapareció a consecuencia de la guerra. Sin embargo, para 1958 había sobrepasado los 6 millones de cabezas de ganado y ya para 1967 teníamos 7 172 000 cabezas de ganado vacuno. En la actualidad esa cifra es de 4.188 mil animales, según cifras oficiales.
La cosecha cafetalera 1959- 1960 60.300 TM. En los últimos anos las cifras publicadas giran alrededor de las 5. 500 toneladas.
Aunque los verdaderos responsables de tal desastre no dejan de recurrir a los fenómenos meteorológicos y el supuesto embargo estadounidense para justificar su fracaso, la realidad es muy distinta. En el informe al primer y segundo Congreso del Partido Comunista, el propio Fidel Castro afirmaba que el año de 1960 existían en Cuba 100 mil caballerías cultivadas de caña y que 1970 llegó a 113 mil caballerías.
El fenómeno de la productividad y los rendimientos agrícolas en Cuba es objeto de estudios por su contradicción. El régimen siempre lo atribuye a la disponibilidad de recursos. Sin embargo, las propias cifras oficialistas dicen lo contrario. La industria azucarera introdujo la mecanización del cultivo y se elevó la capacidad industrial instalada en 5 millones de toneladas diarias. Las áreas bajo riego para 1958, según el Informe consultado, eran 160 mil hectáreas y ya para el año de 1975 habían subido a 580 mil hectáreas.
El manejo de grandes cantidades de recursos por el régimen cubano es totalmente evidente. La capacidad de embalse de 29 millones de metros cúbicos de agua en 1958 subió a 4 mil millones en 1975. En la actualidad la capacidad de embalse es de 9 mil millones de metros cúbicos de agua en las 1005 presas y embalses existentes.
De igual forma se comporta el número de tractores agrícolas. De 9 mil tractores en 1958 se pasó a 80 mil en 1980. Sin embargo, los indicies de productividad no se hicieron notar. Como tampoco se notó el uso de la aviación en la agricultura que llegó a contar con 150 aviones de fumigación. Ya para finales del año de 1980 se aplicaron en Cuba 1 574 000 TM de fertilizantes, sin contar los pesticidas y herbicidas.
A toda esta gran cantidad de recursos hay que sumarle la gran cantidad de capital humano. Y el resultado es que Cuba tiene que importar más del 80% de lo que productos que consume el pueblo cubano
A toda esta gran cantidad de recursos hay que sumarle la gran cantidad de capital humano. Y el resultado es que Cuba tiene que importar más del 80% de lo que productos que consume el pueblo cubano
Por todo lo anteriormente expuesto es un hecho que todo lo que se invierta por organizaciones internacionales en Cuba no cambiará el estado de miseria del pueblo cubano.
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