Por Noel Cruz desde Alaska.
No soy analista político, no pretendo serlo, para eso creo que hay que meterse demasiado dentro de todo lo que sucede a nivel mundial, además de pasar veinte mil cursos y carreras universitarias. He dedicado mi vida de estudiante a otras cosas, pero la necesidad (como decía mi abuela) hace parir hijos machos.
Los cubanos hemos visto a lo largo de este último año, como han limpiado el piso de la Casa Blanca en Washington DC, y las calles de la Plaza de la Robo-lución en la Habana, con la sangre derramada por tantos cubanos a lo largo de la última mitad del siglo 20 y la primera década del siglo 21. Hay muchas preguntas (que antes de hacerle si tuviera la oportunidad al presidente Obama) a las que me encantaría encontrarles la respuesta. ¿Qué hacemos los cubanos con tantos años que han estado presos aquellos hermanos que pensaron diferente? ¿Qué hacemos los cubanos con la sangre de los hermanos muertos bajo la tortura en prisiones de la Isla? ¿Dónde enterramos la memoria de aquellos hermanos que han perdido su vida en altamar tratando de llegar a tierras de libertad? ¿Qué hacemos con la memoria de Mas Canosa, Celia Cruz y Huber Matos entre otros?
Yo a la verdad que no sé a dónde vamos a meter la cara cuando en la eternidad nos encontremos con todos ellos que llorando están de la impotencia. Los cubanos de todas las décadas juntas que estamos en contra de la política de acercamiento del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, no culpamos al presidente Obama, tampoco mucho menos culpamos a Su Santidad Francisco I. No los culpamos o al menos no los culpo yo, total ellos no son cubanos y simplemente están tratando de responder como diplomáticos y jefes de estados que son. No culpo a Kerry por haberse paseado por las calles de la Habana, ni a Beyonce, Rihanna y tantos otros que han aprovechado para darse baños de multitud en las calles ruinosas de la Habana Vieja.
¿Quién tiene la culpa? Esta difícil de pensar en una respuesta, quizás… o bueno a lo mejor no. La culpa la tenemos todos los cubanos que hoy queremos pararnos frente a las rejas de la Casa Blanca a demandar el cese de este acercamiento. Muchos queremos hacer huelgas, y mandar cartas a senadores, representantes de ambos partidos y hasta el mismísimo señor Presidente de la nación. La culpa es nuestra, porque sabíamos en el fondo que estas cosas iban a pasar, sabíamos que este presidente al no tener conocimiento alguno de las desgracias del pueblo de Cuba, no contribuiría en manera alguna a la causa de nuestra libertad. La culpa es nuestra, porque no hicimos nada de nada, y todo lo habíamos dejado en las espaldas de los hermanos Diaz-Balart, de la congresista Ileana Ross, y de la joven voz del senador Marcos Rubio. Nos conformamos con que el presidente de mayor prestigio del pasado siglo el eterno Ronald Reagan, pudo haber hecho lo que hizo por una causa que no fue suya. La culpa es nuestra que seguimos aquí sin hacer nada, mientras los domingos un grupo de mujeres en la Habana son golpeadas con palos mientras llevan flores en sus manos. La culpa es nuestra, porque hemos esperado un año entero para manifestar nuestro descontento ante la residencia oficial del máximo líder del mundo libre (aunque confieso que más vale tarde que nunca).
Los resultados no serán los mismos, ya el olor al tabaco cubano, y el aroma del café de nuestro país, ha llegado a las calles de la capital, se ha metido en las narices de los políticos, y nuestro tabaco, junto a nuestro café es bueno. Ahora los Washingtonistas quieren literalmente vacilar el “socio-lismo” y no los culpo, sencillamente porque la culpa es nuestra.
Es un poco tarde, aunque no demasiado, los que puedan o podamos, vamos a hacer escuchar nuestras voces que aunque seamos la minoría por el momento no significa que no tengamos la razón. Levantemos también las voces de aquellos que ya no están y a los que intentan silenciar y tirar al olvido. Que cante Celia, que esté presente Huber Matos con su guayabera blanca, y que Mas Canosa sonría. Gracias a todos aquellos de la idea de esta manifestación, gracias a todos aquellos que han colaborado con lo que pueden. (Mea culpa) la culpa es nuestra, vayamos al purgatorio este 17 de Diciembre y que no solo salvemos nuestras almas, sino a la patria que llora lágrimas en silencio. Dejemos de hacer lo que estamos haciendo mal, comencemos a hacerlo bien y hagamos aquello que estamos dejando de hacer ya sea bien o mal.
“O algo estamos haciendo mal, o algo estamos dejando de hacer, o algo estamos dejando de sentir. Por eso Cuba aún no es libre."
"Nunca es suficiente lo que hagamos por la libertad de Cuba mientras siga sojuzgada, oprimida y esclava”
"Pero Cuba Será Libre Anyway"
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