CRISIS MIGRATORIA
| Quito | 27 Feb 2016 - 1:42 pm. | 0
Cientos de cubanos varados en Ecuador están pidiendo al Gobierno de Rafael Correa, aliado de La Habana, negociar con México una solución similar a la hallada para los emigrantes de la Isla que quedaron atrapados en Costa Rica y Panamá a mediados de noviembre pasado, tras el cierre de la frontera nicaragüense.
La situación en el país sudamericano —dicen entrevistados en un reporte del canal Telemundo51— se ha vuelto desesperada, por las muestras de rechazo, la imposibilidad de encontrar trabajo y vivienda de forma legal, además de "abusos".
"Me están amenazado con quitarme la solicitud de refugio por todo el problema que está sucediendo con los cubanos", dijo un joven que participó en una concentración en un parque de Quito.
"Ayer fuimos a un lugar y, sinceramente, nos dijeron 'cubanos no'", afirmó, por su parte, una mujer, para referirse al rechazo que sufren.
"Cuando entregas tu currículo lo primero que ven es que eres cubano, no te quieren por cubano", apuntó un joven.
Una madre con su bebé en brazos dijo que a su otro hijo "en la escuela le hacen bullying porque es cubano".
"Le buscan problemas, le dicen 'el cubano este, que es un asqueroso'", señaló.
Entre tanto, cubanos detenidos en el Hotel Carrión, de Quito, por problemas con su estatus migratorio, denunciaron castigos y sospechas de que se les suministran sin su consentimiento fármacos para dormir.
Las autoridades ecuatorianas utilizan el hotel como un "albergue para extranjeros bajo custodia".
"El perímetro está cercado con mallas eléctricas, las ventanas tienen rejas, hay cámaras de seguridad en el interior y exterior; y la puerta principal es un grueso pedazo de metal", informó la publicación local El Comercio.
El diario miamense El Nuevo Herald citó testimonios de cubanos que dicen que el jugo que les preparan los guardias "huele a medicamento".
"Es muy dulce. Lo hacen así para que no se sienta el sabor raro del medicamento que le ponen", dijo Osvaldo Polo Céspedes, un tunero de 46 años, profesor de artes plásticas. Aseguró que, después de ingerir la bebida en el almuerzo, todos en su cuarto se duermen al mismo tiempo, aunque hayan bebido café.
En hotel hay siete cubanos retenidos, entre ellos una mujer. Otro de los emigrantes, Javier Rizo Ramírez, dijo que en los 124 días que lleva allí ha sobrevivido a dos incendios provocados por otros detenidos.
Añadió que "a los que se portan mal los encierran en el sótano" y afirmó que los detenidos carecen de medicinas y atención médica, asegura.
Según El Comercio, el Ministerio del Interior ha dicho que los extranjeros que se encuentran en el hotel "no están en condición de detenidos, son extranjeros albergados y su permanencia es temporal, mientras se efectúan todos los trámites administrativos para ejecutar la deportación".
Sin embargo, Rizo Ramírez y Polo Céspedes dicen que el edificio funciona como una cárcel donde ocurren a diario violaciones a los derechos humanos.
Manuela Picq, una profesora universitaria franco-brasileña que permaneció en el hotel cuatro días, también describió el lugar como una prisión: "Se llama hotel pero funciona como cárcel. Estamos encerrados en cuartos y tenemos horarios de salida al patio (…) hombres y mujeres en pisos separados", dijo en declaraciones al diario ecuatoriano.
Rizo Ramírez y Polo Céspedes se encuentran en un limbo migratorio porque, tras haber vivido más de dos años fuera de Cuba —el primero en Argentina y el segundo en Venezuela— La Habana no los acepta como deportados.
"Ni me sueltan, ni me deportan", se quejó Rizo Ramírez, quien fue detenido por entrar sin visado a Ecuador, desde donde esperaba continuar hacia Estados Unidos.
Hasta noviembre pasado, los cubanos no necesitaban visa para viajar a Ecuador. Pero, a raíz de la crisis migratoria en Centroamérica, el Gobierno ecuatoriano comenzó a exigir el documento en diciembre.
El trato a los emigrantes cubanos contrasta con el que da Quito a los funcionarios de La Habana.
El jueves, el Gobierno del Ecuador impuso al embajador cubano, Jorge Rodríguez, la Orden al Méritoen el grado de Gran Cruz, "en reconocimiento a su aporte a la integración latinoamericana y al afianzamiento de las relaciones bilaterales", informó la Cancillería cubana.
Rodríguez termina su Misión en la nación sudamericana. La condecoración es una de las más altas que otorga el Gobierno ecuatoriano a aquellas personalidades que "han prestado grandes servicios al país".
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