Señala además el informe que los cambios en la isla han sido lentos y que continúa la represión, el control de los medios de prensa por parte del Partido Comunista y que el acceso a Internet es restrictivo y costoso para el pueblo.
Foto de archivo de la inauguración del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba el 16 de abril de 2011.
febrero 29, 2016
Un estudio de la Fundación Bertelsmannpublicado en Alemania el lunes 29 de febrero enero, ve a Latinoamérica en una situación marcada por las oportunidades para una mayor democratización mientras tanto asegura que otros países como Haití, Cuba y Venezuelapresentan, como contraste, un esfuerzo de transformación débil o un fracasado absoluto.
Asegura el estudio que en Cuba el gobierno, Partido Comunista y Ejército son actores efectivamente antidemocráticos y que por lo mismo son un obstáculo para la democratización del régimen.
Apunta el estudio que en los últimos ocho años el hombre fuerte de Cuba, el general Raúl Castro, ha encabezado un proceso de reformas económicas considerado lento y de pobres resultados.
No obstante, según el informe el general ha procurado un proceso de "des-Fidelización" que ha llevado a una cierta institucionalización de la vida nacional, pasando de un liderazgo personalista a uno de consenso partidista.
Señala además que los cambios en general han sido lentos y que continúa el control de los medios de prensa por parte del Partido Comunista y que el acceso a Internet es restrictivo y costoso para el pueblo.
No obstante, existe una extendida red para burlar la censura del régimen mediante la introducción desde el exterior de memorias USB, discos duros y mails con contenidos varios e informativos.
La Fundación Bertelsmann destaca que la represión a los opositores y a las ideas disidentes continúa pero que, sin embargo, ha habido un cambio de estrategia en que se trata de controlar el descontento mediante detenciones breves y medidas policiacas de acoso preventivo a diferencia de las largas condenas de antaño.
El estudio de la Fundación Bertelsmann dice que el régimen ha cambiado su retórica agresiva para referirse a la diáspora isleña, pero que la mantiene para los exiliados políticos y los líderes de organizaciones anticastristas y que no existe en absoluto ningún vestigio de movimiento opositor dispuesto a cambiar al régimen por la fuerza.
Además el informe muestra que el nivel de desconfianza entre la ciudadanía de la isla (por la labor de los servicios de delación que maneja el régimen mediante la policía política), no es posible medirla debido a la falta de encuestas de opinión pública verdaderamente independientes.
El estudio prevé en las conclusiones que el régimen comunista no implementará ningún tipo de reforma democrática en la isla. Que las reformas económicas deberían de profundizarse debido a la crisis en Venezuela y que el restablecimiento de relaciones con Washington debería de aumentar la presión doméstica por una mayor liberalización.
No obstante, advierte que a corto plazo al menos la octogenaria elite gobernante presionará para mantener el control del Estado y por la no profundización de las reformas de mercado y por regresar a la ortodoxa línea comunista del pasado.
La gran pregunta es, dice el informe, si la masa de la población permanecerá pasiva como en el pasado ante las arbitrarias decisiones de la élite gobernante.
La mitad de las democracias de América Latina son calificadas por el informe de la Fundación Bertelsmann de defectuosas y algunas, como Ecuador, Nicaragua y Guatemala, de "muy defectuosas".
El aumento de las protestas sociales puede representar una oportunidad para profundizar la democracia, pero también un riesgo de polarización de las sociedades, añade el estudio de la Fundación Bertelsmann, con sede en Gütersloh (norte de Alemania).
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