martes, 30 de agosto de 2016

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA.

POR: GUIJE CUBA

 Natalicios cubanos:



Rodríguez, Luis Felipe: -Nació en La Habana el 30 de agosto de 1879. Se educó en Nueva York, para donde emigró su familia. A su regreso a Cuba colaboró en “Cuba Libre”, “El Fígaro”, “América”, “Letras”, “Bohemia”, “Carteles” y otras. En 1903 ingresó en la carrera consular. Publicó varias obras literarias. Fue premiado en el certamen de “El Mundo” (20 de mayo 1903) su cuento “Almas de Ave”, en Buenos Aires su “Poema del amor y de la muerte” recibió otros lauros. Pronunció conferencias en el Círculo de Amigos de la Cultura Francesa, Lyceum, Agrupación Jóvenes del Pueblo y en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

Guije.com - estudios en la cultura y la historia de Cuba El 30 de agosto en la Historia de Cuba

• 2008 -

- El centro del huracán Gustav entró a Cuba por Pinar del Río.

   El huracán Gustav, siguiendo el mismo rumbo de este a oeste por las aguas al sur de Cuba que mantuvo el huracán Fay unos días antes, cambió su rumbo hacia el norte cerca de Isla de Pinos, donde a pesar que el ojo no entró, causó mayores daños en algunas poblaciones incluyendo Nueva Gerona y Santa Fé, y penetró en la Provincia de Pinar del Río, causando grandes estragos en los municipios de CandelariaSan CristóbalLos Palacios y Consolación del Norte, antes de dirigirse hacia el Golfo de México. Desde su proximidad a Isla de Pinos hasta que salió por la costa norte de Pinar del Río, mantuvo vientos máximos sostenidos de un ciclón de categoría 4. No causó muertes a pesar de los grandes daños ocasionados.

   El 18 de agosto el huracán Fay entró por Jagüey Grande, cruzando Cuba de sur a norte por la Provincia de Matanzas.

Daños efectuados por Gustav el 30 de agosto del 2008 en Pinar del Río, Cuba.
Huracán Gustav - 30 de agosto del 2008
Torre eléctrica de alta tensión en la Autopista en Pinar del Río
Más fotos de los desastres ocasionados por Gustav

• 1896 -

Antonio Maceo en Pinar del Río.



José Miró Argenter en “Cuba Crónicas de la Guerra (La Campaña de Invasión) - Tomo III: Segunda Edición” de la Editorial Lex, 1942, páginas 76-77 describe los acontecimientos del 30 de agosto de 1896 en la Historia de Cuba:

   ...“Mientras Maceo, dominado por la inquietud, procuraba por todos los medios adquirir noticias de la expedición, que no podía obtener en aquellos días, se ventilaban hechos de armas en todas las comarcas de Pinar del Río, que demostraban el valor y la fe de nuestros parciales y el exacto cumplimiento de las instrucciones que dictó Maceo al emprender la jornada de Occidente. Por Lechuza y Manuelita el general Suárez Inclán tuvo encuentros con los insurrectos que defendían las lomas de Tapia, y aun cuando eran pequeñas fracciones del regimiento de Pedro Delgado (pues este jefe se hallaba con Maceo en la zona occidental), la columna española experimentó bajas. Suárez Inclán declaró, en el parte de la acción, que el enemigo al mando de Pedro Delgado, tuvo cuatro muertos y la columna un sargento y dos soldados gravemente heridos. La noche del 30 de Agosto fue volado el puente de hierro sobre el río Bayate, y cortada la línea del ferrocarril en el kilómetro 90, el tren conducía la columna del general Echagüe, la cual tuvo que continuar el viaje a pie hasta Candelaria. El día 28 la columna del teniente coronel Chacel sostuvo reñido combate en los límites orientales de la provincia, los españoles tuvieron cuatro muertos y tres heridos graves (parte oficial de la acción). La noche del 30 fueron tiroteados los fuertes de Viñales e incendiadas algunas casas próximas al pueblo, operación que había encomendado Maceo a los destacamentos de retaguardia, a su paso por aquella línea. También en las lomas occidentales la hostilidad se manifestó de un modo patente. Fue volada la alcantarilla número 137 de la línea férrea, entre la Herradura y la estación de Santa Clara, y atacado el destacamento de las Ovas. El pueblo de San Juan y Martínez fue objeto de una seria embestida por parte de los insurgentes, que penetraron en la localidad y sostuvieron residas escaramuzas con el destacamento que la guarnecía. La columna de Wad Ras, protegiendo trabajos de fortificación en Mantua, hubo de mantener cuatro horas de fuego contra los insurrectos de la brigada Occidental que trataban de interrumpir la construcción de los nuevos reductos: tuvieron los cubanos seis heridos y los españoles confesaron cuatro bajas de tropa y la del capitán Alonso. En el embarcadero de Juan López, frente a los Sitios, los rebeldes hostilizaron rudamente el cañonero Aguila; la embarcación de guerra contestó a cañonazos, pero el plomo de los mambises le ocasionó cuantiosos desperfectos. Por dondequiera que Maceo encaminara sus pasos, sonaban los clarines de una y otra parcialidad, los actores entraban en función y retumbaba el trueno de la batalla.”

• 1895 -

José Maceo, El León de Baconao.





- Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 491-492 nos describe los acontecimientos del 30 de agosto de 1895 en la Historia de Cuba:

   “Las ruinas de Ramón de las Yaguas, destruido en los albores de la guerra, parecieron destinadas, andando ya la segunda mitad del año de 1895, a ser teatro de sucesos sonados entre españoles e insurrectos. Los primeros supieron que por allí se encontraba el general José Maceo, y encaminaron sus pasos a sorprenderlo y capturarlo. Ya el 29 de agosto, como si marchase hacia la consecución de algo muy seguro y cierto, una columna compuesta de fuerzas regulares y de movilizados salió de Guantánamo con rumbo a Ramón de las Yaguas. Iban a su frente el coronel Canellas y el comandante de voluntarios Pedro Garrido, verdadero director, según observó el general José Miró, de aquellas operaciones.

   “"Los españoles -agregó Miró- iban a tiro hecho, como suele decirse, a sorprender al León de Baconao, que se hallaba achacoso, dentro de madriguera conocida, y, por lo tanto, fácil de capturar en aquella estudiada operación cinegética. Acaeció, sin embargo, lo que no habían previsto los astutos cazadores: que el León, habiendo dejado el lecho, estaba sobre aviso, arrogante y fiero en la montaña, y que en vez de uno, rendido y doliente, tropezaron con dos, entrambos acechadores, los cuales convirtieron la sorpresa en batalla y la batalla en carnicería."

   “José Maceo conoció oportunamente cuanto en Guantánamo se preparaba y se ponía en ejecución con el propósito de asaltar su campamento. Se olvidó de sus dolencias físicas. Estuvo atento sólo al peligro que se aproximaba. Así, impetuoso e indomable frente a la amenaza del enemigo, el 30 de agosto de 1895 se hallaba de centinela en los altos de Santa María de Savigne, entre tanto la columna española, pues ya atardecía, se detenía en las ruinas mismas de Ramón de las Yaguas. Los combatientes iban ocupando las posiciones para iniciar la lucha cruenta.

   “El guerreador cuya captura buscaban los españoles no se contentó con aprestarse por sí solo para la brega. Apenas cerciorado de la proximidad de los adversarios, puso un correo a su hermano Antonio, que se hallaba sobre la línea férrea de San Luis a Santiago de Cuba. El general Antonio recibió el aviso a las seis de la tarde del mismo 30 de agosto. Al punto tomó la ruta de Ramón de las Yaguas. Necesitaba, para acudir a tiempo en auxilio del general José, realizar una jornada extraordinaria: necesitaba hacer una marcha de nueve leguas, sin un instante de descanso, en noche tenebrosa y por sendas poco menos que intransitables. Pero no hubo obstáculo para el general Antonio placeo, y a las tres de la madrugada se encontraba ya en las inmediaciones de Ramón de las Yaguas, presto a poner de relieve el ímpetu y la valía de su tropa.”

- Antonio Maceo y José Maceo en Sao del Indio (31 de agosto de 1895) por José Miró Argenter.

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