Se acerca el 60 aniversario del ascenso al poder del régimen de los Castro el 1ro de enero de 1959 y Archivo Cuba se da a la triste tarea de informar sobre las muertes documentadas del año 2018. Asimismo, difunde en su portal www.ArchivoCuba.org la actualización del trabajo en progreso sobre muertes y desapariciones durante seis décadas de régimen comunista. La cuenta va por 7,330 casos, todos con su registro individual (vea database.cubaarchive.org). Este es el resultado a la fecha de una investigación en curso que sigue estando muy limitada por el carácter cerrado de la dictadura cubana así como por falta de recursos para la tarea de documentación.
El costo real en vidas es mucho mayor del que arrojan nuestros hallazgos parciales, sin embargo cada uno de los casos que han sido documentados tejen una historia de injusticia e impunidad. Aparte de los miles de cubanos anónimos que perecen y desaparecen en prisiones y estaciones de policía en la isla o que huyen del país, cientos de miles de víctimas de la subversión internacional de Cuba y las guerras en varios continentes siguen sin ser registradas. De los ciudadanos de muchos países que están entre las víctimas, muy pocos están capturados en la base de datos. Probablemente nunca sabremos cuántas vidas se han perdido realmente con la "revolución cubana", pero podemos recordar a sus víctimas, lamentar su pérdida, honrar el dolor de sus seres queridos y seguir luchando contra la impunidad y la tiranía.
Informe del 2018
Aunque estamos conscientes de que es sólo un asomo a la magnitud del problema, se documentaron 20 muertes en 2018 atribuidas al estado cubano. Además, 112 de los 113 pasajeros de un vuelo de Cubana de Aviación perecieron poco después del avión despegar de La Habana en ruta a Holguín. Las víctimas de este accidente aéreo no están incluidas en la base de datos de Archivo Cuba en espera de los resultados de la investigación sobre la causa del accidente, sin embargo, hay fuertes indicios de negligencia grave por parte de las autoridades de aviación civil de Cuba. Vea nuestro informe "La crisis de la aviación comercial de Cuba y su preocupante historial de desastres aéreos." Si el estado cubano resulta siendo responsable del siniestro, la cuenta de muertes documentadas para el 2018 sería de 132.
A continuación, vea breves perfiles de las víctimas del 2018
Sólo podemos describir brevemente las circunstancias de muerte de las víctimas, sin embargo, recordamos a los lectores que todas estas personas tuvieron sueños y esperanzas que le fueron destrozados prematuramente y dejando seres queridos sumidos en el dolor y la angustia.
I. Asesinatos extrajudiciales probables: dos ex presos políticos probablemente murieron a consecuencia de los abusos cometidos por agentes estatales.
El defensor de los derechos humanos Alexei Pécora Ravel, de 43 años, murió el 3 de septiembre de 2018 en el hospital provincial de Santiago de Cuba tres días después de sufrir una hemorragia cerebral probablemente provocada por abusos a manos de las autoridades. El miembro activo del grupo de oposición UNPACU (Unión Patriótica de Cuba) había sufrido numerosos arrestos, golpizas y amenazas. Lo habían lazado de un vehículo en movimiento por instrucción de un policía, causándole lesiones en el cuerpo y la cabeza; estas últimas le afectaron la visión, la audición y la memoria y le provocaron fuertes dolores de cabeza. Sus compañeros activistas creen que resultaron en la hemorragia cerebral. Los agentes de la Seguridad del Estado impidieron que defensores de los derechos humanos asistieran a su funeral.
El ex preso político José Gabriel Ramón Castillo, Pepín, de 61 años, murió el 16 de julio de 2018 en el Hollywood Memorial Hospital de Florida, EE. UU. de una cirrosis hepática que se sospecha fue provocada por las autoridades de prisión en Cuba. El periodista independiente y defensor de los derechos humanos fue liberado de prisión por razones médicas a petición del gobierno español y enviado al exilio en España en 2008; eventualmente se mudó a los Estados Unidos. En Cuba, había estado cumpliendo 20 años de prisión después de que él y otros 74 miembros de la sociedad civil fueran castigados con décadas de privación de libertad durante la Primavera Negra del 2003. Pepín había llegado a la cárcel con buena salud, pero contrajo hepatitis, diabetes y dermatitis severa durante, condiciones agravadas por la falta de tratamiento médico y la tortura psicológica y de otros tipos a las que fue sometido. Pepín había trabajado en la Universidad de Oriente, pero fue expulsado en 1993 por fundar una organización de derechos humanos, el Instituto Independiente Cuba y Democracia, que ofrecía talleres sobre derechos cívicos en su hogar en Santiago de Cuba. Había soportado hostigamiento, arrestos y amenazas persistentes de las autoridades. Vea su testimonio filmado de 2009 (5:17 minutos).
II. Siete muertes en detención/prisión
Un detenido fue asesinado extrajudicialmente, las autoridades informaron que tres presos se suicidaron (fueron suicidios inducidos o asesinatos) y cuatro presos murieron por falta de atención médica.
Nota: Archivo Cuba documenta muertes en prisión o detención sin importar la causa. Sin embargo, sólo se conoce una pequeña fracción de las muertes reales que ocurren en las prisiones de Cuba y hay una falta extrema de acceso a los centros de reclusión en Cuba. Los casos denunciados sirven para ilustrar las terribles condiciones y los abusos que todos los presos, comunes o políticos, deben soportar. Vea el informe de Archivo Cuba de agosto 2018 "Persisten los asesinatos extrajudiciales de presos en Cuba” y el de octubre 2018 “¿Cuántos presos políticos hay en Cuba?”
Yojander Espinosa Rodríguez, de 28 años, fue hallado muerto, colgando, en su celda de castigo el 2 de mayo de 2018 en la prisión provincial de Canaleta, Ciego de Ávila. Sus compañeros de prisión sospechan que los guardias lo mataron. Estaba cumpliendo una sentencia de 8 años de prisión por robar en una tienda de comestibles.
Raidel García Otero, de 29 años, murió el 23 de enero de 2018 en el Hospital Salvador Allende de La Habana. Era técnico económico de una compañía militar y estaba recluido en la prisión de Valle Grande con "medida de precaución" desde octubre de 2016. Sus compañeros presos notificaron a la familia que estaba muy enfermo, sufriendo una inflamación de los órganos, y sin recibir atención médica. Sus padres fueron a la prisión, pero no se les permitió verlo. Fue trasladado al hospital en estado de coma sin notificarle a su familia y murió cuatro días después.
Geovany Matos Mata, de 27 años, presuntamente se ahorcó el 1 de enero de 2018 en la prisión de Canaleta, Ciego de Ávila. Había estado pidiendo asistencia médica y humanitaria a las autoridades de la prisión, pero en cambio fue golpeado varias veces por los guardias.
Miguel Ángel Martínez Torres, de 44 años, murió el 23 de febrero de 2018 en la prisión de Canaleta, Ciego de Ávila, de un supuesto ataque cardíaco, habiéndosele negado atención médica. Fue llevado al hospital provincial de Ciego de Ávila después de quejarse de dolores de cabeza y dolor en el pecho. El médico ordenó que permaneciera en observación, pero el oficial de la prisión se negó y lo llevó de regreso a la prisión, donde murió en su celda sin atención médica alguna.
Alejandro Pupo, de 46 años, fue asesinado por agentes estatales en una estación de policía en Placetas, provincia de Villa Clara, el 9 de agosto de 2018. Fue arrestado dos días antes por carreras de caballos ilícitas, pero su familia insiste en que los cargos eran fabricados. Según otro detenido, estaba con una crisis nerviosa cuando varios policías lo golpearon con palos y bastones y lo tiraron al suelo, pateándolo. Fue sólo después de que otros detenidos se quejaron que las autoridades penitenciarias recogieron su cuerpo sin vida; lo declararon muerto al llegar al hospital. La familia insistió en ver el cuerpo y éste presentaba múltiples signos de trauma. Se permitió un funeral pequeño con una fuerte presencia policial y se impidió que activistas de derechos humanos asistieran. Un compañero detenido que presenció el asesinato y los familiares de la víctima lo denunciaron por video y publicaron fotos del cuerpo lesionado en la cuenta de las redes sociales de Antúnez, un destacado activista de derechos humanos de Placetas. Sufrieron amenazas y arrestos de las autoridades y algunos fueron obligados a retractarse; un niño de 4 años fue empujado y arañado durante el arresto de sus padres.
Alejandro Socarrás Rodríguez, de 40 años, fue hallado colgando, en un supuesto suicidio, el 5 de septiembre de 2018 en la prisión de Guamajal, provincia de Villa Clara. Cumplía una condena de 17 años de prisión por desacato. Las autoridades penitenciarias se negaban a proveerle tratamiento para su enfermedad mental y sostenían que fingía estar loco. Había sufrido dos palizas por parte de los guardias de la prisión.
Bárbaro Verdecia, de 29 años, murió en octubre de 2018 en la prisión Combinado del Este de La Habana. El preso común había contraído una infección bacteriana y murió sin recibir atención médica.
III. Cuatro personas murieron en intentos de salida de Cuba (migración forzada).
Vivian Rondón Reyes, de 28 años, se ahogó en el mar Caribe cerca de Honduras. Había salido de Cuba en un pequeño bote la semana anterior como parte de un grupo de 18 que intentaba llegar a los Estados Unidos. Ella y un pasajero masculino se habían ido por la borda durante una tormenta; el hombre fue rescatado y el cuerpo de Vivian apareció tres días después. Los otros 16 pasajeros llegaron a la isla hondureña de Guanaja.
Osmani Hidalgo Leyva, de 21 años, y el matrimonio de Niurka García Roque, de 46 años, y Reinaldo Delgado Díaz, de 45 años, murieron en Santa Victoria del Palmar, Brasil, junto a otras cinco personas en un accidente automovilístico. Los tres habían volado a Guyana y desde allí a Porto Alegre, Brasil, donde abordaron un taxi a la región de Chuí, intentaban ingresar ilegalmente a Uruguay a buscar trabajo. El padre y el hermano de Osmani, que también estaban en ruta a Uruguay, iban en otro taxi y fueron los primeros en llegar al lugar del accidente.
IV. Seis médicos cubanos, “colaboradores internacionalistas” en áreas remotas de Brasil, murieron en accidentes o por razones de salud.
Ramón Domínguez Rivera (16/8/2018), Jaime Alfonso Martínez (10/2018), Luis Alberto Martínez Vila (17/7/2018), Adrián Reyes Valverde (29/4/2018), Yanier Samón de Hombre(2/8/2018), y Eduardo Vázquez Roque (5/11/2018) están incluidos en la base de datos de Cuba Archive porque todos laboraban al servicio del estado cubano en circunstancias de explotación, condiciones de privación y eran sujetos a la violación sistemática de sus derechos humanos básicos tales como la confiscación de salario, la separación forzada de sus familias, la incapacidad de abandonar o ingresar libremente a su país y la incapacidad de ejercer su profesión libremente. Para mayor detalle sobre esto, que se considera tráfico de personas, consulte nuestro Resumen y el enlace a nuestro trabajo sobre este tema (mayormente en inglés).
Jorge Alberto Borrego Cabrera, de 42 años, médico “colaborador internacional” de Cuba en Brasil desde el 2014 también murió en el vuelo de Cubana de Aviación que se estrelló el 18 de mayo de 2018. Estaba en Cuba de vacaciones desde su puesto. en Brasil.
Nuestros mejores deseos en el 2019
Este trabajo busca fomentar una cultura de respeto por la vida y el estado de derecho. Recopilamos y contamos la historia de las víctimas de la revolución cubana en la esperanza de que las personas y las naciones comprendan la esencia violenta y represiva del régimen cubano y se sientan llamados a apoyar las legítimas libertades que merece el pueblo de Cuba.
Que todos los seres que sufren de represión logren ser libres. Que el mundo encuentre la armonía, la paz y la justicia inspirados por la compasión. Todo lo mejor en el 2019 para ustedes que nos apoyan y siguen nuestro trabajo. |
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