Surgen nuevos detalles sobre el juicio a José Daniel Ferrer
“El juez no dejaba casi brindar datos a la defensa, coartaba los testimonios a favor, pero no los que eran en contra. Más bien actuaba como fiscal, así estuvo todo el tiempo”
SANTIAGO, Cuba. – El líder opositor cubano José Daniel Ferrer García ha cumplido cinco meses en prisión y nuevos detalles sobre su juicio salen a la luz.
Luego de más de cuatro meses en una celda de castigo de la prisión Aguadores, el pasado 26 de febrero tuvo lugar en Santiago de Cuba la vista oral con una duración de 13 horas.
Solo lograron estar presentes algunos familiares, aunque la vista era pública. Los demás que quisieron participar fueron impedidos a través de amenazas, detenciones y retenciones domiciliarias que se dieron antes y durante del día 26 en varias partes del país.
CubaNet, conversó con José Daniel Ferrer Cantillo, hijo de 17 años de José Daniel Ferrer que ha tenido que afrontar otra vez un proceso arbitrario contra su padre. Danielito, como le conocen amigos y familiares, junto a sus hermanos ha sido testigo y víctima de la represión del régimen cubano. A su corta edad ha sufrido varias detenciones y asaltos con robos a su vivienda.
“No ha sido nuevo para mí, aunque yo tenía meses de nacido cuando encarcelaron a mi papá en 2003, pasó más de ocho años preso, y recuerdo los plantones de mi madre Belkis Cantillo para que lo dejaran ver en las diferentes prisiones a donde lo trasladaban”.
Aunque el régimen cubano se empeña en aparentar lo contrario, según testigos y el propio hijo de Ferrer, el juicio fue dirigido por la Seguridad del Estado. Más de 40 personas estuvieron dentro de la sala del Tribunal, pero solo una decena eran familiares de los acusados. El resto estaba conformado por conocidos oficiales vestidos de civil y otros completamente desconocidos.
Pero, ¿quién era el hombre que estaba en la puerta lateral del estrado?
“Tenía entre 28 y 30 años, era medio indio y medía aproximadamente 1.75. Era él quien hacía señas al juez cuando se mencionaba el tema político, cuando algún testimonio beneficiaba la defensa o se evidenciaba la manipulación de la policía política”, aseguró el hijo de Ferrer.
“Entonces el juez no dejaba casi brindar datos a la defensa, coartaba los testimonios a favor, pero no los que eran en contra. Más bien actuaba como fiscal, así estuvo todo el tiempo.”
Mientras transcurría la audiencia, un oficial del Departamento de la Seguridad del Estado informó a dos testigos neutrales que el juicio se había pospuesto para el día siguiente. Más tarde, fueron buscados para declarar. Estos testigos afirmaron que el acusador no presentaba lesiones al día siguiente de que supuestamente ocurriese el hecho. Declararon que por el contrario, se estaba despidiendo de los vecinos con mucha pena por el comportamiento que habría tenido el día anterior.
Uno de los principales testigos fue Ebert Hidalgo Cruz, quien recurrió al Tribunal un día antes del juicio a denunciar las amenazas recibidas por parte del MININT. “Nunca me dejaron decir que había sido coaccionado por la policía política, ni que estaba vigilado por ellos todo el tiempo, me dijeron que eso no venía al caso.”
En la sala, estuvo presente Maribel Cabreja, esposa del acusador, que antes y durante la detención de Ferrer, habló vía telefónica con más de un activista, y denunció las presiones que sobre su esposo estaría ejerciendo la Seguridad del Estado, para que incriminase al líder de UNPACU de haberle provocado lesiones.
Pero el juez no permitió que Maribel compareciera ni que se utilizara el argumento de sus denuncias vía telefónica por no haber sido citada previamente.
“No dejaron utilizar el video ni el audio, pero el instructor del caso que se llama Roberto sí llevó unas fotos donde se ve la marca de un golpe alrededor de la cadera, y llevó un palo de escoba con el que supuestamente se le golpeó al acusador. Resulta que era imposible que eso se hubiese hecho con un palo de madera porque que no se dobla, era la misma forma de una tonfa y Sergio –el acusador- había sido golpeado por la policía, eso consta en las redes sociales”, aseguró Daniel.
Según los testigos y familiares quedó completamente demostrada la inocencia de los acusados. Ferrer García, que poco pudo defenderse ante la negativa del juez de que mencionara palabras como policía política, represión, UNPACU, activistas, etc., al final tuvo la palabra.
“Yo soy el que acuso al fiscal, al juez, al Tribunal entero, a Raúl Castro, a Díaz-Canel y a la dictadura de haberme encarcelado a mí y a mis compañeros injustamente, por todos los presos políticos y por todos los crímenes que han cometido impunemente.”
A las 11.00 pm, el jurado informó que quedaba concluso para sentencia, y ratificó la petición fiscal de nueve años para José Daniel Ferrer, ocho años par José Pupo y siete años para Fernando González y Roilán Zárraga.
Desde el minuto cero, el régimen cubano, a través de las redes sociales y sus propios medios de comunicación, ha intentado fusilar la imagen de líder de pueblo que Ferrer se ha ganado en todos sus años de lucha a favor de un cambio de sistema en la isla.
Durante estos cinco meses, importantes instituciones, personalidades, políticos, artistas, la Unión Europea y el propio Gobierno de Estados Unidos han exigido firmemente la libertad del líder de UNPACU.
Las redes sociales se han inundado con el hashtag #FreeFerrer y “YoSoyElQueAcusa. Según estadísticas a las que CubaNet tuvo acceso gracias a la influencer Liu Santiesteban, se han enviado más de 40 000 tuits con un alcance de más de 50 millones de personas.
“Sin dudas el régimen teme al liderazgo que José Daniel Ferrer tiene dentro y fuera de Cuba. Teme al apoyo internacional que como figura tiene, y que podría liderar una transición pacífica a la democracia en la isla. Ante esto, ha preferido pagar el costo político que conlleva su injusto encarcelamiento”, declaró Santiesteban.
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