"Tales revendedores están abusando de sus propios congéneres, y eso se está permitiendo", indicó el texto, que aseguró que no se está aplicando el título V del Código Penal cubano, que contempla penas de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas a quien "adquiera mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro o ganancia" y al que "retenga en su poder o transporte mercancías o productos en cantidades evidente e injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales."
5 de Septiembre aseguró que sus reporteros han visto cómo "la mercancía pasa directa del camión estatal al carrito del privado", indicando que la corrupción estatal existe a ojos vista, aunque no precisó si la ha denunciado.
La nota prefiere poner en boca de José Pérez García, un cienfueguero, una frase según la cual existe una gran responsabilidad "de las administraciones con el alza del acaparamiento debido a la ausencia de medidas eficaces", pues su invectiva va dirigida a las personas que, según dice, "viven 'a costilla de la gente', sin importar que detrás de su actitud, otros tienen el agua justo encima del cuello."
El Gobierno ha impuesto medidas de racionamiento más duras que las habituales en Cuba desde que a partir de 2018 comenzó a experimentar problemas de liquidez para importar productos básicos, sobre todo alimentos, que la economía de la Isla no produce.
La narrativa de las autoridades suele culpar al embargo de EEUU, agudizado tras las nuevas sanciones contra La Habana aprobadas por la Administración de Donald Trump, pero evita indicar que la
escasez es una de las constantes en la vida del cubano.
El chivo expiatorio predilecto del Gobierno ha sido culpar a los "acaparadores" de la escasez, cuando estos siempre han existido en los mercados cubanos, y son el principal alimento para el mercado negro que, dado el desabastecimiento, permite sobrevivir a muchos.
El Gobierno de Miguel Díaz-Canel ha bautizado esta renovada etapa crítica como "Periodo Coyuntural", para evitar calificarla con el término "Periodo Especial", otro eufemismo para nombrar la crisis que se profundizó en los años 90 y de la que el país nunca ha llegado a recuperarse.
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