La producción de crudo de Venezuela cayó la semana pasada a unos 670.000 barriles por día, el nivel más bajo en cinco meses, debido a las sanciones estadounidenses y una caída global de la demanda, según documentos vistos por Reuters y dos personas con acceso a los datos de bombeo.
Hasta el viernes, la producción de la faja petrolífera del Orinoco, en el sur de Venezuela y la región de mayor bombeo, fue en promedio de solo 364.930 barriles por día (bpd), aunque ese mismo día los campos arrojaron unos 420.340 barriles de crudo extra pesado y lodoso, según un informe interno de la petrolera estatal Pdvsa visto por Reuters.
Esa zona había producido casi 500.000 bpd en enero, según estimaciones privadas. En tanto, la producción en la región occidental del Zulia fue de 150.000 barriles el viernes.
En los campos de crudo liviano del noreste de Venezuela se produjeron 100.000 barriles tras una explosión a inicios de marzo en una estación de bombeo que dejó sin conexión unos 40.000 bpd, dijo el dirigente del sindicato de trabajadores petroleros, Iván Freites, y una persona con acceso a los datos que habló bajo condición de anonimato.
Ni Pdvsa ni el Ministerio de Petróleo de Venezuela respondieron a las solicitudes de comentarios.
Esa cifra marcó el final de una relativa estabilización en la producción de crudo de Venezuela de noviembre a febrero entre los 865.000 a 912.000 bpd, según datos que el país informa a la Opep.
Nicolás Maduro, quien confirmó que Venezuela está vendiendo su petróleo por debajo de los costos de producción, a principios de este mes convocó a una alianza entre las naciones de la Opep y los países que no pertenecen al cartel para estabilizar el mercado a través de un nuevo acuerdo de producción.
Además de la caída de la producción, Pdvsa lucha nuevamente con el aumento de los inventarios de petróleo no vendido a medida que las exportaciones disminuyen y su cartera de clientes se reduce. La caída en marzo se produjo después de que Washington, que busca presionar la salida del cargo de Maduro, sancionó a dos unidades de la compañía petrolera rusa Rosneft que habían sido intermediarias vitales para el crudo de Pdvsa.
El fin de semana Rosneft anunció su retiro de los proyectos en Venezuela y la venta de sus activos en la nación sudamericana a una firma controlada por el gobierno ruso cuyo nombre no reveló. Reuters
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