El Gobierno hace gala de
ahorro energético entre los cubanos, pero teme un nuevo disparo del consumo en los meses más calurosos del verano, cuando más se sufren los
apagones, según cifras oficiales divulgadas y declaraciones del viceprimer ministro
Ramiro Valdés Menéndez.
"Con el verano al doblar de la esquina, todo cuanto se ha hecho en las últimas semanas para revertir la tendencia al aumento creciente de la demanda, debe mantenerse y, además, extenderse a aquellos lugares que aún no se enmarcan en sus planes de energía", publicó el diario oficial
Granma.
Según el órgano del Partido Comunista de Cuba (PCC), el comandante y viceprimer ministro, Ramiro Valdés Menéndez, advirtió en la reunión del Consejo Energético Nacional que "hay que ir particularizando, para saber exactamente cuál es el factor del ahorro y en ese sentido, qué es lo que quedaría por hacer".
En mayo, según el medio oficial, se redujo el consumo promedio diario en 4.383 megawatt hora (MWH) con respecto a abril. Eso representa 1.382.000 litros de diésel sin consumir.
La directora de la estatal Oficina Nacional para el Uso Racional de la Energía (ONURE), Elaine Moreno, explicó que, con esa cantidad de combustible, se podría generar la electricidad para cerca de 23.000 viviendas durante un mes.
Funcionarios de ONURE, no obstante, se quejaron de que "no en todas partes se pone el mismo empeño" en el ahorro de los recursos.
Las provincias de Artemisa, Villa Clara, Santiago de Cuba y Guantánamo "no se enmarcan en sus planes para el mes de mayo, mientras que el resto ha dejado de consumir, hasta ahora, más de 29.400 mwh".
"Que la curva del consumo de energía eléctrica a nivel nacional —después de subir sostenidamente en abril—, tenga desde hace varias semanas una tendencia decreciente, constituye una señal de que las medidas implementadas por los consejos energéticos han dado resultado", dice Granma.
Tatiana Amarán, viceministra de Energía y Minas, advirtió en la
Mesa Redonda del pasado 18 de mayo, que el ahorro es la mejor vía para impedir los apagones programados en el país.
Estos cortes son uno de los principales temores de los cubanos, marcados por la experiencia de la crisis económica de los 90, en la que los cortes eléctricos de más de 12 horas se volvieron cotidianos.
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