martes, 30 de junio de 2020
Represión Masiva en Cuba
lunes, 29 de junio de 2020
Observatorio Cubano
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Pandemia, en tiempos de utopía
Algunos acontecimientos de este 2020 me han conducido a recordar la década de los 60, años de sueños que al final redundaron en horribles pesadillas. Época en la que un amplio número de personas aspiró a grandes y profundas soluciones recurriendo para concretarlas en sacrificios y abusos, convencidos de que el fin justificaba los medios.
Los tiempos como qué se repiten. En los sesenta la mayoría de los actores políticos, amparados en una ideología con una sorprendente capacidad de sobrevivencia, el marxismo, lucharon supuestamente por construir un mundo de oportunidades para todos cuando en realidad estaba empedrando el camino de un infierno que duro hasta la caída del Muro de Berlín, que al parecer, algunos quieren reconstruir.
Los sesenta fueron los años de los Sueños. Frente a la teoría de la Destrucción Mutua Asegurada, -uso masivo de artefactos nucleares en caso de conflicto-, la permanente crisis de una guerra fría que mutaba a rojo con demasiada frecuencia -Crisis de Berlín, de los Misiles en Cuba, Guerra de los Seis Días, Guerra de Vietnam, los Gulags soviético, la Revolución Cultural de Mao y los paredones de Fidel Castro- no cesaba de irrumpir un anhelo de cambio, una necesidad vital de destruir viejas estructuras para crear un mundo supuestamente más justo, donde la soberanía de las naciones fuese una realidad entre iguales, la riqueza un disfrute de todos y la libertad instrumento y fin para conquistar la justicia individual y social.
El ansia de un mundo mejor latía en muchas naciones y se acrecentaba en aquellas que hacían consciencia de sus limitaciones y las injusticias de que eran objeto. Ese nuevo mundo no geográfico, sino socio-político, con plena consciencia de necesidad de redención, era multirracial, de vastísima pluralidad religiosa, de lenguas diferentes, de culturas y tradiciones a veces en conflicto y de formas e ideas políticas diversas.
El Marxismo, con todas sus aberraciones, fue para los conversos el único instrumento de justicia. Renegaron de la inversión extranjera, censuraron la actividad económica privada, instrumentaron un culto al estado-todo-poderoso, una metrópoli política suplantaba la nación y el derecho del individuo nada significaba ante la masa irredenta.
En ese sueño ocupó un lugar prominente la Revolución Cubana. Los harapos de los barbudos embriagaron el lirismo justiciero de los inconformes. El discurso antiimperialista, la dependencia y fidelidad a Moscú, los subsidios de la URSS, ofrecieron una imagen que ocultaba los fracasos económicos del castrismo, la violación de los derechos humanos y la pérdida total de la soberanía.
El soldado cubano se convirtió en instrumento mercenario de los apetitos imperiales del Kremlin.
Sin embargo, la ilusión de un desarrollo acelerado con justicia social, de libertades sin restricciones con fórmulas marxistas, se derrumbó cuando el bloque soviético, incluida la Madre Patria Socialista, cayó por consunción y no por los misiles capitalistas.
En ese entonces fue cuando se hizo público que no existía tal justicia ni desarrollo. Se evidenció que los pueblos estaban hartos de la farsa y que repudiaban a los artífices de la estafa más grande de la historia. Sin embargo, la mala memoria ciudadanía y la vocación suicida y homicida de nuevos autores ha provocado el renacimiento del marxismo que tiene más vidas que un gato.
Los frustrados constructores del “Nuevo Mundo” bregaron por acelerar el desarrollo económico con estabilidad política y económica, los actuales ingenieros sociales procuran transformaciones radicales reescribiendo la historia y conculcando derechos ciudadanos aun antes de conquistar el poder.
En la quimera de los sesenta la mayoría se perdió en el abrazo de oso de la utopía marxista, el populismo demagógico y el caudillismo militar, todo aderezado con el marxismo, convencidos de que quemarían etapas de desarrollo y alcanzarían sus metas. En esta nueva coyuntura el fascismo sazona el histórico marxismo. Un número creciente de personas atropellan los derechos de los otros y no pocas autoridades otorgan facultades a los depredadores.
Los sueños de los años sesenta alcanzaron el delirio cuando la dirigencia contestataria tomó el socialismo real como prototipo, situación que parece repetirse en este 2020 con las propuestas redentoras de los siempre enfebrecidos iluminados por la intolerancia y el poder, tanto marxistas como fascistas, todos febriles con el Covid19.
domingo, 28 de junio de 2020
sábado, 27 de junio de 2020
80 ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCION DE 1940
Por: Lcdo. Sergio Ramos
Hace ochenta años, el primero de julio de 1940, en el poblado de Guáimaro, Provincia de Camagüey, tuvo lugar un trascendental hecho histórico que honraba a los patriotas cubanos que el 10 de abril de 1869 habían proclamado la primera constitución la República de Cuba, en aquella ocasión, en armas. Se trataba esta vez de la promulgación de la Constitución de 1940. Y una vez firmada, la Carta Magna de la República de Cuba fue remitida para su publicación en la Gaceta Oficial, publicándose el 8 de julio de ese año y entrando en pleno vigor el 10 de octubre de 1940.
La Constitución de 1940 fue una fundamentalmente democrática y avanzada para su época y sus disposiciones garantizaban con plenitud los derechos humanos y civiles de todos los ciudadanos cubanos. Desde el punto de vista procesal, aquella ley suprema de la República de Cuba fue debatida ampliamente, redactada y aprobada con plena participación de todas las corrientes políticas del país, desde la derecha, pasando por el centro democrático, hasta la izquierda. Fue el resultado del consenso dentro del marco del pluralismo social y político.
La misma fue promulgada tras un proceso constituyente muy distinto al que tuvieron las constituciones impuestas por la tiranía castrista en los años 1976, sus enmiendas de 1992 y del 2002, y la más reciente del 2019. En la elaboración de todas las constituciones castristas y sus enmiendas solo participó una minoritaria facción de la sociedad y la política cubana, ya que todas estas fueron obra exclusiva de un solo partido (El comunista) y en la redacción de estas solo participaron la minoritaria facción de dirigentes del Partico Comunista de Cuba.
A diferencia de las constituciones castristas impuestas al pueblo cubano, la democrática Constitución de 1940 reconoce en su artículo 2 que: “La soberanía reside en el pueblo y de este emanan todos los poderes públicos”. En cambio, la actual constitución castrista en su artículo 5 coloca al minoritario Partido Comunista como “…la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado.” con lo cual le arrebata al pueblo cubano --- al ciudadano cubano --- la soberanía que por derecho propio le corresponde. Peor aún, establece un régimen discriminatorio, haciendo a los miembros de ese minoritario partido “superiores” al resto de los ciudadanos. Sin embargo, la Constitución de 1940 en su Artículo 20, establecía que “Todos los cubanos son iguales ante la Ley. La republica no reconoce fueros y privilegios.”
Otro dato importante de la Constitución de 1940 es que se adelantó en su tiempo a la promulgación de los Derechos Humanos de la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas la cual fue aprobada el 10 de diciembre de 1948, o sea ocho años antes que la promulgante Resolución 217 de 1948. Los derechos humanos que garantiza dicha declaración de la ONU, están plenamente garantizados por la Constitución de 1940. Veamos:
La Igualdad ante la ley del artículo 7 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está contenida en el citado artículo 20 de la Constitución de 1940
El derecho a la vida del artículo 3 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está contenida en el artículo 25 de la Constitución del 1940 prohibiendo la pena de muerte.
La no detención arbitraria y el derecho a remedio efectivo ante el tribunal imparcial de los articulo 8 y 9 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU están establecidos en los artículos 26, 27, 28 y 29 de la Constitución del 1940
La inviolabilidad de la correspondencia y el derecho a la privacidad del artículo 12 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está garantizada por el artículo 32 de la Constitución del 1940
La libertad de expresión del pensamiento de los artículos 18 y 19 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está contenida en el artículo 33 de la Constitución del 1940
La libertad de culto religioso del artículo 18 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está protegida en el artículo 35 de la Constitución del 1940
La libertad de asociación del artículo 20 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está garantizada en el artículo 37 de la Constitución del 1940
El derecho a la propiedad del artículo 17 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está contenida en el artículo 24 de la Constitución del 1940
El derecho a la participación en el gobierno del país del artículo 21 de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, está establecido en el artículo 38 de la Constitución del 1940. Y así sucesivamente con otros derechos civiles y humanos más.
Además, garantizaba las elecciones libres y que el voto fuera universal, igualitario y secreto (Articulo 97) con garantía al pluralismo político al permitir la libre organización y participación de partidos políticos acorde al artículo 102 de dicha constitución. Más aun, garantizaba la participación y representación de las minorías en el gobierno según el artículo 103; derechos estos, que coarta la constitución de castrista del 2019 al imponer el mono-partidismo supremacista del minoritario Partido Comunista, discriminando a todas las otras vertientes del pensamiento político y social del país, excluyendo y coartando la diversidad de pensamiento y de criterios que por su propia naturaleza tienen todas las sociedades.
A diferencia de la constitución castrista que concentra excesivamente los poderes del estado en el poder ejecutivo bajo un solo partido, el comunista, la Constitución de 1940 fundaba al país bajo el concepto de la Separación de Poderes: El ejecutivo, el legislativo y el judicial (Articulo 118). Bajo este modelo de peso y contrapeso, ningún poder es superior al otro, cada cual es autónomo en sus funciones específicas y se monitorean unos a otros, para evitar el abuso y el acaparamiento del poder en una o pocas manos, haciendo realidad que la soberanía recaiga en el pueblo.
Si tomamos en cuenta el procedimiento para enmendar o derogar la Constitución de 1940 establecido en el Titulo XIX (Artículos 285 y 286) estas nunca fueron seguidas por la dictadura al momento de promulgar la constitución comunista de 1976, lo cual, desde el punto de vista de derecho, la hace ilegitima, impuesta de facto, además de por su naturaleza excluyente que hubo en su redacción y promulgación, toda vez que fue obra de una facción minoritaria del pueblo.
Luego la constitución de jure de Cuba es la del 1940, aunque este bloqueada de toda vigencia a causa del régimen dictatorial y totalitario que impuso al pueblo la excluyente y opresiva constitución del 2019 que rige de facto.
Ante esa imposición, la Constitución de 1940 en su artículo 40 al párrafo segundo reconoce el derecho del pueblo a la resistencia (‘Ius Resistendi’) al establecer que: “Es legitima la resistencia adecuada para la protección de los derechos individuales garantizados anteriormente.” Luego las acciones de la valiente oposición cubana en pos de sus derechos humanos y civiles y las libertades del pueblo, acorde este ordenamiento constitucional de 1940, son totalmente legitimas.
Tristemente, en nuestra historia, las ambiciones de poder, pisotearon y violentaron aquella democrática Constitución de 1940, trayendo dictaduras que solo han causado sufrimiento, dolor y lágrimas a nuestro pueblo.
Hoy a 80 años de tan excelsa pieza legislativa, honremos a aquellos compatriotas constituyentes del 1940 que supieron seguir el llamado del ilustre legislador José Manuel Cortina al plantear en su discurso inaugural en la escalinata del Capitolio de La Habana “¡Los partidos fuera, la patria dentro!” para darle al pueblo cubano una Carta Magna verdaderamente democrática.
La Constitución de 1940 fue y es una carta magna del pueblo, por el pueblo y para todo el pueblo cubano.
San Juan, Puerto Rico a 27 de junio de 2020.
viernes, 26 de junio de 2020
¡LOS DÓLARES, CÓMO LE GUSTAN A LA TIRANÍA SOCIALISTA CUBANA!
Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
Sígame en: http://www.twitter.com/@oscarbiscet
Las vidas de los profesionales de la salud están en el borde de la miseria humana en la Cuba socialista; por eso pueden contratarlos para las misiones médicas.
La trata de personas es un flagelo que aún pervive en la sociedad moderna del siglo XXI. Si bien en muchos países es impulsada por las ambiciones individuales y de grupos, ambos fuera de ley, existe el caso muy particular en esas circunstancias inmorales, que es el régimen de Cuba.
El régimen castrocomunista en la actual pandemia por COVID-19 ha incrementado sus ingresos monetarios con la exportación de los servicios médicos a los países afectados con esa enfermedad infecciosa. Pero lo más bochorno y triste es que el personal sanitario es expoliado de una parte importante de su salario y la permanencia en los lugares asignados para sus labores están bajo la vigilancia del aparato represivo de inteligencia policiaca del Estado cubano.
Esos profesionales de la salud son oprimidos y explotado por el régimen cubano, a esas condiciones de explotación las denominaría la neoesclavitud y una de las características más llamativa es la trata o el tráfico de persona. Todo ese próspero negocio sucio está enmascarado con la solidaridad, que violan los tratados internacionales de derechos humanos y de la Organización Internacional del Trabajo.
En esto momento en los EEUU existe un enfrentamiento intelectual, donde la guerra cultural se ha desencadenado en las calles, con la destrucción de símbolos de la nación, supuestamente en relación con la esclavitud, la trata de esclavo y el racismo, aunque institucionalmente no existe esta vergüenza de la humanidad, los extremistas de izquierda la exacerban para cumplir sus sueños de destrucción del legado de la cultura occidental.
En la búsqueda de instaurar el nuevo orden mundial y a su cabeza la China comunista, se exacerbó las bajar pasiones humanas: vandalismo y odio y fueron orientadas a destrozar las estatuas de figuras históricas, creadores de la democracia moderna, con la profanación de las efigies de Washington, Jefferson, Lincoln e incluso, qué salvajismo, deshacer la estatua de Colon y censurar la obra cinematográfica Lo que el viento se llevó.
Por supuesto, la nación al tener preocupaciones serias sobre su existencia, debería debatir de forma civilizada y en estado de derecho tales asuntos y subsanar aquellos que atentan contra la identidad, orgullo y propiedad de la nación-Estado.
Esos radicales de la izquierda del Partido Demócrata que tienen alianzas con regímenes tiránicos como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, nunca su disgusto e ira se han enfocado en condenar las sistemáticas, graves y flagrantes violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos de eso países.
Para suerte de los cubanos y latinoamericanos, existen muchas personas amantes a la libertad y de la democracia en EEUU que condenan las injusticias en cualquier parte del mundo. Entre aquellos tenemos los senadores Ted Cruz (R-TX), Marco Rubio (R-FL), Rick Scott (R-FL).
El senador Scott tiene un plan solidario, bien detallado y que continúa perfeccionado para apoyar la liberación del pueblo cubano y más recientemente se involucró junto a Rubio y Ted en condenar el despotismo y la trata de personas, en especial el tráfico humano de médicos de la tiranía cubana.
Estas tres personalidades heroicas, Scott, Rubio y Ted, dieron a conocer el proyecto de Ley de Reducción de Ganancias para el Régimen Cubano (Cut Profits to the Cuban Regimen Act), que pide al Departamento de Estado de EEUU un informe anual de los países que contratan médicos a través de régimen cubano. Esperan que este programa de misiones médicas de Cuba se considere un factor en el reporte anual de Trata de Personas (TIP) del Departamento de Estado.
Para suerte de los cubanos y latinoamericanos, existen muchas personas amantes a la libertad y de la democracia en EEUU que condenan las injusticias en cualquier parte del mundo. Entre aquellos tenemos los senadores Ted Cruz (R-TX), Marco Rubio (R-FL), Rick Scott (R-FL).
El senador Scott tiene un plan solidario, bien detallado y que continúa perfeccionado para apoyar la liberación del pueblo cubano y más recientemente se involucró junto a Rubio y Ted en condenar el despotismo y la trata de personas, en especial el tráfico humano de médicos de la tiranía cubana.
Estas tres personalidades heroicas, Scott, Rubio y Ted, dieron a conocer el proyecto de Ley de Reducción de Ganancias para el Régimen Cubano (Cut Profits to the Cuban Regimen Act), que pide al Departamento de Estado de EEUU un informe anual de los países que contratan médicos a través de régimen cubano. Esperan que este programa de misiones médicas de Cuba se considere un factor en el reporte anual de Trata de Personas (TIP) del Departamento de Estado.
Algunas características del tráfico humano de las misiones médicas cubanas
Las vidas de los profesionales de la salud están en el borde de la miseria humana en la Cuba socialista; por eso pueden contratarlos para las misiones médicas, ya que tienen la única oportunidad de poder comprar una computadora o un televisor, pues una casa o un automóvil son sueños desmedidos para esas ocasiones.
Estas misiones medicas son premios que otorga el régimen comunista a los más fieles de sus adeptos políticos, algunos mantienen sus verdaderas ideas en secretos para lograr el viaje y sus anhelos materiales o intelectuales.
A los países donde van estos profesionales de salud, son embajadores del régimen castrocomunista e incluso participan en la injerencia en esas naciones.
Las familias de los profesionales de salubridad se quedan secuestradas en Cuba y no pueden visitar a los sanitarios en los lugares laborales. También secuestran el pasaporte de los profesionales y para viajar deben ser acompañados por alguien de la misión, en muchas ocasiones son agentes del servicio de inteligencia.
El dinero anual de las operaciones de negocios es de casi 7 mil millones de dólares, esas ganancias las recibe el régimen cubano por la explotación de esos galenos y trabajadores de la salud. Estos solo perciben el 25% y la mayor parte la obtienen cuando regresen a su país y si no lo hacen el régimen castrista les confisca sus salarios.
Gracias Scott, Rubio y Ted, por ser lo mejor del pensamiento de Washington, Jefferson, Adams, Madison y Lincoln. Es hora de poner fin a la trata de personas y sobre todo del neoesclavismo castrocomunista y preservar el humanitarismo del orden pos Segunda Guerra Mundial: la democracia representativa y las libertades fundamentales.
https://www.diariolasamericas.com/america-latina/los-dolares-como-le-gustan-la-tirania-socialista-cubana-n4201789
jueves, 25 de junio de 2020
Alerta:
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