«También nos preguntamos cómo Hernández Galiano pasó de huir para no ser capturado a convertirse en una amenaza real e inminente para la vida del policía, qué hacía el otro oficial mientras tanto, o qué otro método de neutralización emplearon antes de pasar a realizar los disparos», apunta el OCDH. La organización de derechos humanos considera que «una muestra de la debilidad de la historia y de los argumentos oficiales es precisamente el intento por desacreditar a la víctima con reales o supuestos antecedentes penales, que en modo alguno podrían justificar una actuación desproporcionada, tal y como parece ser el caso, y además con unas consecuencias tan graves». «Tampoco entendemos por qué el comunicado oficial en una parte se refiere al policía como ‘el militar’ y en otra habla de ‘nuestros combatientes’, cuando no se trata de un hecho en el que haya intervenido el Ejército y, que sepamos, el país no está en guerra», afirmó el OCDH. En junio de 2019 se produjo un hecho similar de disparos policiales por la espalda a otro ciudadano negro cubano, Raidel Vidal Caignet, de 27 años, en la provincia de Holguín. «La muerte de estos ciudadanos está estrechamente vinculada al escenario represivo que vive el país, donde la policía actúa impunemente con métodos hoy cuestionados en todo el mundo”, finalizó el OCDH. |
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