"El problema está relacionado con la visión de la UE sobre el presente y el futuro de Cuba. La opción que menor costo social tendrá para Cuba es una transición pacífica, de la ley a la ley, y esto debería ser parte de una política inteligente de la UE hacia Cuba. Es Cuba quien debe abrirse y aceptar las normas internacionales de derechos humanos, y no la Unión Europea la que se mimetice con el statu quo creado por el gobierno cubano", explicó el organismo.
El OCDH recordó que "Cuba vive momentos marcados por la decadencia irreversible de un sistema que ha fracasado en lo político, lo económico y lo social. Un sistema cuya implosión va aparejada de un desmoronamiento en todos los ámbitos sociales y de una escalada represiva".
Por tanto, hace un llamado a cumplir, en el caso de Cuba, los mismos parámetros de actuación empleados entre los Estados miembros y con terceros países en el campo de exigencias democráticas y de respeto a los derechos humanos.
"Todos los documentos que prescriben la conducta europea mencionan como eje vertebrador el respeto a los derechos humanos, las libertades y la democracia. Valores ampliamente enarbolados en declaraciones y documentos europeos y que definen lo que debería ser el cauce de la política exterior y por consiguiente la conducta de sus representantes encargados de materializarla", explica el OCDH.
En el informe de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la aplicación de los instrumentos para la financiación de la acción exterior en 2019 puede leerse: "La UE siguió promoviendo el Estado de Derecho, el acceso a la justicia y el refuerzo de las capacidades de las instituciones de justicia en los países socios de todo el mundo".
El apartado de Derechos Humanos, Valores y Democracia señala: "El año 2019 marcó la fase final de aplicación del plan de acción de la UE sobre derechos humanos y democracia (2015-2019) en apoyo de los derechos humanos fundamentales, incluidas las libertades de expresión, reunión y asociación, no discriminación y derechos de las minorías. En 2019, la UE utilizó el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos a fin de financiar unos 268 proyectos por valor de 119,5 millones de euros".
"Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos no patrocinó ni un solo proyecto en Cuba para la promoción de derechos fundamentales como la libertad de expresión, reunión y asociación, la no discriminación, derechos de las minorías y la democracia. El cinismo político no puede ser la conducta que defina la acción exterior de la Unión Europea", afirma el OCDH.
La Unión Europea no conseguirá, con esta política, avanzar en los objetivos de protección y defensa de los derechos humanos, las libertades y la democracia en Cuba. |
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