*Todos los años la misma candanga (una de las muchas palabras de origen africano que usamos los blancos cubanos. Los negros americanos, ni una sola; prefieren destrozar el inglés). Miles de negros invaden Miami Beach en el Spring Brake y convierten South Beach en un pedazo de África. Esa gente no puede divertirse sino es con la violencia y la chusmería.
*Los traspiés de Biden en la escalerilla del Air Force One me resultarían patéticos si yo fuera capaz de sentir lástima por alguien como él. Dicen los voceros de la Casa Blanca que se debieron al viento reinante, lo que me recordó un verso de José Angel Buesa: “No es nada, ha sido el viento”.
*“America es un país racista y xenófobo”, dice la Vicepresidente. ¿Racista? Cuando el viejito camaján se le termine la poca cuerda que le queda, Kamala Harris será la segunda persona de color en ocupar la Presidencia. ¿Xenófobo, que rechaza a los extranjeros? Pues su padre vino de Jamaica y su madre de la India y muy bien que les ha ido aquí. A los tercermundistas no se les da bien el agradecimiento.
*Para los izquierdistas, todos los blancos, son racistas. Incluso los osos polares y los Great White Sharks.
*El autor de la última masacre, que dejó diez muertos en Boulder, Colorado, se llama Ahmad al Aliwi Aliss. ¿Les dice algo el nombrecito? No hace falta, que ya se sabe su origen: el tipo es sirio.
*Una característica común a los negros víctimas de la opresión racial que devienen en multimillonarios es la ostentación. Ahí tienen a la víctima Oprah Winfrey que acaba de adquirir un yate que, según un plumífero mentecato, es mayor que el Titanic. Por supuesto que no lo es (el Titanic tenía un desplazamiento de 40 000 toneladas y era operado por una tripulación de 800 hombres), pero enorme debe de ser para haber inspirado semejante disparate. Oprah Winfrey es, hasta ahora, la más ostentosa de las víctimas de la opresión racial.
*Tami Duckworth, senadora demócrata por Illinois de ascendencia tailandesa, dice que no votará por ningún blanco que sea propuesto por Biden para un cargo gubernamental. Maxi Hirono, senadora demócrata por Hawaii, de origen japonés, está en la misma onda. Pero ellas no son racistas; no, señor. Racistas, son sus abuelas. Ah, y yo.
*Biden “se botó para el solar” y calificó a Vladimir Putin de “asesino sin alma”. No recuerdo que un Presidente americano haya utilizado una frase de similar agresividad para referirse a otro Jefe de Estado. Claro, no todas las actitudes agresivas son iguales; malas eran las de Trump.
*Yo fui “cancelado” cuando se me acuso de anti-semita por considerar que el apoyo de 600 organizaciones judías a Black Lives Matter era una traición a América y a Israel.. Ahí les va una lista de los judíos que son incuestionablemente anti-americanos:
Saul Alinski, el teórico de la destrucción de América; Herbert Marcuse, Theodore Adorno, Max Horkhemeiner, Eric Fromm y Walterlter Benjamin, miembros de la llamada “Escuela de Frankfurt”, profesores hijos de judíos ricos alemanes a quienes sus padres enviaron a América para salvarlos del nazismo y aquí se dedicaron a promover las monsergas marxistas en los medios académicos, por cierto, con mucho éxito.
Judíos eran Julius y Ethel Rosemberg, espías al servicio de los soviéticos, y Ruth Bader Ginsburg, la matriarca del Aborto. Judíos son Noam Chomski, el apóstol del más patológico antiamericanismo, Michael Bloomberg y Mark Zuckerberg, que invirtieron cientos de millones en la corrupción de nuestro sistema electoral y George Soros, quizás el peor enemigo de La Humanidad, el titiritero que maneja a BLM y Antifa.
Bernard ben Yehuda, alias Bernie Sanders, es el principal promotor del comunismo en el Senado; Mark Chabeniski, alias Mark Cuban, quiere eliminar el himno nacional de nuestros eventos deportivos,. Por último, las 600 organizaciones judías que declararon su apoyo a la banda terrorista y declaradamente marxista Black Lives Matter y luego me acusaron de anti-semita.
Ahora, me pregunto: en los más de dos siglos de historia americana, ¿hay algún otro grupo humano con tan negativo y totalitario desempeño?
Y ya que estoy en plan investigativo, ¿sabe alguien de algún periodista no judío que haya defendido con más fervor que yo al Estado de Israel?
Roberto Luque Escalona
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