lunes, 31 de enero de 2022
Si no pueden ver el plan de Dios no pierdan la fe.
domingo, 30 de enero de 2022
Menores en Prisi贸n
Menores en Prisi贸n
La dictadura totalitaria castrista demuestra una vez m谩s que nunca ha tenido reparos en encarcelar a menores de edad como reafirma un informe de la Fiscal铆a General de la Rep煤blica publicado el pasado martes, que se帽ala que como consecuencia de las protestas ocurridas el 11 de julio del a帽o 2021 se han procesadas 790 personas, entre ellas 55 menores de edad.
Las dictaduras son por naturaleza criminales, pero el r茅gimen de La Habana en su supuesta transparencia muestra un cinismo solo comparable al de los nazis en el campo de exterminio de Auschwitz, con aquel fat铆dico letrero que dec铆a, “El Trabajo os har谩 libres”. Los funcionarios de estos reg铆menes procesan personas, menores de edad incluidos, por participar en protestas pac铆ficas, nada comparado con la lucha armada y actos terroristas a los que recurri贸 Fidel Castro con su Movimiento 26 de Julio.
Castro atac贸 un cuartel con decenas de muertos de ambos bandos. La sentencia que le impusieron fue de 15 a帽os, de los cuales solo estuvo 22 meses en una celda tipo resort. Durante a帽os asolaron la sociedad con acciones terroristas, hasta implementaron una consigna Cero-3- C, para que la ciudadan铆a no saliera de sus casas, hasta imponer su mandato a sangre y fuego, sell谩ndolo con pared贸n y c谩rcel hasta el presente.
Las condenas que el castrismo impone a la oposici贸n son sumamente crueles. Sus espureos jueces condenan por convicci贸n, recordemos las sentencias dictadas contra educadores, periodistas y bibliotecarios de la Primavera Negra, 2003.
El abuso del castrismo contra los menores ha sido una constante desde el mismo a帽o 1959. En un libro de reciente publicaci贸n titulado “Reafirmaci贸n Democr谩tica” de Francisco “Paco” Talavera y de quien escribe esta columna, aparecen testimonios de menores de edad, entre ellos, Jos茅 A. Garc铆a Vera y Oscarito Pla, quienes estuvieron encarcelados en La Caba帽a, San Severino, y otras prisiones de la tiran铆a padeciendo las mismas crueldades que los mayores como pueden atestiguar, entre otros, Juan Oscar S谩nchez, Robertico N煤帽ez, Joseito Estrada y el inolvidable H茅ctor Yera, que con solo 18 a帽os sufri贸 los espantos del campo de concentraci贸n de El Condado.
El castrismo encarcela y es capaz de matar o desaparecer menores de edad como fue el caso del adolescente Andy de Graux Villafa帽a, guerrillero del Escambray herido en combate, desaparecido en un hospital de la ciudad de Cienfuegos en septiembre de 1962 como testimonia su hermana Mary de Graux. La insensibilidad del totalitarismo no conoce l铆mites como evidencia un reciente comunicado del Centro para una Cuba Libre que certifica el fusilamiento el 12 de abril de 1964, de dos menores de 16 a帽os, Julio Garc铆a y Rub茅n Acosta, en la ciudad de Calimete, Matanzas, acusados de quemar campos de ca帽a de az煤car.
El r茅gimen nunca ha considerado la edad ni la madurez f铆sica o mental de quienes cree sus enemigos, por eso el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, radicado en Madrid, denuncio ante el Grupo de Trabajo sobre Detencion Arbitraria de Naciones Unidas la condena a 23 a帽os de c谩rcel de Wainier Luis Aguilar Rivera por participar en las protestas pac铆ficas del pasado 11 de julio. El sancionado sufre de incapacidad intelectual, lo que esta certificado por un equipo medico forense del r茅gimen que lo considero no apto para sumir obligaciones naturales o cotidianas.
Por su parte la colega de Radio Mart铆, Ivette Pacheco, nos recuerda que el joven en prision Jonathan Torres Farrat, cumpli贸 los 17 a帽os el mismo d铆a de las protestas del 11 de julio y Tomas Cardoso rese帽a en otro trabajo, que Nelson N茅stor Rivero Garz贸n y Emiyosl谩n Rom谩n Rodr铆guez, de 17 a帽os de edad, y Yensy Jorge Machado Gonz谩lez, de 18 a帽os, fueron sentenciados a siete a帽os de c谩rcel despu茅s de peticiones fiscales de 15 o 20 a帽os de prisi贸n.
Despu茅s de este apretado recuento de horrores y terrores es dif铆cil entender a las instituciones y personas que en vez de condenar estos reg铆menes los siguen defendiendo. Los abusos que se producen en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y hasta en una gran potencia como la Rep煤blica Popular China, una especie de mentor para tiranos, no tienen fundamento alguno.
Las tiran铆as deben ser aisladas, sometidas a un cord贸n sanitario para que no cuenten con recursos para seguir sometiendo a sus ciudadanos.
s谩bado, 29 de enero de 2022
LOS PROCESOS DE LA HABANA
LOS PROCESOS DE LA HABANA
A partir de la protesta popular masiva del 11 de julio de 2021, que se extendi贸 por todo el territorio de la isla, el r茅gimen castrista ha escenificado una serie igualmente masiva de “juicios” para escarmentar a la poblaci贸n, con sentencias ejemplarizantes, de manera que eventos como aquellos no vuelvan a repetirse, a despecho de la vigilancia revolucionaria que tampoco podr谩 permitirse ni un instante de reposo.
Los juicios espectaculares han acompa帽ado a la sedicente revoluci贸n desde su inicio en enero de 1959, a pocas semanas de su entrada en La Habana Castro inaugur贸 el nuevo r茅gimen con procesos tumultuarios celebrados en el Palacio de los Deportes, condenando al pared贸n a sus v铆ctimas en medio de un c煤mulo de irregularidades procesales y la algarab铆a del populacho.
De inmediato produjo conmoci贸n el juicio de los aviadores en Santiago de Cuba entre febrero y marzo, en que 43 pilotos de la Fuerza A茅rea fueron absueltos en un Tribunal Revolucionario por no demostrarse ning煤n crimen; pero Castro rechaz贸 esa sentencia y orden贸 un nuevo juicio en que se les conden贸 a penas de hasta 30 a帽os sin fundamento alguno y sin ajustarse a lo alegado y probado en primera instancia.
Este juicio estuvo plagado de peripecias que ser铆a muy arduo relatar en detalle, pero baste mencionar que el Tribunal de Revisi贸n fue presidido por el inefable Manuel “Barbarroja” Pi帽eiro; que el juez de primera instancia, F茅lix Pena, apareci贸 “suicidado” en su veh铆culo con un tiro en el pecho y que gracias a la intercesi贸n ante Fidel Castro del arzobispo de Santiago, Enrique P茅rez Serantes, se convino excluir las sentencias a muerte.
No fue este el caso de la llamada Causa N煤mero 1 de 1989, por la que se fusil贸 al h茅roe de la revoluci贸n, general Arnaldo Ochoa, al coronel Tony De La Guardia y otros procesados menos ilustres, despu茅s de un largo mes de seguir el proceso por televisi贸n como si fuera una telenovela, que Castro escrutaba por circuito cerrado escudri帽ando cada detalle con morbosa fruici贸n, desde el 12 de junio hasta su dram谩tico final el 13 de julio, en que lac贸nicamente mascull贸 respecto a Ochoa: “Muri贸 como un hombre”.
Otro espect谩culo judicial fue la Primavera Negra, entre marzo y abril de 2003, en que se proces贸 sumariamente al Grupo de los 75, intelectuales, periodistas, disidentes en general, bajo el imperio del art铆culo 91 del C贸digo Penal y la Ley 88, conocida como Ley Mordaza, condenados a penas de hasta 27 a帽os de prisi贸n con el denominador com煤n de no haber cometido delito alguno. Luego de una d茅cada de penalidad, la mayor铆a fue cambiando la prisi贸n por el extra帽amiento del territorio nacional, recurso que, por cierto, se proh铆be en el art铆culo 50 de la Constituci贸n de Venezuela.
Ahora los juicios son a puerta cerrada, sin p煤blico ni c谩maras de televisi贸n, pero con ciertas peculiaridades inauditas, como la detenci贸n, tortura y procesamiento de ni帽os, algunos de ellos con necesidades especiales, que reciben condenas muy superiores a la edad que tienen; arrestos de familias completas, padres e hijos, hermanos, colaterales, incluso los amigos de los procesados son perseguidos, coaccionados y amenazados por la seguridad del Estado, la acci贸n penal irradia a todo el c铆rculo familiar y social de los imputados y ante el desbordamiento de los tribunales se recurre a juicios colectivos.
La actuaci贸n del r茅gimen castrista contra la poblaci贸n es un verdadero desaf铆o m谩s que para la comunidad internacional y sus instituciones, para la conciencia misma de la humanidad, en virtud de que viola flagrantemente los principios fundamentales en que se basan los tratados internacionales sobre derechos humanos que son de jurisdicci贸n universal.
Generalmente se acepta que un ordenamiento jur铆dico s贸lo puede admitir la coacci贸n como reacci贸n contra un hecho il铆cito, de all铆 la importancia de la concepci贸n misma del delito, como una acci贸n previamente tipificada, antijur铆dica y culpable. Lo antijur铆dico comprende un aspecto objetivo y otro subjetivo, acci贸n e intenci贸n, hecho da帽oso y a prop贸sito.
Todos esos casos que proliferan en Cuba de “peligrosidad predelictiva” son un exabrupto jur铆dico, porque no se puede condenar sobre suposiciones sino sobre hechos; as铆 como no pueden ser delitos acciones inocuas que no perjudican a nadie en particular ni a la sociedad.
Los comunistas reivindican en todas partes un supuesto derecho a la “protesta social”, salvo en Cuba, donde cualquier manifestaci贸n se considera un acto de “sedici贸n”, con el argumento de que “la calle es de los revolucionarios”. O sea, las 煤nicas manifestaciones permitidas son las de apoyo al r茅gimen castrista y ninguna otra, lo que es otra violaci贸n al principio universalmente aceptado de igualdad ante la ley.
El delito de sedici贸n consiste en una revuelta concertada, que en muchos ordenamientos jur铆dicos se confunde con la rebeli贸n, sobre todo cuando involucra personal militar, ambos son delitos contra el orden p煤blico constitucional. Sedici贸n presupone conjura, secreta confabulaci贸n. Ir贸nicamente la revoluci贸n, como el golpe de Estado, son ejemplos t铆picos ilustrativos de este delito.
Ahora bien, cualquier manifestaci贸n p煤blica no constituye un acto de sedici贸n, tanto menos cuando es espont谩nea, no convocada por nadie, sino consecuencia de una situaci贸n general de descontento, por diversas razones que est谩n a la vista, no necesitan demostraci贸n porque son conocidas por todos y en ning煤n caso son producto de una imaginaria conspiraci贸n.
Otra violaci贸n consiste en el car谩cter regresivo del sistema penal castrista tendente a empeorar la situaci贸n del reo, contrario a la progresividad del sistema penal universal que se rige por el principio “pro reo”, por ejemplo, entre penas posibles debe elegirse siempre la menos gravosa. En Cuba se imponen multas por faltas que no ameritan privaci贸n de libertad, pero luego, por “impago de multas”, mandan a la gente a prisi贸n. No es irrelevante el hecho de que este abusivo mecanismo se use exclusivamente contra disidentes pol铆ticos.
Aymara Nieto Mu帽oz es una presa pol铆tica de larga data a quien le han agravado la pena acus谩ndola de un mot铆n en el que no particip贸 ni pod铆a participar porque se encontraba en otra 谩rea del penal, en la lavander铆a, lejos del lugar de los hechos; por lo que la confinan a Las Tunas, a 600 km de su domicilio, contrariando todas las reglas Mandela, que Cuba ha suscrito. El problema es su actitud irreductible, por lo que la a铆slan meses en celda de castigo. Hasta que sinti茅ndose amenazada por otras reclusas solicit贸 que la mandaran all铆 por razones de seguridad personal, entonces, no la vuelven a poner en celda de castigo.
El caso de Aymara Nieto Mu帽oz, Dama de Blanco, miembro de UNPACU, basta para un informe de la ONU, si tuvieran alg煤n inter茅s en hacerlo. Su esposo, Ismael Boris Re帽铆 es acosado por la seguridad del Estado, que hasta les roban la ropa que ponen en el tendedero. Tienen tres hijas y dos nietas. Las ni帽as sufren actos de repudio en la escuela, por ser hijas de contrarrevolucionarios; pero no las pueden retirar, porque eso tambi茅n es penalizado. De hecho, los pastores evang茅licos Ram贸n Rigal y Ayda Exp贸sito fueron encarcelados por tratar de educar a sus hijos en casa y evitar el adoctrinamiento comunista, otro “delito”.
Cubanos honrados que dicen lo que piensan, van a prisi贸n: Carlos Manuel Pupo Rodr铆guez, promotor del Proyecto Emilia y dirigente del Partido Uni贸n por Cuba Libre ha pasado por seis prisiones; Silverio Portal Contreras, un negro de 茅bano que irradia dignidad, es la imagen misma de la inocencia; la familia de Andy Garc铆a Lorenzo es un modelo de la que cualquiera se sentir铆a orgulloso; es imposible siquiera mencionar a m谩s de mil casos.
Los castristas ya perdieron la batalla moral con el pueblo cubano, a falta de toda raz贸n, s贸lo les quedan mentiras y terror.
Como suele ocurrir en la Historia, ellos mismos formaron a quienes van a derrocarlos.
Luis Mar铆n
27-01-22
Free Cuba Now!
To promote a peaceful transition to a Cuba that respects human rights
and political and economic freedoms
Extrajudicial killings continue in Cuba. Cuban workers in semi-slave conditions exploited by Castro regime & Western corps. Regime admits to 710 on trial.
Today is the 169th anniversary of the birth of Jos茅 Mart铆, Luis Manuel Otero Alc谩ntara, one of the leaders of the San Isidro Movement, is on day 10 of a hunger and thirst strike protesting his unjust imprisonment in Cuba. Hundreds of sons and daughters of Cuba are being subjected to political show trials for expressing themselves, peacefully assembling, and/or reporting on what happened during the protests of mid-July 2021.
Extrajudicial killings continue in Cuba, and the dictatorship does all it can to cover up these crimes, but some information not usually reported on, was published in The Washington Post with links to substantiate them January 27, 2022.
Cuban President Miguel D铆az-Canel appeared on state television after the 11J protests started on July 11, stating, “The order of combat is given, revolutionaries take to the streets.” This directive incited government security forces to commit violence against civilians. They shot and killed unarmed demonstrators.
Authorities recognized one death in these protests. Diubis Laurencio Tejeda was a 36-year-old singer who was shot in the back by the National Revolutionary Police (PNR) in Havana on July 12. There are others, but they have not been officially recognized.
Christian D铆az, age 24, disappeared after joining the protests. Relatives on July 12 reported him missing to the PNR in C谩rdenas. Police told his father that Christian was jailed in Matanzas. On Aug. 5, officials informed his family he’d drowned in the sea and was buried in a mass grave. His family is convinced he was beaten to death.
This isn’t the first time Havana has covered up state murders. The 2012 killings of Cuban dissident leaders Oswaldo Pay谩 and Harold Cepero by security forces are two high-profile examples.
Diubis Laurencio Tejeda (age 36) and Christian D铆az (age 24) killed by Castro regime.
Euronews on the same day reported on the exploitation of Cuban workers by the Castro regime citing that "human rights organisations and MEPs have claimed that European companies are using Cuban workers in conditions of semi-slavery." European Parliament vice-president, Dita Charanzova, called on Europe to uphold its human rights standards.
“The European Union has a framework agreement with Cuba and it was actually the European Parliament that had a condition during the ratification process of this agreement, which was a strong Human Rights clause," Charanzova told Euronews. "I think it is really now the time to properly implement and enforce this agreement. And I think that these cases demonstrate the urgency for the European Union to have a ban on forced labor.” The income international Cuban missions generate is the main source of revenue for the Cuban Government abroad since at least 2005.
Reuters reported on information released by the Castro regime regarding the hundreds of show trials taking place. The official claim is that 710 Cubans have been charged, but there is no way to independently verify the information through official channels. The data provided by the prosecutor's office cannot be trusted. This leaves human rights defenders having to reach out to families of the detained, who are threatened by the secret police. This is a difficult and necessary process to obtain at least partial numbers.
The Cuban prosecutor's office said Tuesday [ January 25] it had thus far charged 710 people with crimes including vandalism, assault against people or property, and "grave public disorder."Human rights groups, the U.S. government and the European Union have slammed the trials of the protesters, saying they lack transparency and that long jail sentences were disproportionate with the crimes committed.
Transparency is non-existent in Cuba, and the efforts of the governing regime is to increase the cost for spontaneously reporting on events unfolding in the island that portray the government in a negative light. Whereas, the U.S. Guantanamo Naval Base has granted the International Committee of the Red Cross over a 100 visits to the prison there since 2002, Havana has permitted zero visits to Cuban prisons over the same period.
Some of the Cubans currently subjected to these politicized proceedings.
Center for a Free Cuba 417 West Broad Street, Suite 204 Falls Church, VA 22046 www.cubacenter.org |
viernes, 28 de enero de 2022
CSI
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jueves, 27 de enero de 2022
Para ver y escuchar este poema en la voz de Laura Pollan tiene un enlace al final del texto.
Alfredo M. Cepero.
Jos茅 de la nostalgia
que iluminas los cielos de las noches lejanas.
Jos茅 de los caminos
tenebrosos y tristes de los hombres sin patria.
Jos茅 de las escuelas
donde un d铆a bebimos de tu sabia ense帽anza.
Jos茅 de la plegaria
con la cual invocamos tu divina palabra.
Jos茅 de los altares
donde a煤n te adoramos como imagen sagrada.
Jos茅 de los humildes,
que fueron la bandera de tu vida y tu causa.
Jos茅 de los honestos,
ejemplo edificante de honradez ciudadana.
Jos茅 de los amores,
en una guerra justa sin odios ni venganzas.
Jos茅 de la verguenza
de este pueblo enquistado en dolor y a帽oranza.
Jos茅 de los ingratos
que manchan y desprecian tu vida inmaculada.
Jos茅 de los hip贸critas
que hoy te enaltecen y te niegan ma帽ana.
Jos茅 de los malvados
que utilizan tu culto para el robo y la infamia.
Jos茅 de las miserias
que jam谩s penetraron tu pureza de alma.
Jos茅 de las Am茅ricas,
para todos los pueblos y todas las razas.
Jos茅 de los cubanos,
los buenos y los malos, los patriotas y ap谩tridas.
Jos茅 del tiempo viejo
que cumpli贸 su tarea sin buscar alabanzas.
Jos茅 del tiempo nuevo,
a qui茅n no le hemos dado ni descanso ni calma
Jos茅 del tiempo eterno,
campe贸n de la justicia, se帽or de la esperanza.
Marque el enlace mas abajo para ver lectura del poema por Laura Pollan (EPD)
https://www.youtube.com/watch?v=m5Vzus3e774
Favor de incluirme en su lista de distribuci贸n de LA NUEVA NACION: alfredocepero@bellsouth.net.
mi茅rcoles, 26 de enero de 2022
ORACI脫N POR JOS脡 MART脥
Nota: Discurso pronunciado por Alfredo M. Cepero el s谩bado 27 de enero de 2018 por invitaci贸n del Dr. Joaqu铆n P茅rez-Febles en la First Presbyterian Church of Arlington, Virginia, ante la colonia cubana del 脕rea Metropolitana de la capital de los Estados Unidos.
Para ustedes y para mi esta es una tarde de alta significaci贸n patri贸tica. Para m铆, espec铆ficamente, es una tarde de profundo contenido emocional. Regreso a una geograf铆a cuyos paisajes, monumentos, calles y edificios me recuerdan los 15 a帽os de mayor trascendencia en mi vida de exiliado. Aqu铆 conoc铆 y me cas茅 en la Iglesia, ahora catedral, de Saint Thomas Moore, con la mujer con quien he compartido alegr铆as y tristezas, retos y oportunidades durante m谩s de medio siglo. En el Washington Hospital Center nacieron mis cinco hijos. En la American University obtuve una Maestr铆a en Administraci贸n de Negocios. Y durante doce a帽os tuve el privilegio de hablarles a mis hermanos cubanos como corresponsal y periodista de la Voz de los Estados Unidos de Am茅rica.
Pero la obra y las actividades m谩s cercanas a mis sentimientos patri贸ticos fueron las desarrolladas a trav茅s de la Casa Cuba de Washington. Un grupo de patriotas cubanos que, como hacen ustedes esta tarde, nos mantuvimos unidos en la esperanza y fieles al recuerdo de nuestra martirizada Cuba. Ni el tiempo ni la distancia mermaron nuestra fidelidad porque, para quienes amamos y veneramos a una patria en cadenas, no existen barreras de distancia ni de tiempo.
Para mantener viva la Cuba de nuestro orgullo y de nuestras a帽oranzas, realizamos actividades sociales, art铆sticas y culturales en lugares tales como el Lisner Auditorium de la George Washington University, el Bishop O'Connell High School en Virginia y el Montgomery Blair High School en Maryland. Pero el mayor de esos actos patri贸ticos fue el realizado en septiembre de 1976 agradeciendo nuestra acogida en este pa铆s, con motivo del bicentenario de la Declaraci贸n de Independencia de los Estados Unidos, en que llenamos las 2,500 butacas del Eisenhower Theater, en el Kennedy Center.
La Casa Cuba tambi茅n sirvi贸 como centro de operaciones y de apoyo a marchas c铆vicas encabezadas por personalidades como el ex Presidente de la Rep煤blica Carlos Pr铆o, el Presidente de la Fundaci贸n Nacional Cubano Americana Jorge M谩s Canosa, el Presidente de la Brigada 2506 Juanito P茅rez Franco, el campe贸n de los derechos humanos Humberto Medrano, el maestro de periodistas Guillermo Mart铆nez M谩rquez, el Decano del Colegio M茅dico Cubano Libre Enrique Huertas y mi amiga Juanita Castro, una pobre mujer atormentada por la maldad diab贸lica de sus forajidos hermanos.
Tiene al mismo tiempo esta tarde un elemento espiritual que supera nuestro mundo material. Sin estar con nosotros esta tarde, yo veo presentes entre ustedes a muchos de aquellos patriotas que trabajaron aqu铆 en Washington por una Cuba Libre y que se nos han adelantado en el camino de la eternidad. Desde el cielo siguen trabajando y nos saludan, nos aplauden y nos estimulan patriotas como Pedro Ortiz, Mario Pujals, Luis Pages, F茅lix Pages, Claudio Ponce, Tony Montiel, Rafi Madan, Chea Pedroso, Rosa Arrieta, Isabel Pruna, Ana Mar铆a Perera, Victoria Pujals, Ra煤l Caballero, Pedro Entenza, Claudio Bened铆, Gerardo Mora, Fernando Quintana y tantos otros no menos dignos de ser recordados y homenajeados a pesar de no ser registrados por mi memoria.
El camino trazado por aquellos cubanos excepcionales sigue siendo recorrido hoy por hombres y mujeres que, como ustedes, han recogido su antorcha. Entre ellos se destaca mi buen amigo y mejor amigo de mi mujer desde sus a帽os de juventud, el Dr. Joaqu铆n P茅rez Febles. "Tato", para sus amigos 铆ntimos, era el organizador de excursiones juveniles a las Cuevas de Cepero, cercanas al id铆lico pueblecito de Cantel y a la playa de Varadero, en la provincia de Matanzas. A 茅l le debo el honor de compartir esta tarde con ustedes una a帽oranza de patria que es al mismo tiempo la determinaci贸n de servirla hasta el 煤ltimo soplo de mi vida.
Pero si vamos a hablar de servicio a Cuba, todos los servicios y servidores nos quedamos peque帽os ante la hoja de servicios del hombre cuya memoria honramos esta tarde. Nadie como 茅l renunci贸 o ha renunciado a la felicidad personal para promover la felicidad del pueblo de Cuba. Se enfrent贸 a la ira de Mariano Mart铆, un padre que no conceb铆a una Cuba que no fuera colonia de Espa帽a, sinti贸 el trauma de hacer sufrir con su encarcelamiento a Leonor P茅rez, la madre de su idolatr铆a, renunci贸 al calor de unas hermanas protectoras del 煤nico var贸n en una familia de mujeres, abandon贸 la tierra de sus desvelos siendo literalmente un ni帽o, sacrific贸 la compa帽铆a de una esposa amante por la soledad del profeta de una causa considerada imposible, padeci贸 el dolor de no ver crecer al hijo de sus amores, acept贸 de buen grado la miseria personal a cambio de enriquecer las arcas paup茅rrimas de su "guerra necesaria", fue v铆ctima de la envidia de quienes como beneficiarios de su obra debieron haber sido sus mejores amigos, prefiri贸 el exilio a la ignominia de vivir asfixiado por la garra de sus opresores y ofrend贸 su vida en holocausto supremo de su amor a Cuba. ¿D铆ganme ustedes si ha habido alg煤n cubano capaz de igualar su dimensi贸n gal谩ctica?
La respuesta es obvia: Ninguno. Haciendo una par谩frasis de Juan el Bautista: "ninguno de nosotros es digno de desatar una correa de las sandalias del Ap贸stol de nuestras libertades". De Mart铆, el hombre que uno de sus bi贸grafos, Lu铆s Rodr铆guez Embil, llam贸: "El santo de Am茅rica". De todas maneras, esta tarde recordemos su ejemplo y honremos su memoria como muestra de gratitud por sus servicios a la patria. Sin embargo, me parece innecesario hacer una cronolog铆a detallada de la vida de Jose Mart铆. Presumo que la mayor铆a de ustedes est谩n familiarizados con sus datos biogr谩ficos.
Creo, por lo tanto, mucho m谩s indicado y productivo analizar las facetas de su car谩cter, su pr茅dica patri贸tica, las decisiones que determinaron el curso de su vida y su inmolaci贸n en Dos R铆os. Todo ello, para que imitemos su ejemplo y terminemos su labor inconclusa. La de construir la Cuba libre, democr谩tica y justa por la que ofrend贸 su vida joven, generosa y fruct铆fera. Porque a Mart铆 se le honra con la conducta m谩s que con las palabras. Las palabras que no conducen a la acci贸n son meros fuegos artificiales. De palabras vanas est谩 llena la enciclopedia de nuestros errores como pueblo y de nuestros fracasos como naci贸n.
Para comprender mejor a Mart铆, me parece oportuno que nos identifiquemos con 茅l en nuestro car谩cter de exiliados. Mart铆 sale al exilio con destino a Espa帽a el 15 de enero de 1871en el vapor Guip煤zcoa. En 13 d铆as cumplir铆a 18 a帽os y escapaba de la traum谩tica experiencia de las Canteras de San Lazaro cuyos grilletes le causaron llagas, enfermedades y dolores que lo atormentaron por el resto de sus d铆as. Entonces escribe a su mentor y maestro Rafael Mar铆a de Mendive: "Mucho he sufrido, pero tengo la convicci贸n de que he sabido sufrir". Lo que no sab铆a el joven Mart铆 era que su sufrimiento apenas comenzaba y que su felicidad personal estar铆a limitada por su servicio a la patria. Por eso en uno de sus versos sencillos m谩s tarde escribir铆a: "Amo la tierra florida/musulmana o espa帽ola/donde rompi贸 su corola/la poca flor de mi vida".
De hecho, de los 42 a帽os que ten铆a al caer abatido por las balas espa帽olas en Dos R铆os, Mart铆 hab铆a vivido solamente 18 a帽os y medio en Cuba y 24 a帽os deambulando por un mundo que, como el de nuestros d铆as, era indiferente a nuestra tragedia. En distintos momentos y con varias interrupciones hab铆a vivido cuatro a帽os en Espa帽a y tres a帽os entre M茅xico y Guatemala. Desde enero de 1880 hasta principio de 1895 (15 a帽os) residi贸 en Nueva York, desde donde viaj贸 a Cayo Hueso, Tampa, Costa Rica, Jamaica, Panama, Republica Dominicana, Venezuela y Hait铆 organizando una revoluci贸n y predicando una guerra totalmente contrarias a su temperamento conciliador pero que sab铆a inevitable si Cuba quer铆a ser libre del yugo espa帽ol.
Volviendo a su primer encuentro con un mundo indiferente a su causa, la Espa帽a en la que desembarc贸 Jos茅 Mart铆 el 1 de Febrero de 1871, estaba en plena efervescencia revolucionaria y democr谩tica. Algunos exiliados tratan de buscarse la vida, otros determinan proseguir la lucha, hacer del exilio un foco revolucionario, aprovechar la libertad para preparar la acci贸n. Entre esos 煤ltimos form贸 fila nuestro Ap贸stol.
Se da entonces a la tarea fren茅tica de dar a conocer la tr谩gica realidad de la Cuba colonial espa帽ola. Publica sus primeros art铆culos en La Soberan铆a Nacional de C谩diz y La Cuesti贸n Cubana de Sevilla, El Jurado Federal de Madrid y La Republica de Nueva York. Pero su escrito m谩s importante en ese momento fue "La Rep煤blica Espa帽ola ante la Revoluci贸n Cubana", publicado en forma de folleto el 15 febrero de 1873. En el mismo denuncia la hipocres铆a de Espa帽a de negar a Cuba las condiciones de libertad y democracia que exig铆a para s铆 misma.
Con apenas 19 a帽os Mart铆 era ya un magn铆fico escritor. La prosa de Mart铆 cautivaba, era una prosa combativa y pol茅mica, con tintes b铆blicos, hom茅ricos y dantescos, una prosa que, como su autor, podemos calificar de tit谩nica. Una prosa que apelaba al coraz贸n de los lectores con las astucias y la musicalidad de un poeta. Un poeta que, de no haber sido el Ap贸stol de nuestra libertad, se habr铆a destacado de todas maneras como uno de los precursores del movimiento modernista en la poes铆a americana. Y eso lo dijo nada menos que Rub茅n Dar铆o, la cumbre m谩s alta del modernismo en la poes铆a.
Pero como la perfecci贸n es privilegio exclusivo de Dios no hay ser humano perfecto. Como ser humano, Mart铆 no lo era. Algunos de sus detractores y buscadores de notoriedad acusan a Mart铆 de no haber sido un genuino hombre de familia. Y en realidad no lo fue. Nos guste o no, los genios no pueden ser encasillados en moldes caprichosos. Por eso Jos茅 Mart铆 no puede ser considerado ejemplo de hombre de familia al estilo tradicional.
Su familia no pod铆a ser resumida en su totalidad en un simple 谩rbol geneal贸gico ni pod铆a limitarse a los residentes en un domicilio. En la mente de Mart铆, su familia comprend铆a la totalidad del pueblo de Cuba y resid铆a en el territorio que se extiende desde la Punta de Mais铆 hasta el Cabo de San Antonio. Pero eso no quiere decir que no extra帽ara a sus seres queridos y que no hiciera un gran esfuerzo para expresarles su afecto.
En ese sentido, el epistolario entre madre e hijo, desde la primera carta de Jos茅 Juli谩n fechada en el Caimito del Han谩bana, octubre 23, 1862--cuando el ni帽o ten铆a 9 a帽os-- hasta la 煤ltima enviada d铆as antes de llegar a Playita de Cajobabo en 1895, ya en el umbral de la muerte, muestra una honda ternura y un amor sin l铆mites hacia su progenitora, que fue siempre su mejor aliada frente a la hostilidad de un padre moldeado en la disciplina castrense.
Una muestra de esos sentimientos filiales la encontramos en la dedicatoria de una foto mostrando sus grilletes que le fue tomada durante su encarcelamiento en las Canteras de San L谩zaro. En ella, el joven Mart铆 le da 谩nimo a Leonor haciendo despliegue de su destreza po茅tica y le dice: "M铆rame, madre, y por tu amor no llores: si esclavo de mi edad y mis doctrinas, tu m谩rtir coraz贸n llen茅 de espinas, piensa que nacen entre espinas, flores".
La madre, como todas las madres, no cesa de darle consejos, a煤n a sabiendas de que su hijo no la escuchar铆a. Leonor, por su parte, en una de sus m煤ltiples cartas, le escribe: "Qu茅 sacrificio tan in煤til, hijo de mi vida, el que est谩s haciendo de tu tranquilidad y de la de todos los que te quieren, no hay un solo ser que te lo sepa agradecer, el que m谩s achaca tu sacrificio al ansia de brillar, otros, a la propia conveniencia, y nadie en su verdadero valor".
Por otra parte, su matrimonio con la camag眉eyana Carmen Zayas-Baz谩n tambi茅n termin贸 en fracaso. Se casaron en M茅xico el 20 de diciembre de 1877 en casa de su amigo Manuel Mercado. Ambos ten铆an 24 a帽os. Carmen fue con Mart铆 a Guatemala y despu茅s a Cuba al a帽o siguiente. En 1879, asfixiado por la intolerancia en la Isla, Mart铆 se fue a Nueva York y ella se qued贸 en Cuba. Al a帽o siguiente, ella embarc贸 con el ni帽o y se reuni贸 con 茅l en Nueva York. Se produjeron otros viajes entre Nueva York y Cuba pero, en 1885, el matrimonio concluy贸 con el regreso de Carmen y el ni帽o a la regi贸n natal de la madre.
En realidad, ni Carmen Zayas Baz谩n era mujer para Mart铆, ni Mart铆 hombre para ella. Carmen se enamor贸 del genio, pero el genio de Mart铆 no estaba hecho para lo que ella quer铆a. Mart铆, por su parte, se enamor贸 de la gracia de la camag眉eyana, pero al patriota dejaron de interesarle esos valores. Lo que rompi贸 la tregua fue el cansancio de Carmen de vivir en el extranjero, y la resistencia de Mart铆 a volver a Cuba mientras no fuera libre donde, seg煤n sus propias palabras: "All铆 toda bofetada me sonar铆a en la cara''.
Pero la separaci贸n de la esposa no merm贸 en lo m谩s m铆nimo la devoci贸n y el amor a su hijo. En un peque帽o libro de poemas que dedica a Pepito bajo el t铆tulo de "Ismaelillo", publicado en 1882, le dice en el pr贸logo: "Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti". Y a punto de salir hacia Cuba en el que presiente ser谩 su 煤ltimo viaje, desde Montecristi le dice: “Hijo, esta noche salgo para Cuba: salgo sin ti, cuando debieras estar a mi lado. Al salir, pienso en ti. Si desaparezco en el camino, recibir谩s con esta carta la leontina que us贸 en vida tu padre. Adi贸s. S茅 justo... Jos茅 Mart铆”.
Otra de las leyendas negras diseminadas por los detractores de Mart铆 fue la de que hab铆a sido un mujeriego. El propio Ferm铆n Vald茅s Dom铆nguez, su m谩s 铆ntimo amigo, en su trabajo "Ofrenda de Hermano", critic贸 a Mart铆 por mantener relaciones amorosas con varias mujeres al mismo tiempo. Ya en su juventud en Espa帽a, Mart铆 hab铆a sostenido relaciones con la madrile帽a Do帽a Barbarita y en Zaragoza tuvo un romance con una joven modista llamada Blanca de Montalvo. En Guatemala despert贸 la veneraci贸n de la adolescente Maria Garc铆a Granados, inmortalizada por Mart铆 en su poema "La Ni帽a de Guatemala" en uno de cuyos versos escribi贸:"Se entr贸 de tarde en el r铆o/la sac贸 muerta el doctor/dicen que muri贸 de fr铆o/yo s茅 que muri贸 de amor". Sin embargo, sus bi贸grafos m谩s serios afirman que fue una relaci贸n plat贸nica sin contacto 铆ntimo alguno.
Pero quiz谩s la mujer de mayor importancia en su vida fue Carmen Miyares, qui茅n administraba una casa de hu茅spedes en Manhattan. Durante su larga y solitaria vida en Nueva York, Mart铆 encontr贸 en esta mujer refugio material y espiritual para sus frustraciones espirituales y sus dolencias f铆sicas. Ella le curaba las llagas y heridas persistentes desde sus a帽os de prisi贸n y llen贸 el vac铆o creado por la ausencia de la esposa y del hijo.
Muchas fuentes dignas de cr茅dito atribuyen a Mart铆 la paternidad de Mar铆a Mantilla, la 煤ltima hija de Carmen. En una carta dirigida a la ni帽a pocos d铆as antes de caer abatido en Dos R铆os, Mart铆 le dice: "… quiere mucho a tu madre, que no he conocido en este mundo mujer mejor. No puedo, ni podr茅 pensar en ella sin conmoverme y ver m谩s clara y hermosa la vida. Cuida bien ese tesoro". Ahora bien, fuera o no un mujeriego, nadie puede negarle a Mart铆 el cr茅dito de ser el forjador de la naci贸n cubana y el faro que, a煤n despu茅s de muerto, sigue iluminando el camino de nuestra lucha actual por la libertad. Acentuar sus defectos y negar sus m茅ritos es obra de miserables que no merecen ni tener patria ni llamarse cubanos.
Este cubano en superlativo que honramos esta tarde hizo de la rebeld铆a un factor constante en su vida, desde su encarcelamiento en Las Canteras de San L谩zaro a los 17 a帽os de edad hasta su ca铆da en Dos R铆os a los 42. Fue un hombre radical que nunca crey贸 en soluciones mediatizadas que siempre benefician a los tiranos. Cuando los republicanos espa帽oles, agobiados por el alto costo y la prolongaci贸n de la guerra, deciden otorgar a Cuba y Puerto Rico derechos como estados en su Constituci贸n de 1873, Mart铆 se opone rotundamente. El Ap贸stol se para en firme y les dice: "La sima que divid铆a a Espa帽a y Cuba se ha llenado, por voluntad de Espa帽a, de cad谩veres. Espa帽a ya no tiene derecho ni autoridad moral para negarle a Cuba su independencia".
Cuando en febrero de 1878, despu茅s de diez a帽os de guerra, unas tropas mambisas desnudas, desarmadas y hambrientas firman la Paz del Zanj贸n, son pocos los que comparten la rebeld铆a de Jose Mart铆. Una consecuencia directa de aquella paz precaria fue la creaci贸n del Partido Autonomista Cubano. En el mismo se integraron antiguos reformistas, liberales y nuevas generaciones de cubanos que desconfiaban de las estrategias radicales y que vislumbraban un horizonte de independencia logrado por m茅todos pac铆ficos. Algo muy parecido a la oposici贸n domesticada que hoy propone plebiscitos bajo el control de la tiran铆a castrista para decidir el futuro pol铆tico de Cuba.
Jos茅 Mart铆 se les enfrent贸 a aquellos apaciguadores como se les enfrentar铆a a los de este momento. En abril de 1879, el Ap贸stol se encontraba en Cuba en una estad铆a que s贸lo dur贸 nueve meses. Durante esos meses conspirar铆a con Juan Gualberto G贸mez y otros patriotas negados a toda negociaci贸n que no condujera a la independencia absoluta. El 21 de abril, Mart铆 fue invitado a un banquete que el Partido Liberal, muchos de cuyos miembros se hab铆an integrado al autonomismo, le ofreci贸 en los altos del Louvre, donde hizo uso de la palabra.
Sus palabras de ese d铆a definieron la que ser铆a su actitud futura con respecto a quienes propon铆a negociar con Espa帽a desde una posici贸n de debilidad. Entonces dijo: “…por soberbia, por digna, por en茅rgica, yo brindo por la pol铆tica cubana. Pero si, hemos de ser m谩s que voces de la patria disfraces de nosotros mismos; si con ligeras caricias en la melena, como el domador desconfiado, se pretende aquietar y burlar al noble le贸n ansioso, entonces quiebro mi copa: no brindo por la pol铆tica cubana”. Sin embargo, Mart铆 no cerr贸 nunca las puertas a los autonomistas que quisieron unirse a la Revoluci贸n. A su entender, eran hombres que segu铆an un camino equivocado, pero que hab铆a que contar con ellos para construir la Rep煤blica a la que aspiraba al terminar el conflicto b茅lico.
Esa rep煤blica de sus sue帽os ser铆a plasmada sobre los conceptos contenidos en su Partido Revolucionario Cubano. El 3 de enero de 1892, Mart铆 anunci贸 su iniciativa de crear el Partido Revolucionario Cubano (PRC), en una reuni贸n mantenida en el Club San Carlos de Cayo Hueso con Jos茅 Francisco Lamadrid, Jos茅 Dolores Poyo y el Coronel Fernando Figueredo Socarr谩s. El 5 de enero, en una reuni贸n celebrada en Nueva York, se aprobaron las Bases y los Estatutos del PRC, hasta que el 10 de abril de 1892 se proclam贸 su fundaci贸n.
Una Cuba construida sobre las bases de ese partido no pod铆a ser un ap茅ndice de los Estados Unidos. En carta dirigida a M谩ximo G贸mez, fechada 20 de julio de 1882, se expres贸 en estos t茅rminos: ".... En Cuba ha habido siempre un grupo importante de hombres cautelosos, bastante soberbios para abominar la dominaci贸n espa帽ola, pero bastante t铆midos para no exponer su bienestar personal en combatirla. Esta clase de hombres, ayudados por los que quisieran gozar de los beneficios de la libertad sin pagarlos en su sangriento precio, favorecen vehementemente la anexi贸n de Cuba a los Estados Unidos...". Fue todav铆a m谩s categ贸rico cuando dijo a su amigo Ferm铆n Vald茅s Dom铆nguez: "Cambiar de due帽o no es ser libre".
Ahora bien, aunque era un rebelde no fue nunca un intransigente. Esa cualidad le permiti贸 manejar con 茅xito el arte de la pol铆tica. Para Mart铆 "el arte pol铆tico" estaba en "plegar y moldear", pero, como parte de su definici贸n, tambi茅n advert铆a que era necesario, "en las ideas esenciales de dignidad y libertad", ser "espinudo, como un erizo, y recto, como un pino". Hay as铆 en 茅l dos pr谩cticas que parecen opuestas, aunque en verdad son complementarias en todo pol铆tico honrado: por el ejercicio natural de una se llega al acuerdo y al ajuste; en la otra la rigidez impide todo pliegue o desv铆o.
Esa rigidez se manifest贸 con frecuencia en su defensa de la identidad de la naci贸n cubana. Por su condici贸n de patriota, que es el que ama su tierra y quiere para ella todo g茅nero de bienes, y la protege contra toda posible desgracia, Mart铆 no s贸lo se opuso al gobierno de Espa帽a y a los que la ayudaban, sino tambi茅n a los que, para librarla de su infortunio colonial, propon铆an soluciones ruines o imprudentes.
Mart铆 no fue el primer nacionalista pero fue qui茅n dio contenido, sentido y br煤jula al nacionalismo cubano. En la d茅cada de 1820, pensadores como Felix Varela, Jose Antonio Saco y Domingo del Monte consideraron que antes de hacer realidad la independencia de Espa帽a era importante crear un concepto de identidad nacional cubana. Como Varela, Saco se vio tambi茅n expulsado de Cuba. Como Varela y a diferencia de muchos de sus contempor谩neos, Saco nunca claudic贸. Fue un desterrado irreductible. En su lecho de muerte, Saco pidi贸 que en su tumba fuera grabada la frase que defini贸 su vida: "Aqu铆 yace Jos茅 Antonio Saco, que nunca fue anexionista". Mart铆 se nutri贸 del pensamiento y fue digno heredero de aquellos hombres providenciales.
Pero, en un sentido universal, Jos茅 Mart铆 no es patrimonio exclusivo de nosotros los cubanos. Ni Washington ni Bol铆var pertenecen tampoco exclusivamente a norteamericanos o venezolanos. Los grandes hombres trascienden las fronteras geogr谩ficas y contribuyen con su ejemplo al enriquecimiento de valores eternos y al mejoramiento de la humanidad.
El nicarag眉ense Ruben Dar铆o, maestro de poetas, trato de maestro a Jose Mart铆. La chilena, Gabriela Mistral, Nobel de poes铆a, dijo que si hubiera vivido en su tiempo se habr铆a enamorado de Jos茅 Mart铆. El pol铆tico y poeta venezolano Andr茅s Eloy Blanco dijo ante el congreso de una Venezuela todav铆a en democracia: "Demos trabajo a Mart铆! Est谩 vivo. Sentado en la piedra de crear, como 茅l dijera de Bol铆var". Y Ronald Reagan, Presidente de Estados Unidos dijo: "Jos茅 Mart铆 ser谩 recordado por los amantes de la libertad como un precursor y l铆der de todo esfuerzo para lograr la aut茅ntica redenci贸n del hombre''.
Sin embargo, para nosotros los cubanos, Cuba y Mart铆 son dos conceptos, dos lealtades y dos sentimientos estrechamente entrelazados. Uno no puede existir ni perpetuarse sin el otro. El cubano que no ame y admire a Mart铆 es un cubano incompleto. Ser martiano es ser un patriota en sentido total. El cubano exiliado mitiga el dolor de la orfandad de patria con el paliativo de la vida heroica de Mart铆 y el mensaje edificante y esperanzador de su pensamiento pol铆tico.
Tal como hemos sabido desde nuestra escuela primaria, Jos茅 Mart铆 hizo su entrada en la inmortalidad el 19 de Mayo de 1895 en Dos R铆os, entre los r铆os Cauto y Contramaestre. Se le dio sepultura sin f茅retro, directamente en una fosa de tierra fangosa en el Cementerio de Remanganagua ....y despu茅s de levantada el acta correspondiente el 27 de mayo a las nueve de la ma帽ana se efectu贸 el entierro definitivo quedando los restos del Ap贸stol en el nicho 134 de la galer铆a Sur del Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. Desde all铆 nos conmina a que cumplamos nuestro deber de terminar su labor y restaurar la libertad, la prosperidad y la felicidad de la Cuba por la que entreg贸 su vida generosa y heroica. Am茅n Jos茅 de los cubanos. Campe贸n de la justicia y se帽or de la esperanza. Am茅n