Para: Rodriman49 Le incluimos, con mucho gusto, el artículo "Desmontando falsedades sobre Putin y la invasión rusa" y la entrevista "La invasión de Putin a Ucrania es “un genocidio”: activista Olena Halushka" publicados por El American. ¡Ojalá les guste! Atentamente,
Julio M. Shiling
Artículo. Desmontando falsedades sobre Putin y la invasión rusa El régimen de Putin es un producto del comunismo soviético y está llevando a cabo una nueva versión del Holodomor.
JULIO M. SHILING 03.19.22 5 MINUTE READHay un gran número de falsas narrativas que involucran a Ucrania y Rusia, en el contexto de la invasión de la segunda a la primera. Estas afirmaciones falsas no provienen exclusivamente de los medios de comunicación y los portavoces de la propaganda del dictador Vladimir Putin. Algunos, tanto de la izquierda como de la derecha, se hacen eco de estas cuestionables afirmaciones. Teniendo en cuenta todo lo que está en juego, es primordial poner las cosas en claro y desmentir las principales falsedades del régimen de Putin, de quienes se expresan en su nombre, o de algunos pensadores bien intencionados que están enmarcando sus argumentos en premisas inexactas. Ucrania está bajo la esfera de influencia de RusiaLa idea de que Rusia tiene derecho a ejercer una autoridad discrecional sobre los asuntos ucranianos es ilegítima. Ucrania es una nación libre y soberana con un sistema de gobierno consensuado. El pueblo ucraniano decide, a través de sus funcionarios elegidos, las políticas que adopta su país. Si se acepta como válido que Rusia tiene una base racional para su reclamación de Lebensraum (“espacio vital”), entonces la Alemania nazi tenía razón en su absorción forzada de partes de la República Checa en 1938 y de otras partes de Europa. (Más sobre este tema en un próximo artículo). La Revolución de la Dignidad (o Revolución de Maidan) fue un “golpe”La Revolución de la Dignidad, ese levantamiento popular en el que el pueblo ucraniano desalojó con éxito del poder a un títere ruso autocrático, es coherente con el sacrosanto principio democrático del Derecho de Revolución. El pueblo libre tiene el deber, además de su derecho, de rebelarse contra la autoridad tiránica y derrocar a ese gobierno, cuando sus acciones traicionan la base de su intención original de gobernar. En otras palabras, si un gobierno es elegido democráticamente, pero en su ejecución del poder abandona los parámetros de su pacto social y gobierna injustamente, deja de ser un gobierno democrático. La Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776), la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU (1948) son algunos instrumentos legales y morales que abrazan el Derecho de Revolución. Un golpe de Estado, en cambio, es un acto ilegal que implica la destitución por la fuerza de un gobierno legítimo que se ha mantenido fiel a su función limitada, que le ha sido concedida temporalmente, por una ciudadanía libre. Viktor Yanukóvich violó su autoridad cuando suprimió la disidencia, recortó las libertades civiles, aprobó leyes de censura draconianas y alineó a Ucrania con los intereses rusos. Esto fue una traición cardinal, ya que la premisa fundamental de su campaña política era buscar la proximidad con Europa, la némesis de Putin. (Más sobre este tema en un próximo artículo). La “unidad” comenzó en 882 con la Rus de Kiev. La federación poco rígida de pueblos y tribus de Europa del Este y del Norte que duró hasta la década de 1240, cuando los mongoles invadieron, es la base de esta historiografía folclórica rusa. Es curioso que Kiev (en Ucrania, no en Rusia) fuera la capital de esta federación. Lo cierto es que después, Ucrania estuvo ocupada por diferentes entidades extranjeras durante la mayor parte de su historia. A pesar de ello, se las arregló para desarrollar antropológicamente su propia identidad idiosincrásica, su cultura y su lengua. El comunismo soviético, desde su inicio con el golpe bolchevique de 1917, libró una guerra incesante para controlar y dominar Ucrania. El régimen de Putin, fiel heredero de la tiranía comunista, ha hecho todo lo posible por devolver a Ucrania a su condición de colonia cautiva. El momento de la anterior (2014) y de la actual invasión del territorio ucraniano, para el antiguo jefe de espionaje del KGB, ha dependido de su percepción de la debilidad del liderazgo americano y nada más. Putin invadió debido a las violaciones de la “neutralidad” por parte de UcraniaCuando el dictador ruso invadió y anexionó Crimea e instaló una insurgencia rusa en Donetsk y Luhansk en 2014, Ucrania era técnicamente “neutral”. Cuando el régimen de Putin sesgó recientemente su esquema de pseudo “república popular” de las otras dos regiones donde los separatistas apoyados por Rusia libraron una guerra de guerrillas de ocho años, Ucrania era neutral. “Neutralidad” para Rusia significa sumisión ucraniana y su dominio colonial. Ucrania debe ser desmilitarizadaEn 1994, Ucrania tenía el tercer inventario nuclear más grande del mundo. En ese año, Ucrania cometió uno de sus mayores errores. Renunció voluntariamente a la totalidad de sus armas nucleares. En eso consistía el Memorándum de Budapest, un documento facilitado por la ONU. Ucrania creyó en el compromiso de que sus garantes, Estados Unidos y Reino Unido, cumplirían la solemne garantía del acuerdo de 1994 de que la soberanía de Ucrania sería respetada y defendida. No cabe duda de que los ucranianos lamentan enormemente haber cedido esas armas. Putin no habría invadido. Putin lucha contra el marxismo cultural; por lo tanto, es conservador, anti-globalista y anticomunistaLa premisa de que Putin es conservador, anti-globalista y anticomunista es falsa. Sí, el autócrata ruso combate el veneno de la ideología de género, el transgenerismo, el feminismo radical y otros planes de acción política que obtienen su racionalización del arsenal de la teoría crítica del marxismo cultural. Sin embargo, el hecho es que la China comunista y el Irán islámico también combaten con vehemencia todos esos mismos principios neo-marxistas. El marxismo cultural es un modo de subversión en las democracias occidentales. Una vez alcanzado el poder político, el comunismo (China), el poscomunismo (Putinismo) y el islamismo (Irán) aplastan cualquier vestigio que cuestione su absolutismo. Putin ha tratado activamente de reinsertar a Rusia en el mundo donde lo dejó la URSS, aunque con una revisión del siglo XXI de sus relaciones de producción y su modelo económico. Los oligarcas rusos patrocinados por el Estado, todos hechos por Putin, son globalistas por definición. Es el caso del propio Putin. La autarquía, una política de autosuficiencia nacional, es antitética tanto a la Unión Soviética como a la praxis de Putin. La dependencia rusa de las exportaciones de petróleo para financiar las necesidades básicas del país lo ejemplifica. La íntima y entrelazada relación de Rusia con las dictaduras socialistas del hemisferio occidental es un ejemplo de su visión globalista del mundo. Los argumentos disparatados que esgrimen algunos que deberían saber mejor, le hacen un flaco favor a la libertad y al sistema republicano. El régimen de Putin es un producto del comunismo soviético y está llevando a cabo una nueva versión del Holodomor. Ucrania es hoy el campo de batalla de la democracia. Leer artículo en El American El American © 2021
Entrevista. La invasión de Putin a Ucrania es “un genocidio”: activista Olena Halushka La exasesora del Parlamento afirmó que han visto una baja moral en el Ejército ruso.
EL AMERICAN NEWSROOM ESPAÑOL JULIO M. SHILING 03.18.22 3 MINUTE READLa activista y escritora ucraniana, Olena Halushka, se sentó en exclusiva con El American para conversar con nuestro colaborador Julio M. Shiling sobre su experiencia desde la brutal invasión de Rusia contra Ucrania. Halushka, quien fue asesora del Parlamento ucraniano y miembro del ayuntamiento de Kiev, considera que lo que ocurre en su país es “un genocidio de la nación ucraniana” y que, según sus fuentes de la inteligencia occidental, la intención de Vladímir Putin era “conquistar Ucrania” y sustituir a los funcionarios electos por un “régimen títere” en cuestión de días. “De hecho, Vladímir Putin pretende restaurar el imperio ruso y devolver a Ucrania a su órbita de Moscú”, dijo Halushka. “Pero fracasó. Falló completamente porque Putin calculó mal la resistencia del pueblo ucraniano, comenzando por el Ejército y el presidente Zelenskyy, así como los alcaldes locales que se han convertido en los líderes de los tiempos de guerra en sus comunidades”. Según contó la activista, los civiles de todas las ciudades de Ucrania se unieron a las unidades de defensa territorial voluntariamente, haciendo uso de armas improvisadas como cócteles molotov, y los granjeros y trabajadores del campo “detuvieron a las fuerzas rusas con sus propias manos”. “También estamos presenciando una baja moral en el Ejército ruso”, continuó Halushka. “Así que, a pesar de tener más tropas y más equipos militares, su deseo y su motivación para luchar contra Ucrania es mucho menor”. Tanto que, según el testimonio de la escritora, las fuerzas de Putin han incluso destruido y abandonado tanques y armas en las calles ucranianas. “Militarmente, no podemos ver al Ejército ruso avanzar en Ucrania, así que cambian sus tácticas”, afirmó. “Ahora mismo, en buena medida, evitan la confrontación directa y cambian al genocidio de las ciudades: bombardean, organizan ataques aéreos en las zonas residenciales de las poblaciones pacíficas, disparando misiles contra jardines de infancia y orfanatos”. La activista resalta como “el más llamativo y horripilante” el ataque contra el hospital materno-infantil de la ciudad de Mariúpol el pasado 8 de marzo, una “atrocidad” en palabras del presidente Zelensky, donde niños y mujeres víctimas quedaron bajo los escombros.
“[Los rusos] están, básicamente, asesinando deliberadamente civiles ucranianos pacíficos cuya única culpa es que quieren vivir en un país democrático, soberano e independiente, e intentaban construirlo”, expresó Halushka. Halushka: ¿zona de exclusión aérea o armas más sofisticadas?Sin embargo, Halushka entiende a los miembros de la OTAN o los aliados en la comunidad internacional quienes no son capaces de cerrar los cielos de Ucrania, por lo que les pide que provean “los equipos necesarios”, como sistemas antimisiles y dispositivos de defensa antiaérea, más avanzados de los que ya han recibido. Halushka considera “un gran misterio” el motivo por el que Occidente no ha decidido proveer al Ejército ucraniano con armas de tecnología más sofisticada. Su postura respecto a la implementación de una zona de exclusión aérea sobre los cielos de Ucrania por parte de los aliados, tal como lo han pedido otros activistas e incluso el presidente Zelensky, es que se trata de una medida “instrumental”, dado que el Ejército ya está “haciendo milagros” en la tierra, pero los rusos aprovechan su capacidad en el aire para masacrar inocentes.
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Author Julio M Shiling Julio M. Shiling is a political scientist, writer, speaker, commentator, and Director of Patria de Martí , and The CubanAmerican Voice, and columnist for El American. He holds a master’s degree in Political Science from Florida International University (FIU) in Miami, Florida. He is a member of The American Political Science Association, The International Political Science Association and The PEN Club (Cuban Writers in Exile Chapter).. Otros artículos de Julio M. Shiling publicados en "El American": ARTICULOS DE JULIO M. SHILING Descubra todo lo que Patria de Martí tiene para ofrecer. Presione aquí ► y explore nuestra plataforma mediática. ¿Te gustó?, ¡Compártelo con tu opinión!
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