Y cuando fuimos República independiente, aquellos mambises que lucharon en los campos de Cuba a pecho descubierto, aquellas mujeres que lo dieron todo en los campos de Cuba, se convirtieron en los maestros predilectos de nuestras aulas.
Formaron las siguientes generaciones en el orgullo de la tierra que los amparaba, la honradez del trabajo y el decoro. Y esa savia que inculcaron los mambises y toda aquella generación que venía de las guerras de independencia, fue la que germinó en las generaciones del 30 y el 50, para que una vez entronizadas las dictaduras autoritarias de Machado y Batista, se irguieran ante el abuso de poder.
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