Un dia como hoy, marzo 1, en nuestra lucha contra el castrismo.
Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.
Comparta estas efemérides. Gracias.
PROHIBIDO OLVIDAR.
1959
Llega a Isla de Pinos la primera cordillera de presos del castrismo. Habían sido militares o funcionarios del régimen de Fulgencio Batista.
1961
El teniente Bernardo Arias Castillo, jefe de la Seguridad del Estado en Sancti Spíritus cae muerto en un allanamiento a la Finca "La Esperanza" donde se habían refugiado un grupo de alzados que venían de la Sierra del Escambray. Lister Álvarez López, arrestado varios días después en La Habana fue injustamente inculpado del hecho y fusilado el 13 de julio de 1963 en la Segunda Causa del Escambray.
1962
En el Hondٔón, cerca de Caracusey, Escambray, LV. se enfrentran guerrillas al mando de Osvaldo Ramírez con las milicias del régimen perdiendo la vida los guerrilleros Eduardo Hernández y otro conocido como “El Cocinero.” La milicia también sufrió bajas.
1963
Los alzados capturados en Oriente Fausto Morales, Antonio González "Chaparro" y Pedro René Hernández García este último jefe de la guerrilla, son fusilados en Santiago de Cuba.
***** Un grupo guerrillero bajo el comando de Mario Bravo, sorprende a unos milicianos en las proximidades de una escuela en Marroquí y le quitan varias armas.
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En un combate en Las Llanadas de Gómez, Sumidero rio Caracusey en la Sierra del Escambray mueren Tomás San Gil Díaz para entonces Jefe máximo de los alzados en la Sierra del Escambray; Nilo Armando Saavedra de Florencia, Camagüey; Berto González Consuegra de Cruces, LV; Emilio Torres de Guasimal, LV; Goyo Arteaga López de Fomento, LV.; Orlando Alonso Romero de La Habana; Edmundo León Ruiz (de quince años de edad) de Sancti Spíritus, LV.; Raúl Guerra, de Trinidad, LV.; Joseito García, José Lemus Santander de Guasimal, LV.; Orestes Torrecillas de Trinidad, LV.; Manolo Heira Bravo “Manolo” de Fomento, LV.; y Celedonio Caballero de Placetas, LV.
[Información según aparece en el libro del Dr. Inoel Felipe-Rod "Escambray la muerte de la esperanza"
1965
Los opositores Daniel Márquez y D. Valladares Navarro son asesinados por la policía en el Reparto Aparicio en La Habana.
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Un niño mártir del Presidio Político de Cuba
Si hay algo verdaderamente lacerante es ver a un niño encerrado en una cárcel por cuestiones políticas. La humanidad debería horrorizarse cuando se comete tan espantoso crimen.
Pero el mundo de hoy vive con los ojos mirando hacia dentro, tiene demasiadas preocupaciones y demasiados entretenimientos para detenerse a pensar lo que esto significa.
Por eso cuando Santos Orlando Mirabal Rodríguez ingresó en las prisiones de Cuba comunista a los 12 años de edad, no pocos se encogieron de hombros con majestuosa indiferencia. Sólo sus familiares y sus compañeritos del barrio derramaron un puñado de lágrimas y hasta recabaron la ayuda del párroco del pueblo, pero este les explicó que Dios lo había querido así y nada podía hacerse en contra de su voluntad. No es difícil creer que en aquella ocasión el desconcertado sacerdote no estaba refiriéndose al creador de los animalitos y las flores, los mares y el roció –el Padre del amor, el Dios del Universo, inmenso y misericordioso– sino que hablaba de otro Dios con barbas envenenadas y pupilas diabólicas. Un Dios que encarcela niños y asesina ideas, un Dios de barro y sal que se alimenta con la sangre de su pueblo.
Mas ni siquiera los "jueces" que condenaron al niño Mirabal probablemente imaginaron que el pequeño aquel, de cabeza rapada y ojos inquietos, tendría que hacerse viejo en las mazmorras comunistas. Un niño-anciano, se podría decir, porque a pesar de lo ensombrecido de su rostro, de las muchas arrugas en su alma, casi dos décadas después de que anudaron con cadenas su infancia, Santos Orlando continúa flotando en una pompa de jabón, como en los cuentos de hadas. Porque "Santico", como le llaman cariñosamente sus compañeros de infortunio, sigue soñando con las fantasías y esperando que algún día el mundo una simbólicamente los brazos y sus voces para rescatarlo de ese infierno. Pero él no sabe que el mundo tiene demasiadas preocupaciones y demasiados entretenimientos –ya lo dije– para detenerse a pensar que este niño-gigante necesita su apoyo, necesita su voz.
En Julio de 1979, Santos Orlando Mirabal Rodríguez –junto a un centenar de prisioneros políticos– fue trasladado para la tristemente célebre cárcel de Boniato. Fue entonces que conoció oficialmente que había sido excluido del programa de indultos, porque así lo decidieron los heraldos de la hoz y el martillo. Aquí se encuentra aún, sometido a todo tipo de represalias y torturas a pesar de que en dos oportunidades ha estado paralítico a consecuencia de las huelgas de hambre repetidas y la desnutrición. Su estado de salud es deplorable. Como sus compañeros de infortunio, cada día da un paso hacia la muerte inevitable y prematura. Mientras llega su hora, desde el áspero vientre de la celda tapiada donde lo han puesto a latir los verdugos de turno, sueña con su atormentada madre, ya de perfil borroso en su memoria, porque desde hace 15 años sus carceleros no le permiten que la vea; sueña con la esposa y el hijo que le hubiese gustado tener, sueña, como todo hombre de bien, con la libertad de su patria.
De acuerdo a la sanción inicial, Santos Orlando debió haber sido libertado al arribar a la mayoría de edad. Pero haciendo caso omiso de sus propias leyes, los todopoderosos del Ministerio del Interior ordenaron mantenerlo en prisión.
Siete años después de haber extinguido su sanción, Santos Orlando Mirabal envió una carta al Ministro de Justicia, comunicándole que aún permanecía en la cárcel y que su estancia en la misma era ilegal.
Recientemente autoridades del país acaban de legalizar su situación imponiéndole una sanción adicional de 10 años de privación de libertad a partir del 5 de Agosto de 1981, fecha en que aparece dictada la nueva sentencia. No hubo juicio previo, ni abogado de defensa, ni derecho siquiera a una apelación. ¿Delito?: Una supuesta "peligrosidad" post-delictiva.
Ya el niño-héroe, el niño-mártir Santos Orlando Mirabal Rodríguez está en la cárcel legalmente.
¡Una vez más el gobierno comunista de Cuba ha hecho justicia!
Como dato adicional, para asombro del mundo, considero oportuno dar a conocer que Santico con sólo 12 años de edad fue sometido a un enajenante proceso de interrogatorios que se prolongó desde el 24 de abril de 1966, fecha de su detención, hasta el 15 de abril de 1968. Por el asalto al Cuartel Moncada, que costó muchas vidas de ambos bandos, el caudillo Fidel Castro guardó prisión durante 21 meses y 15 días. Por quemar supuestamente un campo de caña, el niño Santos Orlando Mirabal Rodríguez permaneció en los calabozos de tortura de Seguridad del Estado en total incomunicación, 23 meses y 21 días. Sin embargo, a casi 19 años de su detención Santico aún permanecía entre rejas; 116 meses después de haber extinguido la sanción que le fuera impuesta por el tribunal militar que lo juzgó; 116 meses, mientras el "presidente" Fidel Castro sigue repitiendo sin el menor sonrojo que su revolución es generosa. No es necesario decir más; que cada cual saque sus propias conclusiones de acuerdo a lo que lo dicte su consciencia.
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