jueves, 18 de abril de 2024

Un día como hoy, abril 18, en nuestra lucha contra el castrismo.

Un día como hoy, abril 18, en nuestra lucha contra el castrismo.
 
Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el Comunismo.
 
Comparta estas efemérides. Gracias.
 
PROHIBIDO OLVIDAR.
 
1959
 
Fidel Castro se entrevistó con el Vice-presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. Mr. Nixon, se supo después, informó al presidente Dwight Eisenhower, que en su opinión el comandante Castro, evidenciaba una franca inclinación hacia el comunismo. 
 
1960
 
EI Gobierno de la República de Nicaragua, rompió relaciones diplomáticas y comerciales con el régimen comunista de Cuba. 
 
1961
 
Los estudiantes Virgilio Campanería Angel y Alberto Tapia Ruano, El secretario general del sindicato de trabajadores textiles, Carlos Rodríguez Cabo, Filiberto Rodríguez Ravelo, Lázaro Reyes Benítez, Carlos Calvo Martínez, José Rodríguez Borges y Efrén Rodríguez López son fusilados en La Cabaña. La sentencia de muerte fue dictada en juicios celebrados en la prisión de la Fortaleza de La Cabaña. Un noveno acusado fue juzgado, Tomás Fernández-Travieso, pero como era menor de edad fue sentenciado a 30 años de prisión (de los cuales cumplió 19). Los ocho hombres esperaron su ejecución juntos en una celda especial y, durante horas, rezaron el rosario antes de ser llevados uno a uno al paredón para su ejecución. Otros prisioneros pudieron escuchar los disparos del pelotón de fusilamiento y el tiro de gracia al final de cada fusilamiento.
 
Carlos Rodríguez Cabo, Filiberto Rodríguez Ravelo, José Rodríguez Borges y Efrén Rodríguez López fueron acusados de colocar un artefacto explosivo en el transformador eléctrico de Campo Florido. Campanería y Tapia habían sido arrestados a mediados del mes anterior ocupándoseles varias armas. 
 
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En la Sierra Maestra, provincia de Oriente, miembros del ejército castrista asesinaron a Marcelino Magañas, mensajero y guía de los alzados dirigidos por el jóven revolucionario cubano Alberto Muller. 
 
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EI teniente Ramiro Vasallo, ordenó el arresto de todos los sacerdotes de Manzanillo. Fueron encarcelados Rafael Monterrey, Gonzalo Blanco Carela, Arturo Sánchez Jerez, Pedro Cruz Cruz, Aníbal Morales, Angel Blanco, Casimiro Jose, Antonio Cartón Arrieta y Jose Luis Igquia. Todos sacerdotes católicos. 
 
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Fueron asesinados en las calles de La Habana, los jóvenes revolucionarios Jorge Rodríguez Sierra y Jesús Casais López, por miembros del G-2 bajo las órdenes del “gallego Villanueva”. Casais era segundo jefe nacional de acción el Movimiento 30 de Noviembre. 
 
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En los combates librados por la Brigada 2506 en Bahía Cochinos el predominio aéreo del régimen cubano por la falta de apoyo desde el aire continúa ocasionando sensibles bajas a los brigadistas junto a la imposibilidad de desarrollar los planes bélicos después del hundimiento del "Houston"(hospital de campaña, armas, parque y el combustible para los aviones) y el "Rio Escondido"(planta de radio y pertrechos).
 
1970
 
Un enfrentamiento entre las fuerzas de Vicente Méndez y unidades del ejército y de la seguridad del estado, concluye con un saldo de cuatro castristas y dos guerrillerosmuertos.
 
1975
 
Los jóvenes alzados en Río Frío, derriban una torre de observación del régimen en el área donde estaban operando.
 
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TESTIGO DEL SACRIFICIO, (HACE 62 AÑOS).
Por Tomás Fernández-Travieso
 
 El sol se ponía cuando salimos del juicio. Luis Fernández-Caubí fue el único abogado que se atrevió a defender nuestra causa. El juicio demoró sólo 20 minutos; lo interrumpió varias veces el ruido de los tanques de guerra destacados en La Cabaña corriendo hacia Playa Girón: era el 17 de abril de 1961.

Cuando iban a fusilar, dejaban solamente en capilla a los condenados a muerte. El único que sabíamos que ya estaba allí era Carlos Rodríguez Cabo. A su compañero de causa, Efrén Rodríguez López, le pidieron 30 años. Lo habíamos dejado en la galera y cuando vino a despedirse de nosotros, muy apenado, dijo: “Miren, perdonen que les pida esto, pero seguro que ustedes no regresan. Salúdenme a Carlitos allá”. No pudo seguir hablando. Nos abrazó llorando.

Caminando esposados cruzamos el puente levadizo. Abajo, en el foso, un palo solitario se alzaba delante de unos sacos de arena. Virgilio Campanería Angel y yo íbamos esposados juntos. Alberto Tapia Ruano venía solo.

Al llegar a la prisión, desde el patio al otro lado del rastrillo, muchos compañeros nos saludaron en silencio. Nos pasaron a través de una galera donde dormían los guardias, hasta llegar a la capilla (galera interior dividida en cuatro celdas con un pasillo central).

Continuamos caminando por un largo pasillo. Cuatro guardias nos escoltaban. Atravesamos tres rejas con gruesos candados. Al entrar en la capilla, desde una de las celdas, la voz de Efrén, fuerte y decidida nos saludó: “Parece que me quieren tronar (fusilar) también. Me elevaron la condena de 30 a paredón. Además, Carlitos estaba muy solo y no podía abandonarlo”, agregó riendo Efrén. Compartimos la información que teníamos del desembarco por Playa Girón que apoyaría el movimiento clandestino. Efrén y Carlitos eran de Rescate Revolucionario; Virgilio, Alberto y yo del Directorio Revolucionario Estudiantil. Nos metieron en una celda iluminada por una lámpara de luz fría con dos literas sin colchón y un hueco en el piso que servía de inodoro.

Al poco rato trajeron a Lázaro Reyes Benítez y a Filiberto Rodríguez Ravelo, ambos de Güines. Filiberto se había ganado el apoyo de “el marciano” ya que desde que llegó a La Cabaña insistía en que él era un extraterrestre y que estaba en contacto permanente con los marcianos.

Después llegó José Calderín, quien junto a Lázaro y a Filiberto fueron a otra celda. Por último, Carlos Calvo Martínez; al igual que Virgilio y Tapita tenía 21 años. Lo acusaron de poner la bomba de El Encanto. Lo metieron en nuestra celda.

Ya estábamos todos. Un guardia trajo las sentencias. A mí me conmutaron la pena de muerte por 30 años de prisión “porque esta gente no va a fusilar a un menor de edad”, me explicaron todos. Ya no pude seguir compartiendo los cantos y los chistes de los demás. Me convertí en el depositario de sus recuerdos, el enlace con la vida. 
Yo sería el testigo de su sacrificio.
 
Pasaron horas. No sé, ahí no existe el tiempo. Rezamos el rosario, todos teníamos rosarios.

Por fin las tres cerraduras crujieron y pasos de botas resonaron en la capilla. El sargento Moreno llamó el primer nombre: “Carlos Rodríguez Cabo”. “Presente”, gritó con voz firme. Dos guardias con fusiles lo escoltaron hasta la puerta de nuestra celda. Nos abrazamos a través de los barrotes. Me encomendó a su hija, le dejaba su sortija y dijo: “ánimo, que tengas suerte”.

Al rato el sonido de los fusiles FAL llenó la capilla, seguido de un tiro de pistola. “El sargento Moreno es el que da los tiros de gracia”, me habían dicho.

Las tres cerraduras se abrieron otra vez, ahora para Efrén. Respondio: “Presente”.Me abrazó entre las rejas, le dejaba su fosforera a la esposa

Los FAL sonaron cerca, seguidos de un tiro de gracia.

El tercero fue Virgilio. En el último abrazo me dijo: “Tommy, voy a gritar un Viva Cristo Rey, Viva Cuba Libre, Viva el Directorio, que le va a traquetear los cojones. Alberto (Tapita) se abrazó a mí: “Ojalá que yo vaya después”. Abrazados escuchamos a Virgilio cumpliendo su promesa, sonaron los FAL y después tres tiros de gracia.

“Alberto Tapia Ruano”, llamó Moreno. “La Virgencita me oyó”, dijo Tapita con alegría. Salió rápido.

Quedamos Carlos Calvo y yo en la celda.

“¿Crees que Tapita contó los tiros de gracia de Virgilio?... Fueron tres. De todas maneras, él lo va a ver en el suelo, no hay tiempo de quitar los cuerpos entre uno y otro…”, dijo.

El cuarto fue Filiberto, quien, reconociendo su broma, me confesó: “Ya ni los marcianos pueden salvarme del trueno (paredón)”. Salió cantando el Himno Nacional. Le dieron dos tiros de gracia.

“Lázaro Reyes Benítez”. “Presente”. Me abrazó y salió. “José Calderín”. “Presente”. El penúltimo abrazo y salió.

Carlitos Calvo fue el último. Ya yo conocía toda su vida. Antes de que abrieran las rejas, me pidió: “Cuenta mis tiros de gracia y me lo dices allá arriba”.

Fueron ocho en La Cabaña, hace 62 años.

TOMÁS FERNÁNDEZ-TRAVIESO, ex miembro del Directorio Revolucionario Estudiantil, fue condenado a 30 años de prisión por el régimen castro-stalinista de Cuba. La publicación en Miami de su obra teatral “Prometeo Desencadenado” le ocasionó una condena adicional. Cumplió 19 años de prisión. Actualmente reside en Miami. Recién publicó la novela, “El Silencio del Ayer”.
 


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