“Nada me va a detener. Yo nunca me rendiré.”
Después de haber salido vivo de dos atentados contra su vida Donald Trump ha demostrado tener más vidas que los gatos. Coincido con las palabras de su hijo Eric a Sean Hannity cuando el joven dijo: “A mi padre se le están acabando las vidas. ¿Cuántos rifles van a llegar dentro de la distancia de asesinato de mi padre?”
ESTE NO ES EL PRIMER ATENTADO
Con anterioridad Trump había sufrido una leve herida en la oreja cuando un francotirador le disparó hace dos meses en el estado de Pennsylvania. Pero en medio de los repetidos temores de inestabilidad social en unas elecciones matizadas por la violencia la reacción del espectro político ante un segundo ataque fue casi instantánea. Donald Trump, por su parte, se mantuvo firme y afirmó: “Nada me va a detener. Yo nunca me rendiré.”
EL ELIXIR DEL PODER.
De hecho, el poder es una droga poderosa. La gente logra ese poder por las buenas o por las malas. Los demócratas saben que no pueden ganarle a Trump y han optado por matarlo. Yo no exagero, me limito a comentar los acontecimientos en el contexto de la maldad de los círculos políticos opuestos Trump, ya sea en el Partido Republicano o en el Partido Demócrata.
Nunca en el más de medio siglo de vivir en este país había visto a tantos republicanos resentidos preferir votar por la candidata demócrata antes que por la candidatura de su mismo partido. Todo indica que no hay vacuna que inocule contra la soberbia a los políticos a quienes se les despoja de “la chambelona.”. El pecado de Trump ha sido despojarlos de sus privilegios y sus sinecuras. Como los vampiros estos tipos se sienten aterrados ante el crucifijo del gobierno honrado.
AUMENTADO LA SEGURIDAD
Por otra parte, Donald Trump ha aumentado su seguridad desde el atentado que sufrió en el mes de julio. Por ejemplo, cuando se encuentra en la Torre Trump, en Nueva York, se han estacionado grandes camiones frente al edificio. En los mítines al aire libre habla desde un recinto de cristal a prueba de balas.
El incidente del domingo 15 de septiembre tuvo lugar el campo de golf de Mar- A. Lago en Palm Beach, precisamente en el momento en que el ex presidente estaba jugando golf. Funcionarios del Servicio Secreto afirman que uno de sus agentes vio a un hombre con un rifle entre los arbustos y disparó contra él. El sospechoso, a quién los agentes de orden identificaron como Ryan Wesley Routh, fue detenido inmediatamente.
EL ATENTADO ANTERIOR
En el mes de julio Donald Trump sufrió un atentado a manos de un franco tirador en lo que la Oficina Federal de Investigaciones ha calificado como un intento de asesinato. El incidente tuvo lugar en el Estado de Pennsylvania y el ex presidente sufrió una herida en una oreja. El atacante fue Thomas Matthew Crooks, de 20 años de edad y residente de Pennsylvania. Se sabe muy poco de este atentado porque el franco tirador fue muerto en el mismo lugar de los hechos por alguien que no quería que se supiera toda la verdad.
DESANTIS LOS PONE A CORRER.
Por otra parte, las cosas se les han complicado a los encubridores en el segundo atentado porque el Gobernador de la Florida, Ron DeSantis ha tomado “cartas en el asunto.” Hablando con la prensa DeSantis dijo: “Los ciudadanos merecen la verdad sobre este asesino y como fue capaz de llegar a 500 yardas del ex presidente y candidato por el Partido Republicano”.
Ahora bien, el asesinato de presidentes no es algo nuevo en la política de os Estados Unidos. Abraham Lincoln fue asesinado en 1865, James Garfield en 1881, William McKinley en 1901, John F. Kennedy en 1963.
LOS CULPABLES
En una entrevista con la Cadena de Televisión Fox News, el ex presidente Trump culpó a Joe Biden y Kamala Harris por los atentados contra él. En esa oportunidad Trump declaró: “Sus palabras están causando estos atentados. Todo esto cuando yo soy el que está salvando al país mientras ellos lo hunden en la miseria”.
Solamente Donald Trump conoce los motivos por los cuales está arriesgando no sólo su fortuna sino la propia vida. Esta conducta lo pone a la altura de los fundadores de esta república. Recemos porque llegue vivo a las elecciones del mes de noviembre. Yo rezo y tengo esa esperanza. Porque, aunque este gato tiene enemigos, sus garras están bien afiladas. Esa es precisamente la esperanza que me permite dormir tranquilo.
9-19-24
Favor de incluirme en su lista de distribución de LA NUEVA NACION: alfredocepero@bellsouth.net.
Si usted desea ser borrado de esta lista de distribución, favor de enviarnos un correo electrónico a: lanuevanacion@bellsouth.net
ESTE NO ES EL PRIMER ATENTADO
Con anterioridad Trump había sufrido una leve herida en la oreja cuando un francotirador le disparó hace dos meses en el estado de Pennsylvania. Pero en medio de los repetidos temores de inestabilidad social en unas elecciones matizadas por la violencia la reacción del espectro político ante un segundo ataque fue casi instantánea. Donald Trump, por su parte, se mantuvo firme y afirmó: “Nada me va a detener. Yo nunca me rendiré.”
EL ELIXIR DEL PODER.
De hecho, el poder es una droga poderosa. La gente logra ese poder por las buenas o por las malas. Los demócratas saben que no pueden ganarle a Trump y han optado por matarlo. Yo no exagero, me limito a comentar los acontecimientos en el contexto de la maldad de los círculos políticos opuestos Trump, ya sea en el Partido Republicano o en el Partido Demócrata.
Nunca en el más de medio siglo de vivir en este país había visto a tantos republicanos resentidos preferir votar por la candidata demócrata antes que por la candidatura de su mismo partido. Todo indica que no hay vacuna que inocule contra la soberbia a los políticos a quienes se les despoja de “la chambelona.”. El pecado de Trump ha sido despojarlos de sus privilegios y sus sinecuras. Como los vampiros estos tipos se sienten aterrados ante el crucifijo del gobierno honrado.
AUMENTADO LA SEGURIDAD
Por otra parte, Donald Trump ha aumentado su seguridad desde el atentado que sufrió en el mes de julio. Por ejemplo, cuando se encuentra en la Torre Trump, en Nueva York, se han estacionado grandes camiones frente al edificio. En los mítines al aire libre habla desde un recinto de cristal a prueba de balas.
El incidente del domingo 15 de septiembre tuvo lugar el campo de golf de Mar- A. Lago en Palm Beach, precisamente en el momento en que el ex presidente estaba jugando golf. Funcionarios del Servicio Secreto afirman que uno de sus agentes vio a un hombre con un rifle entre los arbustos y disparó contra él. El sospechoso, a quién los agentes de orden identificaron como Ryan Wesley Routh, fue detenido inmediatamente.
EL ATENTADO ANTERIOR
En el mes de julio Donald Trump sufrió un atentado a manos de un franco tirador en lo que la Oficina Federal de Investigaciones ha calificado como un intento de asesinato. El incidente tuvo lugar en el Estado de Pennsylvania y el ex presidente sufrió una herida en una oreja. El atacante fue Thomas Matthew Crooks, de 20 años de edad y residente de Pennsylvania. Se sabe muy poco de este atentado porque el franco tirador fue muerto en el mismo lugar de los hechos por alguien que no quería que se supiera toda la verdad.
DESANTIS LOS PONE A CORRER.
Por otra parte, las cosas se les han complicado a los encubridores en el segundo atentado porque el Gobernador de la Florida, Ron DeSantis ha tomado “cartas en el asunto.” Hablando con la prensa DeSantis dijo: “Los ciudadanos merecen la verdad sobre este asesino y como fue capaz de llegar a 500 yardas del ex presidente y candidato por el Partido Republicano”.
Ahora bien, el asesinato de presidentes no es algo nuevo en la política de os Estados Unidos. Abraham Lincoln fue asesinado en 1865, James Garfield en 1881, William McKinley en 1901, John F. Kennedy en 1963.
LOS CULPABLES
En una entrevista con la Cadena de Televisión Fox News, el ex presidente Trump culpó a Joe Biden y Kamala Harris por los atentados contra él. En esa oportunidad Trump declaró: “Sus palabras están causando estos atentados. Todo esto cuando yo soy el que está salvando al país mientras ellos lo hunden en la miseria”.
Solamente Donald Trump conoce los motivos por los cuales está arriesgando no sólo su fortuna sino la propia vida. Esta conducta lo pone a la altura de los fundadores de esta república. Recemos porque llegue vivo a las elecciones del mes de noviembre. Yo rezo y tengo esa esperanza. Porque, aunque este gato tiene enemigos, sus garras están bien afiladas. Esa es precisamente la esperanza que me permite dormir tranquilo.
9-19-24
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