domingo, 20 de octubre de 2024

LUZ PARA CUBA: UN PAIS EN TIENIEBLAS

LUZ PARA CUBA: UN PAIS EN TIENIEBLAS


Por: Lcdo. Sergio Ramos


Un estrepitoso apagón ha ocurrido en toda Cuba oscureciendo al país desde Maisí al Cabo de San Antonio. La gran avería empezó por la salida de servicio de la planta Antonio Guiteras, en Matanzas, y creando el caos energético en toda la isla, dejando en evidencia ante el mundo la ineficiencia sistémica del régimen de economía centralizada que el comunismo ha impuesto en Cuba.


Como era de esperarse los altos jerarcas del régimen han salido a justificar con sus mentiras la ineptitud económico-administrativa del régimen y sus dirigentes.

Y como es de costumbre les echan la culpa a los Estados Unidos y al mal llamado bloqueo. El mismo “bloqueo” a cuyo país al cual le compra alimentos, medicinas y automóviles eléctricos.


Pero a realidad es otra. Primero, la situación actual de Venezuela ha sido un contribuyente al desastre energético del país porque, entre otras cosas, el régimen de Maduro, principal abastecedor de combustible de Cuba, la cual pasa por un periodo de ineficiencia productiva de la empresa estatal petrolera PDVSA, decidió por la necesidad de obtener divisas, venderles el petróleo a empresas petroleras extrajeras, relegando a Cuba en una larga lista de espera. Al tiempo, que el otro factor externo es que su aliado, Rusia, está impedido de suministrar el petróleo necesario a Cuba debido a la demanda interna de combustible que le ha generado a Moscú la guerra contra Ucrania. 


Simultáneamente, aunque no es suministrador de petróleo a Cuba, China ha decidido cancelar contratos comerciales porque el régimen no tiene divisas para pagarle. Esto afecta en la adquisición de piezas de repuestos para sus termoeléctricas, así como otros productos y maquinarias.


Pero más allá de los factores externos, pesan en primacía los factores internos que han llevado al país a la ruina económica. Cuba esta carente de divisas porque el sistema de economía centralizada del comunismo adolece de el gran defecto intrínseco de la improductividad crónica. Lo estamos viendo en la seria escases de alimentos, artículos de primera necesidad y medicinas que arropa en todo el país. Inclusive, de alimentos que se podrían producir abundantemente en el país como la malanga, yuca, boniato, carne de cerdo, carne de res entre otros.


Gran parte se debe al defecto intrínseco del sistema económico comunista que es la improductividad. Es un hecho cierto y probado que si el trabajo de los seres humanos no produce riquezas y bienestar a los trabajadores, no estimula la productividad, que un elemento imprescindible para el progreso económico del país. Ese es el principal defecto del comunismo y su economía estatizada.


Otro factor que ha contribuido al desastre económico en Cuba es la corrupción desorbitada de los altos jerarcas del régimen. Desde la década de los noventa cuando se le descubrió al tirano genocida Fidel Castro cuentas en Suiza de $1,900 millones de dólares y a su hermano, también asesino, Raúl Castro otras cuentas por $500 millones de dólares. Y así sucesivamente los altos jerarcas del régimen guardan dineros robados al patrimonio nacional en cuantiosas cuentas bancarias en paraísos fiscales alrededor del mundo. Esos desmedidos robos a las arcas del país, sumados a la improductividad del sistema, han contribuido a que Cuba carezca de divisas suficientes para importar los recursos y materiales para mantener funcionando la economía del país, entre los que se encuentra el debido y adecuado mantenimiento a las plantas de energía eléctricas del país.


El desastre energético en el cual está sumido el país solo es remediable con el cambio total y radical de su sistema político, social y económico. Solo la sustitución radical y plena por un sistema de democracia pluripartidista y participativa, amparado en el marco del respeto pleno a los derechos humanos para todos sus ciudadanos y la transformación radical del sistema económico hacia un sistema de libre empresa y propiedad privada, accesible a todos los cubanos, en donde a los trabajadores se les paguen salarios justos y suficientes para que les garanticen una vida digna y con pleno bienestar para todos los ciudadanos. 


Ese ha de ser la meta, lucha y obra de todo pueblo oprimido. Reconquistar la libertad para disipar al país de las tinieblas en que vive sometido y sobre nuestro suelo patrio edificar un sistema económico de progreso y bienestar. Un nuevo país de luz y libertad.


San Juan, Puerto Rico a 20 de octubre de 2024



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