miércoles, 29 de enero de 2025

Un día como hoy, enero 29, en nuestra lucha contra el castrismo.

Un día como hoy, enero 29, en nuestra lucha contra el castrismo.

Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.

Comparta estas efemérides. Gracias.

PROHIBIDO OLVIDAR.

1960

Detenidos por actividades contrarrevolucionarias en Pinar del Río: José Enrique Rivadulla, Julio Bode, Antonio Pérez Cruz, Narciso Bode, Anselmo Arce, Julio Blamer y Joaquín Reyes.

1962

El cuartel de milicias de Meneses, provincia de Las Villas, es atacado por la guerrilla de Erinaldo Díaz Barnet. En la acción también fue quemado un automóvil que se encontraba en el lugar.

*****

El excabo del ejército rebelde Noel Peña Sánchez alzado en el Escambray donde era jefe de una de las guerrillas que operaban en las montañas villareñas es fusilado en Trinidad, LV. Según testimonio de un familiar fue torturado aplicándole electricidad en los testículos antes de fusilarlo.

1965

Guillermo Tapia Huerta dueño de una pequeña cafetería en La Habana, fue acusado de contrarrevolución en 1960 y condenado a 30 años de prisión. Fue detenido con un grupo de compañeros, los mantuvieron desnudos toda la noche al aire libre y hacía frío. Luego lo mantuvieron en una celda pequeña sin ventanas, atado a una silla, con talco esparcido por el piso y un ventilador para que obligarlos a respirar las partículas.

Enviado a la prisión de Isla de Pinos (número de preso 27110), soportó varios años de abusos y torturas. en 1964 fue trasladado a la cárcel del Castillo del Príncipe y allí murió poco tiempo después de sufrir una enfermedad y serle negada las medicinas proporcionadas por su familia o atención médica. Algunas fuentes indican que murió de leucemia. A la familia le habían dicho que padecía una enfermedad que le afectaba la médula espinal.

[Fuente: Testimony of cousin, in writing, 4/28/2013 and 4/29/2013.  Eduardo de Juan, 1997, p. 286. Beruvides, 1993, p. 179. Presidio Político Cubano, 1997, p. 161. Beruvides, 1994, p. 169. Pardo Mazorra, 1992, p. 568. Cuban American National Foundation, Quilt of Fidel Castro's Genocide, 1994. / Archivo Cuba]

*****

El obrero Joaquín Puebla Rueda es fusilado en La Cabaña, había sido acusado de distribuir propaganda enemiga y condenado por un Tribunal Revolucionario a treinta años de prisión.  La ejecución se llevó a cabo sin que la motivara sentencia alguna.  [3]

([3] Caso 2-XI en los Archivos de la Comisión de los Derechos Humanos de la OEA)

Noel Peña Acosta. Fusilado en Trinidad 1-29-1962.jpg

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Tomado de http://eichikawa.com/

Batista y su ejército incompetente (I)

Gustavo Silva                    septiembre 13, 2010

La mitología castrista difunde que Batista mandó un tren blindado con refuerzos a Oriente y Che Guevara se encargó de tomarlo para dar la estocada final al régimen marxista, id est: generado por el cuartelazo del 10 de marzo de 1952. Sólo que ese tren no llevaba tropas de choque, sino al batallón de ingenieros con misión primaria de reparar las vías de comunicación cortadas por las guerrillas en Las Villas. La suerte quedó echada desde que el propio jefe del convoy, coronel Florentino Rosell, prefirió escurrirse hasta su yate en los muelles del Biltmore y largarse a Miami. Henry Gómez maneja incluso que Rosell «vendió» el tren al Che Guevara. Lo cierto es que llegó a Santa Clara (diciembre 25-26, 1958) bajo el mando improvisado del comandante Gómez Calderón y con sombrías perspectivas de ataúd blindado. Se detuvo al pie de la Loma del Capiro, pero los soldados desplegados allí para protegerlo se retiraron (diciembre 29) ante el fuego rebelde. Gómez Calderón decidió entonces acercarse más a la ciudad, pero la maniobra terminó con el descarrilamiento (foto) y el batallón «entrenado» estuvo disparando con desespero, bajo pertinaz llovizna de cócteles Molotov, hasta que por una de las troneras apareció un pañuelito blanco sujeto al cañón de un fusil. «Nos dijeron que llegaríamos hasta Agabama [cerca de Fomento, en Sancti Spiritus] reconquistando fácilmente los cuarteles», dijo uno de los 401 prisioneros.

Entonces principió el asalto a Santa Clara, bajo el bombardeo de la aviación batistiana. Todavía el miércoles 31, el jefe del Regimiento Leoncio Vidal, coronel Joaquín Casillas, gritaba a los enviados de la Cruz Roja: «No hay tregua. Exijo la rendición». Las tropas del MR-26-7, el DER 13 de Marzo y el II Frente replicaron tomando la Audiencia, el Escuadrón 31, el cuartelito Los Caballitos, la estación de policía y el Gran Hotel. La primera mañana de 1959 encontró a los rebeldes enfrascados en operaciones de limpieza calle por calle. Che Guevara fue a entrevistarse con Casillas, quien se mantuvo en sus trece: «Con las armas que yo tengo usted no puede vencerme». Che repuso: «Usted tiene las armas, pero ya no tiene quien las empuñe». Así fue: una comisión de militares había contactado ya al Che con la propuesta de rendición y esta se consumaría sin disparar un tiro. Casillas escapó, vestido de civil, pero fue apresado por la guerrilla de Víctor Bordón en el central Washington y moriría en el trayecto al paredón, tras revirarse contra uno de los custodios.

Lo demás fue un paseo. Camilo Cienfuegos y su columna invasora «Antonio Maceo» habían salido de Yaguajay a las tres de la tarde del 31 de diciembre de 1958 y entraron sin contratiempos a las nueve de la noche en Santa Clara, donde recibió la orden de Castro: «avanzar sobre La Habana». Luego de engullir 600 sandwiches y 24 cajas de refrescos, la columna re-emprendió la marcha hacia Matanzas poco antes del amanecer, por la Carretera Central y con Camilo al frente en jeep descapotado. A eso de las nueve de la mañana acamparon dos horas en Colón y para el mediodía estaban en Coliseo. Camilo llamó por teléfono al jefe del Regimiento Plácido (Matanzas): «Quiero saber si usted está en disposición de entregar el mando (…) Yo sigo para allá. Hablaremos personalmente». A las tres de la tarde, la guarnición de más de mil hombres del cuartel Goicuría se rendía sin rastrillar los fusiles. A las cinco, Camilo andaba ya por San Francisco de Paula y mandaba a enrumbar por la Avenida de Dolores con ánimo de llegarse a su «viejo barrio» para saludar a familiares y amigos.

El general Eulogio Cantillo, nombrado jefe de las Fuerzas Armadas por Batista, recurrió al coronel «puro» Ramón Barquín, quien ordenó enseguida retirar los tanques del polígono militar de Columbia. Antes que Camilo entraron Aldo Vera, jefe de Acción y Sabotaje del MR-26-7 en La Habana, Armando Hart y otros. Camilo llegó y detuvo a Cantillo, apartó a Barquín, habló a los reporteros y voló a Oriente para dar parte completo a Castro. Entretanto, el «comandante Diego» (Víctor Manuel Paneque) ocupaba el Coliseo Deportivo con milicianos del MR-26-7, que ya venían dando caza a los «esbirros y chivatos» por las calles de La Habana.

Tren blindado.jpg

No hay comentarios:

Publicar un comentario