«¡Mi jubilación no llegaría a cinco dólares!»

North Miami Beach, Florida, Estados Unidos
Domingo, 13 de abril de 2025
Cuando terminé el pedagógico, a inicios de los ochentas, me mandaron a cumplir el servicio social en Sandino, casi en lo último de Pinar del Río… ¡lejos de todo
Nosotros somos la generación marioneta. Nos indicaron la escuela donde estudiar, qué estudiar, qué escribir, qué leer… Yo misma, matriculé en el pedagógico para cumplir con un pedido de la revolución para dar un paso al frente y apoyar la educación en el país. ¡La revolución necesitaba profesores y fui una de las tontas qué creyó en Fidel y sus locuras y son vocación estudié magisterio para ayiudar al país.
¡Qué error el mío!
Mi aspiración era estudiar historia del arte, pero como el país necesitaba profesores…
En Sandino estuve tres años. De inicio eran dos, pero, ¡de nuevo el pedido de la revolución!, como no había quien me sustituyera estuve doce meses más. ¡Sacrificio tras sacrificio para complacer a Fidel!
De Sandino recuerdo todo, pero hay cinco cosas de ese lugar que no olvido: la gente muy humilde, cariñosa y agradecida; la cárcel de alta seguridad, la base aérea, la escuela primaria donde trabajaba y las familias de los alzados del Escambray que allí vivían. A ellos los sacaron de sus tierras y los mandaron a Sandino, lejos de donde sus allegados se rebelaron contra Fidel allá por la década de los sesentas.
¿Sabes a quien conocí cumpliendo el servicio social? A la familia del comandante «Cheíto» León —José León Jiménez (Trinidad, Cuba 1938-Escambray, Cuba, 1964), ese que descubrió y mandó a matar a Alberto Delgado, «El hombre de Maisinicú», aquel que el G-2 infiltró entre los alzados y que hizo caer a unos cuantos de ellos. «Cheíto» León se suicidó antes de caer en manos de los milicianos. Sabía que lo iban a matar.

¡Supongo que hayas visto la película de «El hombre de Maisinicú»!
La familia de «Cheíto» León tenía mucho miedo. Veintre años después de lo sucedido seguían estrictamente vigilados. No hablaban mucho y menos sobre la revolución y las barbaridades del sistema. Después que salí de Sandino nunca más supe de ellos. No sé si viven, o si viven, si está acá, en Estados Unidos, o en Cuba.
Con esos alzados se ensañaron. Los acusaron de contrarrevolucionarios, asesinos, terroristas porque intentaron hacer lo mismo que Fidel en la Sierra contra Batista. ¿Qué diferencia hay? ¡Ninguna!
Trabajé por casi cuarenta años en el sistema educativo cubano… ¡en todo ese tiempo vi muchas barbaridades y, sobre todo, escuchar la mentira que se repite en el mundo entero: «Cuba es una potencia en educación».
¡Bueno la mentira se ha ido descubriendo y el castillo de la potencia educativa se está cayendo a pedazos!
Cuba no es potencia de nada. ¡Nunca lo fue y ahora menos! Ni en educación, ni en salud…
Cuando tuve la edad me jubilé y, unos años después, aproveché que mi hija se fue a Guatemala y logré irme con ella y con mi nieto. Luego cruzamos la frontera hacia México y vinimos para acá.
Tengo casi setenta años y no me arrepiento. Puedo ayudar a mi familia, aunque ni con dinero se puede vivir en Cuba. ¿Tú sabes cuánto sería mi jubilación allá? Fíjate, soy docente con casi cuarenta años de trayectoria… ¡mil setecientos pesos por mi trayectoria!
¿Qué son mil setecientos pesos si el dólar está a trecientos sesenta pesos? Saca la cuenta, la conversión de ´pesos a dólares… ¡Mi jubilación no llegaría a cinco dólares!
A mi familia le enviamos cien dólares mensuales —treinta seis mil pesos— solo para comida, para alimentar a cinco personas. Si con cien dólares mensuales comen apenas cinco personas, ¿qué puede hacer un cuando con cinco dólares al mes?
¿Es justo eso?
No, no es justo. Por eso el país se ha quedado vacío. ¿Sabes cuántos maestros faltan en Cuna ahora mismo? Leí en internet que unos 1.700 docentes. Hasta hace unos años en mi pueblo cualquier calle estaba llena de gente y me han dicho que no hay nadie. Muchos se han ido y los que quedan están pensando en irse o en inventar algo para sobrevivir sin trabajar, porque… ¿qué motivación tienen para trabajar? ¿Para jubilarse con menos de cinco dólares?
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