sábado, 5 de julio de 2025

Un día como hoy, julio 5, en la lucha contra el castrismo.

Un día como hoy, julio 5, en la lucha contra el castrismo.

Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se luchó contra el comunismo.

Comparta estas efemérides. Gracias.

PROHIBIDO OLVIDAR.

1960:

Se alzan contra el incipiente régimen comunista en la Sierra del Escambray los oficiales del Ejército Rebelde: Joaquín Membibre, Vicente Méndez Hernández, Diosdado Mesa, Eusebio Peñalver Mazorra y Justo Hernández Moya.

1962:

El campesino Roberto Hernández Hernández "el Bolo" es fusilado en La Cabaña. Fue acusado de actividades en contra de la revolución. Había sido arrestado el día 28 de junio por la delación del agente del G2 Carlos Montezuma (Ñico Rutina).

1963

Sandalio Triana muere en combate en la Sierra del Escambray contra las milicias castro-comunistas.

1966:

Antonio Llera Calderín es fusilado en Artemisa, Pinar del Río.

1967:

Ramón Bravo Alcalá muere en combate en la zona de Remedios, Las Villas, en un intento de alzamiento contra el régimen comunista cubano.

1968

Jose Eugenio Cuervo Oquendo es asesinado por guarda fronteras cubanos cuando intentaba escapar de Cuba con otros cuatro jóvenes, incluyendo a su medio hermano de 15 años, Leonardo, en una balsa desde una playa en La Habana. Mientras se alejaban de la costa, una lancha patrullera de la Guardia Costera de Cuba comenzó a dispararles indiscriminadamente, impactando la balsa e hiriendo a José, quien cayó al agua. Leonardo se lanzó a rescatarlo, pero llegó a la playa con el cuerpo sin vida de José. Leonardo fue condenado a 6 años de prisión de los que cumplió 2 años en la prisión Jaruco 2. Cuando salió de la cárcel pudo salir de Cuba hacia Estados Unidos.

(Información tomada de Archivo Cuba).

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Eusebio Peñalver y Joaquin Membibre

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105.- La enfermera Yudit Ruiz González era secretaria del núcleo del Partido Comunista de Cuba en el hospital Mario Muñoz Monroy de Colón, Matanzas. Desde ese cargo, según denuncias, presionaba a los trabajadores del hospital para participar en actos de repudio que ella encabezaba contra las Damas de Blanco y opositores de la localidad.

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La masacre del rio Canimar.

Pedro Corzo                    Periodista

 Cuando Cuba estaba inmersa en el Éxodo del Mariel, 1980, con la consecuente separación familiar, las horribles golpizas y abusivos mítines de repudio- tiempos de los cuales muchos compatriotas deben sentirse avergonzados por la forma vil en que sirvieron a sus amos- sucedió uno de los crímenes más horrendo del totalitarismo castrista.

 “La masacre del rio Canimar”, una desdicha con numerosas víctimas, la cantidad exacta de personas asesinadas se desconoce despues de 45 años, fue un luctuoso suceso que la inmensa mayoría de los cubanos nunca conocieron. La prensa castrista, única existente en la Isla, jamás hizo público el crimen.

 Esta tragedia antecedió 14 años a otra violación que tampoco debemos olvidar, el hundimiento del “Remolcador 13 de marzo”, ocurrido el 13 de julio de 1994, también con una secuela de decenas de muertos, por los cuales ningún victimario ha pagado un día de cárcel.

 Estos asesinatos de personas inocentes que solo trataban de abandonar el país son numerosos, y no dudamos que cuando el totalitarismo sucumba, accedamos a acontecimientos tan o más sangriento que el recordado hoy, como le ocurrió al pueblo rumano que vino conocer de la extrema maldad de los Ceaușescu despues de la caída del régimen.

 El rio Canimar, el más caudaloso de la provincia, desemboca en la bahía de Matanzas.

 El 6 de julio de 1980, siguiendo una práctica iniciada en el mismo año 1959 y repetida a través de 66 años, incontables cubanos han intentado salir del país a riesgo de su propia vida o libertad, como se repitió con la tentativa de secuestro de la “lancha de Regla”, 2003, que aun sin haber víctimas, tres jóvenes fueron fusilados y otros condenados a cadena perpetua, probablemente, ignorando que otros tres muchachos y muchos más, habían perdido la vida en parecidos intentos.

 Aquella mañana los hermanos Silvio y Sergio Águila Yanes, 18 y 19 años respectivamente y Roberto Calveiro León 16 años, abordaron el barco de turismo “XX Aniversario” con el objetivo de desviarlo y tomar rumbo hacia Estados Unidos, un anhelo entre los cubanos que ha crecido en la misma magnitud que el régimen los ha frustrado.

 Sergio, recluta del Servicio Militar Obligatorio, había sustraído varias armas de fuego para efectuar el secuestro, cuando lo consideraron oportuno decidieron tomar por la fuerza la embarcación gritando ¡Ah, Miami!, lo que fue acogido con alegría por la mayoría de los pasajeros que ignoraban, hasta ese momento, lo que pretendían los asaltantes.

 Según describe “Archivo Cuba”, ONG orientada a investigar los crímenes del totalitarismo, el guardia de seguridad que se encontraba vestido de civil saco su arma resultando herido por Sergio. Los jóvenes, subieron al lesionado a un pequeño bote siendo conducido a la orilla del rio, conociéndose posteriormente que había fallecido.

Cuando el barco tomo rumbo al mar abierto, el secretario general del Partido Comunista, Julián Rizo, cumpliendo órdenes de Fidel y Raúl Castro dictamino que la embarcación fuera hundida.

 Dos lanchas patrulleras dispararon en su contra, fuego que fue respondido por los secuestradores resultando en la muerte y herida de varios pasajeros. Despues, un avión disparo contra la lancha a pesar de que los padres levantaron sus hijos para que no atacara, ocasionando más muertes. 

 Fidel Castro mando un barco dedicado a trabajos industriales pesados a embestir al “XX Aniversario”, causando que se hundiera, en ese momento Sergio cometió suicidio, mientras los sobrevivientes eran devorados por los tiburones, aunque algunos fueron salvados de morir ahogados por Silvio y Roberto.

 La dictadura comunico que el barco se hundió accidentalmente cuando las olas hicieron al “XX Aniversario” chocar con una embarcación más grande y aunque afirman que recuperaron algunos cuerpos, no fueron devueltos a las familias para que celebraran funerales y entierros. La única víctima con un velorio fue el guardia.

 A los sobrevivientes se les ordenó guardar silencio y nunca reunirse en grupos, se les amenazo con ser enjuiciados como cómplices y prohibieron reuniones con más de dos de ellos presentes. Durante años, los agentes del gobierno monitorearon sus actividades. Los familiares de las víctimas por su silencio recibieron televisores y electrodomésticos reservados para altos funcionarios del gobierno.

 Las victimas que se contaron por decenas, salvo unas pocas, nunca han sido identificadas. En esta masacre sin sentido murieron muchos niños, la más pequeña de que se tenga noticias, fue Lilian González, de 3 años. 

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Lancha en el río Canímar (foto usada para ilustración)

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