Un día como hoy, diciembre 19, en nuestra lucha contra la tiranía castrista.

Un día como hoy, diciembre 19, en nuestra lucha contra la tiranía castrista.

Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.

Comparta estas efemérides. Gracias.

PROHIBIDO OLVIDAR.

1959

Luís Lara Crespo (El Cabo Lara) y José A. Morfi Reyes son fusilados en el Regimiento Rius Rivera de Pinar del Río. Lara Crespo fue el primer guerrillero que operó durante varios meses en la Sierra de los Órganos, Pinar del Río. Habían sido apresados el 18 de octubre. Una hermana de Morfi Reyes fue acusada de colaborar con los alzados y cumplió 6 años de cárcel. 

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El enfermero Roberto Valdivia Martínez es fusilado en Ciego de Ávila.

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El ex miembro del ejército de Cuba Jesús Rodríguez es fusilado en Pinar del Río. 

1961

Arturo Valdés Mauri, ex soldado del ejército constitucional de Cuba, es fusilado en Yateras, provincia de Oriente.

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Carlos Maldonado y Antonio Moreno mueren en combate en Arroyo Blanco, provincia de Oriente.

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El guerrillero Heriberto “El Niño” Morquía, mueren en un enfrentamiento con las milicias del régimen en la provincia de Las Villas.

1962

Napoleón Miró es fusilado en Guantánamo, Oriente.

1963

Orestes Fariñas, Tatica Morejón y Gerónimo León Guas son fusilados en Las Cumbres, provincia de Matanzas.

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Los integrantes de la guerrilla de Luis Molina Padrón “El Boticario”, Manuel Álvarez, Erinaldo Villalobos, Augusto Cabrera, Rafael Otero (padre e hijo) Antonio Otero Echevarría y Pedro Otero Viamonte mueren en combate contra tropas comunistas. El encuentro se produjo en unos cañaverales próximos al Central Portugalete, en Palmira, provincia de Las Villas. En este combate no hubo heridos ni prisioneros, todos resultaron muertos. Es uno de los enfrentamientos mas cruentos en toda la historia de las luchas guerrilleras de la Cuba republicana. 

2007

Wilfredo Almendro Díaz se suicida en la prisión de Ariza en Cienfuegos, Las Villas.

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EL PLAN MOREJON.  

Autor desconocido

    El régimen castrista, en su afán de lograr que los presos políticos renunciaran a sus ideales y pasaran al plan de reeducación inició un experimento con un grupo de reclusos el cual se conoció por el nombre de “Plan Morejón”. 

    Morejón era el teniente jefe del Orden Interior del reclusorio para ese entonces y era famoso por su proceder en la Fortaleza de la Cabaña donde dió infinidad de tiros de gracia a los valientes cubanos que tuvieron que enfrentar el paredón de fusilamiento. Un grupo de presos de todas las circulares fueron trasladados para el pabellón 2, el mismo donde recibían las cordilleras a su llegada a la isla, y luego para granjas-prisión de las que existían varias en Isla de Pinos.  Allí fueron divididos en brigadas y sacados a realizar trabajos forzados.

    Un segundo grupo fue llamado a principios del año 1964. Cada uno de esos llamados fue de unos 100 hombres cada uno. Me tocó ser uno de los seleccionados en ese segundo grupo. 

    Al día siguiente nos entregaron ropa y botas rústicas de trabajo. Fuimos llevados al área cercana al acueducto del presidio para limpiar unas zanjas llenas de fango que se encontraban en los alrededores.  

    Teníamos que meternos dentro de aquel fango pestilente y sacarlo con palas para los bordes de donde otros presos se lo llevaban en carretillas para unos terrenos aledaños. Recuerdo un día en que Pedro Marín Jiménez, un espirituano, fallecido en el exilio hace varios años, que formaba parte de nuestra cuadrilla, comenzó a hundirse en el fango y tuvimos que correr a sacarlo pues ya estaba hundido hasta la cintura.  El fin de este plan era tratar de convencernos de pasar al plan de reeducación y como experimento para lo que se avecinaba. Los reeducadores o “abuelitos” como les llamábamos los presos, hacían acercamientos individuales para lograr este objetivo. El éxito de sus gestiones en este segundo grupo fue nulo, ningún preso aceptó sus ofrecimientos, no fué así en el primero donde algunos aceptaron “cuadrarse” o sea pasar al plan de reeducación. 

    A pesar de que hacíamos lo menos posible no hubo represalias por parte de los guardias encargados de hacernos trabajar. Esto no quiere decir que no hubiesen deseado reprimirnos, pero no tenían esas instrucciones.

    Este experimento con el trabajo esclavo a que fuimos sometidos antecedió al funesto Plan Camilo Cienfuegos que implantarían mas adelante para todo el presidio. El llamado Plan Morejón tuvo una duración de unos 4 o 5 meses desde que comenzó con el primer llamado. Un buen día fuimos trasladados nuevamente para las circulares, esta vez para la circular uno, con lo que se dio por terminado el “Plan Morejón”.