Por: Valentín Balart, APLA
¿A dónde se fueron el amor y la lealtad? Cuba, hoy un lugar maldecido y perverso donde reinan el odio y la envidia unidos al miedo.
En días pasados, quizás otro día más de un año que parece singular, APLA, cuatro siglas marcadas por la inquisición castrista.
José Manuel Caraballo, periodista independiente, tal vez no pidió nunca que lo marcaran, pero el destino es así, este hombre y amigo de batería dentro del periodismo alternativo es el centro de trabajo de la policía política en Ciego de Ávila; es decir, su principal adversario.
Tico Morales, también es un hombre marcado y flota en el mismo plato de potaje que la policía política (DSE) está cocinando en silencio contra la APLA. Una Agencia de prensa independiente que se les ha convertido en un hueso en sus gargantas.
En días pasados, ambos periodista fueron objetos de amenazas e intimidaciones por parte de la Seguridad del Estado. Estos hechos se están volviendo cotidianos; pues desde que comenzó el año las frecuencias y visitas de los oficiales del departamento del miedo han aumentado.
Sólo en medio de tanta represión existe algo positivo y es que ahora son esos señores quienes están a la defensiva. En sus ojos hay miedo, y ellos saben que su causa o la que representan está perdida y que somos nosotros “Las ovejas rebeldes que ahuyentan al lobo”.
La APLA está viva y cuando algún día los que estamos levantándola de las ruinas de la comunicación que estos señores han hecho de Cuba, no estemos en este mundo; otros seguirán manteniéndola, pues de ella siempre germinarán buenas semillas.
Nuestros verdugos nos odian porque su impotencia les mata. ¡Que el Señor se apiade de sus almas!
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