viernes, 29 de enero de 2010

LAS BARDAS DEL VECINO, EDITORIAL 102


Por Primavera DigitalPublicado AyerEditorialesValorar: No valorado
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Redacción de noticias Primavera Digital. primaveradigital@gmail.com

Ver todo los articulos de Primavera Digital Se viven momentos irrepetibles. No se trata tan sólo de lo que se palpa a nivel local en Cuba, donde algunos dicen, (sin razón sostenible) que no pasa cosa alguna. Para nuestros más cercanos vecinos, se cae el mundo. Ahí tenemos el triste caso de Haití. Otros no tan cercanos, como Bolivia y España, también dejan espacio para lo preocupante.

En Bolivia, el Sr. Evo Morales inauguró su nuevo mandato presidencial con una ceremonia ritualística que en Cuba, algunos en lenguaje simple y llano llaman, brujería. Allá por la madre patria, el Sr Zapatero y el Sr. Moratinos han hecho otra pifia memorable con el affaire marroquí y esas exquisitas interpretaciones sobre el tema derechos humanos a que nos acostumbran paso a paso, tan relevantes personalidades.

Luego de jurar algunas cosas a la Pachamama ante autóctonos shamanes izquierdistas, el recién investido cacique Morales y su colega Hugo Chávez, protestaron por la presencia militar estadounidense en Haití. En este caso, pasaron por alto la soberanía nacional haitiana, representada por el presidente Preval, quien solicitó esa presencia. Pero bueno, este es un detalle irrelevante.

Luego de desgarrarse de forma dramática las vestiduras e informar sobre los infelices dementes muertos de hambre y frío en el ex manicomio de lujo Mazorra, la prensa oficial pagada por el minoritario y gobernante Partido Comunista, volvió por sus fueros. Hacen tiempo con la tragedia haitiana, mientras esperan los resultados de la comisión investigadora de los sucesos de Mazorra.

De acuerdo con la TV oficial cubana, todo parece indicar que en Haití sólo hay médicos cubanos, ayuda venezolana y unos cuantos y salteados cooperantes europeos que poco pueden hacer, debido a los obstáculos que imponen las tropas norteamericanas. De acuerdo con este peculiar enfoque, los militares norteamericanos, por desconocimiento o mala fe, asustan a la población, impiden usar el aeropuerto y estorban la entrega a tiempo de alimentos a los necesitados.

Sin embargo, un corto exhibido por la TV oficial, (Puerto Príncipe Mío) del realizador Rigoberto López, nada menos que en el espacio estelar Mesa Redonda, aclaró dudas sobre lo que sucedió realmente allí. El corto de marras fue producido en 2000. Desde ese entonces, Puerto Príncipe parece sufrir la misma insalubridad y Haití, similar ingobernabilidad. No parece que el terremoto haya sido el principal problema, fue sólo un doloroso y premonitorio catalizador.

Cuando todo pase y del cataclismo de 2010, sólo quede una amarga memoria, será motivo y tema para un análisis, la atmósfera política y las raíces de ingobernabilidad y deficiente educación ciudadana, que facilitaron la destrucción y el desorden de que hemos sido testigos en Haití.

La poca educación y participación democrática ciudadana que hicieron posible el desastre haitiano, permanecen latentes en nuestro medio. Son los frutos opimos de estados paternalistas con élites dinásticas encabezadas por heroicos y esclarecidos ladrones o por sus hijos y descendientes. Una lección de primera mano para Cuba.
Ojalá que las llamas que hacen arder las bardas de nuestro vecino, sirvan de aldabonazo para futuras eventualidades y convulsiones generadas por desidia y crueldad humana, por la tierra insatisfecha que tiembla, o la mar enfurecida que brama.
PD

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