lunes, 1 de febrero de 2010
Americanos "malos" y cubanos "buenos"
Cubamatinal/ Cuando decidí ingresar en la oposición, lo hice plenamente convencido de que obraba bien. Era el único paso que cabía dar en ese momento de nuestra historia. Nuestra patria pedía a gritos un cambio imperioso. Cuba estaba urgida de una economía más eficiente y un ejercicio más democrático del poder político. Veía a las claras que el gobierno no estaba dispuesto a cambiar.
Por Adolfo Hernández Saínz
Prisión Provincial Canaletas, Ciego de Ávila, 31 de enero /PD/ Lo pensé muchísimo, no era fácil. Yo sabía que aquello representaría un timonazo de 180º en mi vida y me tomé todo el tiempo del mundo para pensarlo bien. Estaba claro que sería un paso sin retorno. Observé para ver si quedaba al menos un atisbo de esperanza y no hacer aquello a que me llamaba mi conciencia. Leía la prensa a diario y escuchaba los discursos, pero nada. Los veía cada vez más aferrados al poder, negados a admitir la realidad que se caía de la mata. Sin embargo, me he mantenido alerta, a la caza de un cambio de mentalidad. Hasta ahora, lamento mucho decirlo, mi espera ha sido infructuosa.
Ahora, con la misma lógica, abordo el caso en que tiene centrada la atención el mundo: La tragedia de Haití. Ante la enorme calamidad que se ha abatido sobre este hermano pueblo, en todos los noticieros de la televisión oficial cubana, el abordaje noticioso se destaca en este orden, primero como es natural, la indescriptible desgracia que sufren los pobres haitianos. Segundo, la desinteresada ayuda que brinda la brigada médica cubana y los haitianos estudiantes de medicina y médicos ya graduados en Cuba. Esta parte es lógico que la prensa cubana la destaque. Tercero, la colaboración brindada por Venezuela. Bueno, se comprende que el gobierno cubano les dé un poco de coba a sus aliados. Cuarto, todo lo demás, es para condenar la presencia de efectivos norteamericanos en Haití. Sin ambages ni miramientos.
Parecería que los Estados Unidos no estuvieran allí para ayudar. Sino que pretenden apoderarse de Haití, para no irse jamás. ¿Será que los Estados Unidos ambicionan no sé qué riquezas ocultas del infortunado país caribeño? Yo convoco a los que controlan la prensa cubana a que muestren un poco de más respeto por esos miles y miles de muertos que en no pocos casos han quedado insepultos. Que esperen aunque sea el paso de unos días, para dedicarse a su politiquería barata y manipulación de la opinión pública. Respeten además la inteligencia del cubano.
Es completamente lógico que Estados Unidos llegue a Haití con una presencia militar. Van cargados de alimentos y recursos que todos codician en Haití. Se trata de una nación presa de la desesperación, porque se quedó sin nada. Esta actual situación de espanto, viene a complicar una miseria que los golpea desde hace siglos. Esto es elemental, en cualquier país del mundo que ocurra una desgracia como la sufrida por el pueblo haitiano, es natural que se produzcan saqueos, pillajes, atracos y desordenes públicos. Máxime en un país hambreado sin infraestructuras, un alto nivel de analfabetismo y uno de los más pobres del mundo y de América.
Si algo debía destacar la prensa cubana son las cuantiosas donaciones de países como Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y el conjunto de Naciones Unidas, que han sido muy generosos. Si las cuantiosas donaciones hubieran provenido de Venezuela o China, no se cansarían de repetirlo.
Si algo debe destacar la prensa cubana oficial, son los salvamentos casi milagrosos de personas en situaciones límite, donde prácticamente se agotaba la esperanza. Pero en el caso que nos ocupa, primero evalúan si los salvadores son políticamente correctos.
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