Notimex
La Habana, 27 Feb (Notimex).- El gobierno de Cuba afirmó hoy que la muerte del preso Orlando Zapata fue consecuencia directa de "la asesina política" contra la isla del gobierno estadunidense, en respuesta a críticas de países y organizaciones de derechos humanos.
El diario Granma, del gobernante Partido Comunista, dijo este sábado que se trata de "una muerte indeseable", pero desacreditó a Zapata, fallecido el martes último tras 85 días de huelga de hambre, al calificarlo de un delincuente común.
"En un país sin muertes extrajudiciales", Zapata fue "conducido a la autodestrucción premeditadamente, para satisfacer necesidades políticas ajenas", indicó el diario, y enumeró varias causas de fuero común por las que fue condenado, "en nada vinculadas a la política".
"Pese a todos los maquillajes, se trata de un preso común que inició su actividad delictiva en 1988", dijo el periódico en un artículo publicado cinco días después del fallecimiento del albañil de 42 años de edad.
"¿Para quién la muerte es útil¿", tituló el vocero oficial su artículo, en el que condenó a gobernantes, gobiernos, organizaciones y medios de prensa que criticaron a Cuba por el deceso de Zapata, quien fue inhumado el jueves en su natal localidad de Banes, oriente de la isla.
"¿Por qué hay gobiernos que se unen a la campaña difamatoria, si saben —porque lo saben—, que en Cuba no se ejecuta, ni se tortura, ni se emplean métodos extrajudiciales¿", agregó la nota.
"¿Por qué hay gobernantes que eluden la denuncia explícita del injusto confinamiento que sufren Cinco cubanos en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, y se apresuran en condenar a Cuba si la presión mediática pone en peligro su imagen política¿", insistió.
"Esperamos que los adversarios imper iales sepan que nuestra Patria no podrá ser jamás intimidada, doblegada, ni apartada de su heroico y digno camino por las agresiones, la mentira y la infamia", indicó Granma y dijo que fue llevado al suicidio por quienes necesitaban un mártir para la contrarrevolución.
La muerte de Zapata origino severas críticas de Estados Unidos, la Unión Europea, España y Francia, que solicitaron la liberación de unos 200 presos políticos de acuerdo con estadísticas de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (ilegal pero tolerada).
Entre quienes condenaron a Cuba figura el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que intenta modificar la "posición común" de la Unión Europea hacia Cuba, la cual vincula un diálogo entre las partes con el respeto a los derechos humanos.
También la Iglesia Católica de Cuba deploró como "una tragedia para todos" la muerte de Zapata, y pidió al gobierno del presidente Raúl Castro evitar que estas situaciones se repitan con otros prisioneros cubanos.
El viernes se anunció que cinco opositores cubanos, cuatro de entre ellos en prisión, iniciaron una huelga de hambre por la muerte del preso cuya madre, Reina Tamayo, insiste en acusar a las autoridades de haberlo dejado morir.
Al respecto, la versión oficial sostiene que "existen pruebas documentales" de que "la medicina cubana lo acompañó" sin escatimar recursos para su tratamiento, y que "recibió alimentación por vía parenteral" y "su vida se prolongó durante días por respiración artificial".
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