A tí, te necesito

Cubamatinal/ ¿Adivinen quién está de nuevo de moda en Venezuela, vivita y coleando? ¡Lina Ron!
Para los que no la conozcan, Lina Ron es la compañera de armas de Hugo Chávez. Es su Primera Dama de los grupos Paramilitares, a quien tuvo que poner en la cárcel el año pasado, por clamor popular ante los desmanes que esta señora hizo en ataques a la sede de Globovisión.

Por Angélica Mora

Florida, 30 de enero/ Estuvo "detenida" desde el 6 de agosto de 2009 en la sede de la Dirección de Inteligencia Militar en Caracas, por su participación en disturbios ocurridos tres días antes, en las propiedades del canal informativo.
Fue puesta en libertad dos meses después, el 14 de octubre.

Esta malandra saltó a la palestra pública años antes, después de quemar la bandera de los Estados Unidos en la Avenida Bolívar de Caracas.

A mediados de 2008 irrumpió de manera violenta, junto con sus seguidores, en la sede del Palacio Arzobispal de Caracas desalojando a todos los que se encontraban en el lugar.

Chávez la califica como "incontrolable", pero la condecoró en el Palacio de Miraflores por sus "servicios a la Patria".
Estos servicios consisten en dirigir los grupos paramilitares contra los opositores del régimen.

Las cámaras de televisión la han captado recorriendo los lugares en moto, dirigiendo a centenares de chavistas, muchos con rostros cubiertos con capuchas y premunidos de armas de fuego, piedras, barras metálicas y botellas.

Ante el ataque a la sede de Globovisión -en honor a la verdad- el Máximo Líder venezolano no le quedó otra que hacerla desaparecer, tipo "mutis por el foro", enviándola a la dependencia militar a un cuarto "cinco estrellas" --con todas las regalías posibles-- y donde la Tipa entraba y salía cuando quería.

En realidad la "envió" de vacaciones a esa especie de Hotel, con todas las comodidades y los gastos pagados, hasta que se calmara el alboroto.

Chávez siguió el mismo método de "que se pierda" que hizo con Valentín Santana, jefe del colectivo La Piedrita, a quien nadie buscó nunca, pese a tener orden de arresto. Ahora está en Cuba a donde llegó en secreto en un vuelo especial de Cubana de Aviación, gentileza de Hugo Chávez... pero esa es otra historia.

Lina ha aparecido ahora en la palestra pública porque Chávez la necesita en el único sitio donde calza a la perfección, que es la organización de la lucha de las milicias chavistas contra los estudiantes.

Ya la han visto a la vanguardia, montada en vehículos blindados, arengando a través de altoparlantes... aplastando a los universitarios, que protestan contra Chávez.

Lina encabeza la lucha -como sólo ella lo sabe hacer- a través de las Brigadas de Acción Rápida, made in Venezuela.
Volvió a su elemento.

Pero, lo que más resalta en este nuevo capítulo de la "sinvergüenzura" de Chávez es este perdón presidencial a espaldas de la ley, frente a los cientos de presos políticos enviados a la cárcel por su capricho y a los que se ha negado a indultar porque, sencillamente, no le da la gana.