martes, 2 de marzo de 2010

De libros y terremotos

Economía/ Sin azúcar no hay país

Cubamatinal/ Siempre al despertar, agradezco ese día más que puedo vivir para ver algo que no había visto hasta entonces. Aunque Castrolandia es casi tan aburrida como el Budismo Zen, siempre algún nuevo matiz se descubre en el diario monocolor.

Por Paulino Alfonso

La Habana, 28 de febrero /PD/ He visto con asombro, durante la ya declinante feria que vende más comida que libros, algún despistado “polilla” comprar libros sobre el azúcar en Cuba, un asunto tan antiguo como los petroglifos de Altamira. Parece que también hay bibliómanos adictos.

Un análisis sobre la agroindustria azucarera cubana carece de valor toda vez que Castrolandia por largo rato no va a producir más de 2 millones de toneladas métricas de azúcar por zafra. Con el precio actual de 500 dólares la tonelada métrica, no creo que puedan vender siquiera algo para saciar al insaciable castrismo. A no ser que el Sr. ministro de Economía rebaje el 50 % de la ración de azúcar a los cubanos, como hace con la comida de los locos en Mazorra, los comedores obreros o con los mariscos, y lo empiecen a vender en el extranjero. Cualquier cosa antes de perder el trono.

Desesperados por el disparatado curso e incierto destino del minifuhrer bolivariano, echan garra a cualquier cosa: sembrar vegetales en Miramar, cunas de bebitos hechas con marabú en Bayamo, construir “con recursos locales” una refinería de alcoholes en Cienfuegos, después de cerrar 10 que llevaban cerca de un siglo en producción o invitar a Rusia a la Feria para vender libros soviéticos (palabra en lengua muerta) a punto de convertirse en papel sanitario.

¿Que resuelve esto? Nada, solo un folletín de la “lucha incansable del pueblo cubano”. En fin, materia prima para los bien pagados “empleados” del PSOE, ahora en la efímera presidencia de la Unión Europea para tratar de quitar la Posición Común. Creo que deben apurarse, como va el PSOE no creo que para abril de 2012 estén en el Palacio de la Zarzuela.

Los nostálgicos se emocionan al ver en la TV bodrios como la Balada del Soldado, con los que privaron a Cuba de West Side Story o El Apartamento, por citar solo un poco de lo mucho secuestrado.

También pasan El Maestro y Margarita, una buena obra pero tan desconocida para los cubanos como Catcher in the Rye. Un ejemplo de esto. Como recientemente había visto esta serie televisiva rusa, la recomendé a jóvenes alumnos universitarios. Al otro día me dijeron riéndose: Coño “profe”, tremendo jodedor que es Ud, al proponernos ese “ladrillo” ruso. Creo que no necesito explicar nada más.

Saliéndome de la literatura, paso a la economía. La breve y gris visita de Lavrov, unos anodinos tratados que firmó con el canciller de turno, no ocultaron la preocupación del ruso por cobrar algo de lo mucho que les debe Castro (el de verdad).

Quizás debido a la previa promesa del Sr. Cabrisas, que les juró por la Constitución , que empezarían los pagos a más tardar en febrero ( sin mencionar de qué año), Lavrov y su jefe Putin, que saben que Chávez les pasa una mesada muy superior a la que ellos otrora le pasaban a los camaradas cubanos, piensen que es hora de pagar. En fin de cuentas, deudas son deudas.

Sin duda, Lavrov ignora que de esa deuda se hablará solo si La Habana es golpeada por un terremoto como el de Haití y que seria para condonarla, ya que relativo al pago, (nichibó, i nikaddá) nada, nunca.

¿Por que digo “solo si La Habana”? Veamos, las 5 provincias orientales, que juntas representan el 48% de la superficie y población de Cuba , desde 1997 han estado incluidas (a solicitud del castrismo), al igual que Somalia, en el Programa Mundial de la Alimentos de la ONU y esto solo lo descubre, ¡oh milagro! un periodista extranjero en el año 2010 .

Imaginen que sabrán los cubanos de esto, si los Pactos sobre Derechos Humanos y Económicos, a pesar de ser publicada la noticia de su firma en el oficialista periódico Granma hace casi 3 años, aún no han sido mostrados al pueblo.

Por lo mismo, si mañana hay un terremoto de 8.9 en la escala de Richter en Guáimaro (un pueblito al sur de Camaguey), el NTV, informará de un temblor de tierra sin pérdidas materiales o de vidas. Solo un anciano infartado que se recupera en nuestras magníficas instalaciones hospitalarias, y tutti contentti. Que entretenido es vivir en el país de las maravillas ¿verdad?

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