viernes, 26 de marzo de 2010
Retorno masivo a Cuba
por Delio Regueral
Reunir multitudes no sólo lo logra el prestigio de un coordinador. Prueba de ello, en el caso cubano, son las anteriores y no lejanas muestras de apoyo a no menos contundentes motivos.
Reunirlas se logra con el respeto a lo invencible, porque a Zapata hubo que dejarlo morir, porque no pudieron matarle el valor y el honor: la tortura demostró que era indoblegable. Y las Damas de Blanco también lo son, los bloggers, los periodistas independientes, los bibliotecarios, los disidentes anónimos e independientes, los presos políticos detrás de cada barrote, cada individuo que se expone mientras filma un video o llama al exterior para denunciar un abuso, o llama a un vecino para decirle llorando que no puede más.
La condena mundial a las atrocidades cotidianas del “gobierno” cubano parece cobrar sentido después de 51 eneros. Que abunden la justicia o, en su defecto, los que no tienen nada que perder, medallistas de oro en la olimpiada de la libertad. Queda probado, y qué pena que haga falta volver a aprenderlo cada vez con un nuevo mártir, que el poder del coraje no tiene contrincante.
En tierra ajena, donde responsabilizarse individualmente es el único modo de vivir, la reflexión debería abofetearnos, sonrojarnos para que pongamos parte del riesgo, pellejo, dinero, familia, honor en función de la reconquista de la patria.
El don de la comunicación ha de usarse no sólo con buena dicción: ha de usarse con capacidad de acción.
Tengo pruebas contundentes de que el retorno masivo de exiliados a Cuba aterra a la cúpula gobernante y, en contraste, es la esperanza de muchos presos y disidentes. Empecemos a difundir la idea, empecemos a difundir la acción y, si no te atreves a regresar, está bien, pero no uses tus limitaciones para limitar a los demás: úsalas para animarlos.
Busco meteorólogos, marineros, pescadores y a cualquiera que pueda aportar embarcaciones y conocimiento para que ayude a seleccionar la fecha que le reduzca contratiempos climatológicos a la travesía marítima.
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