sábado, 18 de diciembre de 2010

BARRANCA ABAJO



Por Frank Correa


Jaimanitas, La Habana, 19 de diciembre de 2010, (PD) En el programa De nuestra América, que conduce Frank Padrón los jueves en la noche por Cubavisión, se pasó recientemente un documental realizado por Televisión Serrana en Buey Arriba, en el corazón de la Sierra Maestra, sobre un tema muy sensible que el Partido Obrero Campesino en la provincia Granma ha denunciado a través de la prensa independiente.

El documental titulado ¿A dónde vamos?, dirigido por Ariadna Fajardo Nuviola para la IX Muestra de Jóvenes Realizadores 2010, expuso a numerosos campesinos de Buey Arriba, lugar histórico por los combates que el Ejército Rebelde libró en la zona, que expresan a las cámaras que es una verdadera pena lo que pasa en el campo cubano.

El gobierno entregó tierras ociosas en usufructuo para que las cultivaran sólo por diez años y en las que no se les permite vivir ni construir. Tampoco cuentan con medios de trabajo, ni siquiera un machete para tumbar los copiosos montes de marabú que decenas de años de olvido había convertido en selvas. En cambio, los inspectores rurales los multaban por improductivos.

Algunos campesinos dijeron que después del sacrifico que exige lograr una cosecha, es muy triste que los productos se les echen a perder en sus narices porque el Centro de Acopio no va a recogerlos, y la ley sólo permite vendérselos al estado.

“Mucho se habla y se escribe pero nada se hace”, dijo un campesino que mostró una loma de papayas podridas en la espera infructuosa por los camiones de Acopio. “Le echan la culpa al bloqueo”, dijo con ironía, “pero jamás he visto a un americano por aquí diciéndole a nadie que no puede poner a producir la tierra”.

El documental mostró el éxodo masivo de familias para las ciudades Bayamo y Manzanillo. Buey Arriba se queda vacío. Un paneo con la cámara por la llanura que flanqueaba las montañas de la Sierra Maestra hizo público mucha tierra baldía, bohíos y casas abandonadas, incluso filmaron en vivo las escenas de dos familias en el momento en que se mudaban a la ciudad.

“Hay muchos ingenieros, técnicos, especialistas, pero no hay campesinos”, dijo el de las papayas podridas. “Aquí se peleó duro cuando la guerra contra Batista, y los campesinos ayudamos a los rebeldes para buscar un mejor futuro, pero ahora, ¿quién los va a ayudar? Si no se dan cuenta rápido, se va a perder el campo. Esto va barranca abajo”.

beilycorrea@yahoo.es

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