domingo, 16 de enero de 2011

Ladrón de teléfono móvil



Escrito por Ramón Díaz Marzo


Habana Vieja, La Habana, 17 de enero de 2011, (PD) El día de los Reyes Magos, 6 de enero 2011, tuve la oportunidad de ver a un hombre de la raza blanca, entre los veinte y los treinta años de edad, correr desde el Bar-Restaurante "La Mina", situado frente al "Parque de Armas", en la esquina de Obispo y Oficios. Eran las cinco de la tarde.

Cuando el hombre corría por la calle de Oficios en dirección al puerto, un empleado del bar corría tras del ladrón pero con poca posibilidad de alcanzarlo. Había mucha gente por el lugar entre nacionales y extranjeros. El lugar estaba lleno de estantes de madera donde se venden libros viejos. Yo me encontraba en la zona en compañía de un amigo que vende libros allí.

Tuve la idea de sacar mi cámara fotográfica, pero no hubiera tenido tiempo de conseguir una foto del fugitivo. Pero comenzó a llegar, en pocos minutos, la policía y tomé algunas fotos. Entre las imágenes más interesantes está la de una mujer italiana de más de 50 años que no sabía hablar el español y costaba trabajo entender su italiano. Supe ser discreto y confundido entre tanta gente, escuché las primeras versiones del intento de atraco, pues el hombre no pudo robar el móvil de la italiana.

Lo más paradójico de esta experiencia es que luego, cuando la situación se calmó, después de haber escuchado perfectamente la conversación de los policías con su centro de operaciones, tuve la ventaja de que encontrándome solo, la italiana se detuviera frente a mí.

Sin pensarlo, la abordé con tacto y la invité a que me narrara lo ocurrido. La italiana me dijo que bebía un mojito cuando sintió una mano que se introducía en su cartera, momento que se volvió para ver como el ladrón ya tenía su móvil. La italiana me insistió mucho en que ese móvil era especial y costaba una fortuna en Italia. Dijo que le propinó una bofetada al ladrón y este soltó el móvil, que volvió a caer dentro de la cartera, y se dio a la fuga.

Mientras la italiana narraba los hechos de primera mano, se acercó un policía. Entonces me atreví a comentarle si el sistema de cámaras de circuito cerrado que está en todas las esquinas principales del Casco Histórico de La Habana habrá grabado la cara del ladrón. El policía respondió:

-¡Positivo, compañero! –y prosiguió -: En las próximas 24 a 48 horas, el ladrón podrá ser identificado.

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