jueves, 24 de febrero de 2011

La confesión de Raúl Castro que le dio la vuelta al mundo



Wilfredo Cancio/ Cafefuerte.com 25 de febrero de 2011

Foto: REUTERS/Colin Braley


La embarcación Valiant, de la Guardia Costera de EEUU, escolta a una flotilla que hizo un homenaje a las víctimas del derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, en la misma zona donde ocurrieron los hechos.
Había pasado apenas un mes de que Fidel Castro cayera enfermo y designara por proclama a su hermano menor como sucesor del poder en Cuba cuando llegó a mis manos una comprometedora grabación con la voz inconfundible de Raúl Castro.

A través de la agencia Nueva Prensa Cubana (NPC) de Miami, una fuente envió desde La Habana 11 minutos y 31 segundos de una charla, a puerta cerrada, ofrecida por Raúl Castro a periodistas oficiales en la sede del Partido Comunista (PCC) en Holguín, el 21 de junio de 1996.

La cinta -grabada por personal técnico de Radio Rebelde- contenía una confesión reveladora sobre lo ocurrido el 24 de febrero de 1996 en la acción militar que terminó con el derribo de dos avionetas Cessna C-337 de la organización Hermanos al Rescate y la muerte de sus cuatro tripulantes: Armando Alejandre (45 años), Carlos Costa (29 años), Mario de la Peña (24 años) y Pablo Morales (29 años).

Aunque en julio de 1996 el gobernante Fidel Castro había asumido total responsablidad por el derribo de las avionetas durante una entrevista con el periodista norteamericano Dan Rather, fue con esta cinta que por primera vez se conocieron los pormenores de la operación que concluyó con la pulverización de las dos avionetas con dos cohetazos de los MiGs de la Fuerza Aérea cubana.

El testimonio grabado adquiría una mayor significación, pues se trataba ahora de la declaración del hombre que había tomado las riendas del gobierno cubano.

El documento venía con dos fotografías tomadas a Raúl Castro en la fecha de la grabación, una acompañado por los periodistas en Holguín y la otra en la casa de la familia Castro en Birán, declarado sitio histórico.

“Yo decía que traten de tumbarlos arriba del territorio, pero ellos entraban en La Habana y se iban… Claro, con un cohetazo de esos, avión-avión, lo que viene para abajo es una bola de fuego y que va a caer arriba de la ciudad”, relata Raúl Castro en la cinta, refiriéndose a una reunión militar previa al 24 de febrero de 1996. “Bueno, túmbenlos en el mar cuando se aparezcan y no consulten los que tienen las facultades”.

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