lunes, 7 de marzo de 2011
El libro más atractivo de la Feria
Escrito por Miguel Iturria Savon
El Cotorro, La Habana
8 de marzo de 2011
(PD) A mediados del 2009 estuve entre los curiosos que escucharon a Leonardo Padura en la Casa de las Américas, mientras leía fragmentos de su novela El hombre que amaba a los perros, publicada meses antes en España por Tusquets Editores y anunciada en La Habana para agosto de 2010.
El autor calificó entonces a El hombre que amaba a los perros como su novela "más difícil, ambiciosa, compleja y profunda" porque "es un paseo por la historia desde la ficción", en torno a la vida de León Trotsky y su asesino (Ramón Mercader), lo cual lo obligó a investigar la rivalidad Stalin-Trotsky y el periplo del líder desterrado, la Guerra civil en España, el México de 1920 a 1940 y la Cuba de las décadas del 60 y 70 pues, como imaginará el lector, al salir de la cárcel en México el citado Mercader obtuvo refugio en nuestra isla, donde se hizo llamar Jaime Ramón López.
Padura expuso que para narrar lo ocurrido creó a un personaje ficticio (Iván), un joven veterinario cubano con pretensiones literarias que conoce por casualidad al supuesto Jaime Ramón López, quien le cuenta la historia de "su amigo" Ramón Mercader.
Como el narrador no es amigo de los finales felices, hasta Iván desaparece en el 2004, bajo el Ciclón Iván que derrumbó su casa y acabó con sus apuntes; lo cual es una metáfora de la devastación insular y del secretismo de un gobierno que protege a tantos mercaderes y asesinos fantasmales.
Hasta ahora es lo que sabemos la mayoría de los cubanos acerca de la última obra de Leonardo Padura, quien la presentó en La Habana durante la XX edición de la Feria Internacional del Libro, acompañado por el escritor Reinaldo González, el ex diplomático Ramón Roa Kourí y el viceministro de cultura Fernando Rojas, quienes hablaron del texto e hicieron referencia a la época y los personajes que aborda.
Vale la pena retomar lo expresado por el autor y sus ilustres acompañantes, pero antes quiero anotar que muchos asistentes a la presentación perdimos el tiempo. Se vendieron 150 ejemplares en vez de 600, dado el nerviosismo de los agentes de la policía política que asediaron el lugar e impidieron, literalmente, el acceso de personas no gratas.
Para colmo, el libro más solicitado de la Feria no aparece en la red de librerías de la capital. Cientos de ejemplares fueron robados del almacén de la imprenta y Ediciones Unión colocará los restantes en las tiendas en divisa. Es lógico, esta novela es una banderilla en el lomo de la censura, el secretismo y las perversiones del socialismo.
El asesino de Trotsky, además de vivir con sus perros uzbecos en Miramar hasta su muerte (1978), fue condecorado como Héroe de la Unión Soviética, y era hijo de la estalinista cubana Eustasia M. Caridad del Río Hernández, ex empleada de nuestra embajada en París.
Apenas circula pero El hombre que amaba los perros ya se publicó en Cuba. Para Padura es "un sueño que rompe el mito de la censura". Para Reinaldo González es "un libro triste sobre pérdidas y fracasos, suma de alfilerazos para la conciencia y la inteligencia revolucionaria".
culturakiss@yahoo.es
Foto: Miguel Iturria
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