jueves, 3 de marzo de 2011

Los impuestos asfixian al cubano



El nuevo sistema tributario cubano podría asfixiar el surguimiento de pequeñas y medianas empresas privadas.

Manuel Vazquez Portal/martínoticias.com | Miami, Florida 04 de marzo de 2011

Foto: REUTERS/Desmond Boylan

El oficio de barbero es una de las labores que gravarán los nuevos impuestos.
Los cubanos -tras un largo medio siglo de paternalismo estatal que solo les cobraba el tributo de la lealtad, comienzan a chocar contra la dura pared de los impuestos
Con la espalda doblada por las deudas y el bolsillo magro de efectivo, el gobierno de La Habana, busca -casi con desespero- reducir su papel protector, pero sin perder el control de la economía, y para ello está permitiendo la expansión del sector privado y reduciendo el gasto público.

Sin embargo, los cubanos -tras un largo medio siglo de paternalismo estatal que solo les cobraba el tributo de la lealtad, comienzan a chocar contra la dura pared de los impuestos y a calcular hasta donde les es rentable instalar un negocio privado.

Un nuevo sistema tributario previsto por Raúl Castro gravará desde la vivienda y los salarios hasta la vagancia. La ley tributaria cubana sancionada desde 1994, ha mantenido hasta ahora algunos de sus gravámenes "congelados" -como el que concierne al salario.

En la práctica, de una población de 11 200 000 habitantes, la ley tributaria de 1994 solo afectaba a algo más de 140.000 trabajadores privados hasta 2011, en que el gobernante Raúl Castro piensa dar un vuelco al país con nuevas reformas.

En diciembre de 2010, la ministra cubana de finanza Lina Pedraza, había adelantado que el gobierno tenía previsto aplicar gradualmente, entre otros: impuestos sobre la vivienda, salarios y servicios públicos como gas y alcantarillado.

Debido a las reformas que impulsa Raúl Castro aparece un escenario inédito en el que los trabajadores no estatales llegarán a 1 800 000 en un lapso de cinco años, y se autorizan cooperativas urbanas, y pequeñas y medianas empresas privadas, todo lo cual debe ser gravado.

Un reporte de la Agencia Francesa de Presa, AFP, da cuenta de que tres propietarios de paladares (restaurantes de apenas seis mesas) que iniciaron sus negocios a fines de año, dijeron que el tema de los impuestos "lo estudiarían más adelante"

Pero Daysi Fernández, -puntualiza el despacho de AFP- quien alquila habitaciones en su casa desde hace algunos años, fue más precavida: "tengo que ver como es la cosa, si no da la cuenta, entrego la licencia",

Los nuevos trabajadores por cuenta propia -según establece la nueva ley tributaria cubana- tendrán un riguroso sistema tributario, que incluye impuestos sobre la renta de 25% a 50%; sobre ventas o servicios,10%; sobre contratación de fuerza de trabajo, 25%, además de una contribución obligatoria al seguro social de un 25%.

Para -supuestamente- evitar el enriquecimiento, el gobierno proyecta un sistema tributario progresivo, con fuerte carga en los empleadores de mano obra. Pero el economista Rafael Betancourt ha afirmado en un artículo publicado en la revista Temas, que una alta carga tributaria, la seguridad social y el pago por uso de la mano de obra "dificultará la capitalización indispensable para el crecimiento de los nuevos negocios".

Añade Betarcourt que para fomentar una cultura tributaria se necesita, no sólo de la "responsabilidad social de la población y entidades del país en el cumplimiento cabal de las obligaciones tributarias, sino también la transparencia de las autoridades tributarias (ONAT) y la responsabilidad del sector público ante los contribuyentes.

Del mismo modo, el economista independiente cubano, Oscar Espinosa Chepe, ha declarado a Radio Martí: "yo pienso que el sistema de impuestos que se ha implantado hace imposible el desarrollo del cuentapropismo, quizás se mantendrá a niveles muy limitado, no veo que se puedan crear muchos puestos de trabajo con esto.

Le sugerimos acceda al audio para escuchar las declaraciones que Espinosa Chepe hiciera el míércoles a Radio Martí.

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