Escrito por Gladys Linares
Lawton, Ciudad de La Habana
16 de marzo de 2011,
(PD) Desde la prisión de Kilo 8, en Pinar del Río, los presos políticos Rafael Suárez Aviló y Pável Hernández Manferrol, nos comunican que la Planta número 1 fue destinada para 57 reclusos de entre dieciséis y veinte años de edad.
En los primeros días después de este traslado, algunos cubículos de dicha planta se mantuvieron ocupados por prisioneros de más edad, lo cual provocó riñas entre ellos, por lo que estos últimos fueron reubicados. Es bueno señalar que mayores y menores aún coinciden en el comedor, lo cual ocasiona frecuentes problemas.
Esta Planta consta de siete cubículos mal ventilados, con un área de cinco por seis metros para doce presos. En cada cubículo hay un baño turco, donde además de hacer sus necesidades los reclusos deben asearse. Reciben servicio de agua durante quince minutos en dos horarios: 6 a.m. y 4 p.m., por lo que tienen que almacenarla en vasijas plásticas. Las literas son de tres pisos y casi llegan al techo. La alimentación es deficiente; y la comida, poca y mal elaborada. Cada quince días se distribuye una comida a la que llaman “especial”, que consiste en una pequeña ración de pollo. Dentro de cada cubículo hay un televisor con una línea eléctrica independiente, que sólo se enciende durante cinco horas.
Un gran porcentaje de estos jóvenes procede de las prisiones de La Habana. El robo con fuerza y el robo con violencia son los delitos más frecuentes entre ellos.
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