lunes, 30 de mayo de 2011

Sin el honor merecido


Escrito por José Antonio Fornaris


Managua, La Habana,


30 de mayo de 2011,


(PD) Durante tres años consecutivos el Día de la Independencia, el 20 de mayo, no ha sido atacado por los medios ni por ninguna figura o vocero gubernamental, pero tampoco ha existido ningún tipo de conmemoración o recordación oficial.

Hasta el año 2008 la arremetida gubernamental contra la efemérides era brutal. Los calificativos de “neo-colonia yanqui”, “seudo-república”, y “República Mediatizada” entre otros, eran como un aguacero interminable. Lo único que no se decía directamente, aunque estaba implícito en esos ataques viscerales, era que los próceres que llegaron con vida a esa fecha fueron traidores por haber aceptado el nacimiento de la República de manos de Estados Unidos de América.

Pero esta vez era factible esperar un atisbo de retorno al 20 de mayo como la fecha más importante de la vida republicana del país, porque ocho meses atrás fue anunciado el renacimiento de la Academia de la Historia de Cuba tras haber sido obligada a un sueño de decenios.

Esa institución reanudó sus labores el 24 de febrero último, aunque la información se dio a conocer una semana después. En el acto oficial realizado al efecto, Eusebio Leal, uno de sus 22 integrantes, aseguró que “la Academia regresaba para que la historia, sea realmente interpretación correcta y sabia, que parta del ejercicio de saber buscar los orígenes y, a la vez, respetar la evolución del pensamiento en el tiempo”.

El general Raúl M. Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, afirmó el en el informe central del VI Congreso del gobernante Partido Comunista, que habían estado 52 años cometiendo errores. Y no hay duda que satanizar la fecha de constitución de la República ha sido un error enorme. Pero da la impresión de que no hay valor cívico para salir de ese problema o tal vez es que aun no ha llegado el avión o el barco con las gomas necesarias para borrar tantos errores.

Hace varis meses, en noviembre, un grupo de cubanos le solicitamos al Presidente de la Academia de la Historia de Cuba, Doctor Eduardo Moisés Torres Cuevas, que el 20 de mayo, día del advenimiento de la República “sea restablecido con todo el reconocimiento y los honores que la fecha representa para los cubanos y la historia de Cuba”, pero no se ha obtenido la más mínima respuesta.

Los hechos son imposibles de cambiar. Los jefes del Ejército Libertador aceptaron de buena gana la intervención militar de Estados Unidos. Tomás Estrada Palma fue electo en las urnas como el primer presidente de Cuba. Los próceres que llegaron con vida al 20 de mayo de 1902 aceptaron con sano orgullo la creación de la República. El pueblo festejó, desde ese momento, y hasta 1959, con alborozo la independencia de la patria. Eso fue así y nunca ha podido ser variado a pesar de lo mucho que se ha tratado de criminalizar esos actos.

Lo único que se ha logrado con el desconocimiento y los ataques al Día de la República ha sido restarle cohesión y orgullo a la nación.

Mantener esa actitud oficial es de una estupidez sin parangón. Cuba era Cuba, con todas sus luces y sus sombras, antes de la llegada del régimen comunista, y continuará siéndolo después que el viento de la vida lo haya expulsado del territorio nacional.

De todas formas el Día de la República, de la Independencia, será restaurado. Cuanto se ha hecho hasta ahora para evitarlo habrá sido inútil en el devenir histórico, aunque dañino para más de una generación de cubanos.

fornarisjo@yahoo.com

Tomás Estrada Palma

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